Primero de mayo

Las denuncias por el aumento de la pobreza salarial y social protagonizan el Primero de Mayo

Los sindicatos afrontan este domingo un nuevo Primero de Mayo –Día del Trabajador desde que la Segunda Internacional lo instituyera hace más de cien años– con una convocatoria de elecciones a la vista, nueva dirección en la Unión General de Trabajadores (UGT) –Josep María Álvarez ha puesto fin a las más de dos décadas de Cándido Méndez como secretario general– y una importante caída en sus niveles de afiliación: UGT ha perdido en la última legislatura un total de 278.141 afiliados, pasando de 1.206.987 en 2011 a 928.846 en el año 2015, mientras que en el caso de CCOO las pérdidas superaron las 230.000 personas –de 1.139.591 a 909.052 del último ejercicio–.

En este contexto, los sindicatos mayoritarios se enfrentan a una jornada en la que medirán su músculo en las calles de más de setenta ciudades a lo largo de toda la geografía española exigiendo "un cambio urgente en la política económica, que ponga en el centro la creación de empleo estable y con derechos, y la lucha contra la pobreza y la desigualdad social y salarial". De entre todas las manifestaciones (ver calendario aquí), se espera que la más multitudinaria sea la de Madrid, que comenzará a las 12.00 horas y discurrirá entre Neptuno y la Puerta del Sol. Así, en un intento por movilizar al mayor número de personas, el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, aprovechó su intervención el pasado jueves para recordar que "entre todos" hay que lograr "un cambio de rumbo de las políticas económicas y sociales".

Las dos organizaciones sindicales afrontan este nuevo Día de los Trabajadores preocupadas, principalmente, por el aumento en España de la pobreza salarial y social. Un tema sobre el que gira, casi por completo, el manifiesto de convocatoria que los dos sindicatos mayoritarios han hecho público de cara al Primero de Mayo: “Exigimos un cambio urgente en la política económica en nuestro país, que ponga en el centro la creación de empleo estable y con derechos, y la lucha contra la pobreza y la desigualdad social y salarial”, recoge el texto. Para ello, CCOO y UGT piden un cambio basado en un incremento de la inversión pública y en poner en marcha un modelo productivo “sostenible y equilibrado”.

Incremento de la pobreza salarial

El secretario de Comunicación y Organización de Comisiones Obreras, Fernando Lezcano, es contundente cuando se le pregunta por el aumento de la pobreza salarial en nuestro país. Señala mayo de 2010 como el punto de inflexión en esta senda, cuando el Ejecutivo presidido entonces por el socialista José Luis Rodríguez Zapatero planteó un paquete de medidas con el objetivo de rebajar el déficit. De entre todas, el dirigente del sindicato pone el foco en la reducción de un 5% de las retribuciones en el sector público, “que luego se vio además acentuado” con la congelación de las pagas extra. “A partir de ahí, se ha producido una devaluación salarial que ha afectado todavía más a los colectivos más desfavorecidos”, añade.

“Ya no se puede hablar casi de tasa de desempleo o de cifras macroeconómicas. Ya hay que hablar de pobreza, así de lineal. Y por eso lo incluimos en la pancarta del Primero de Mayo”, asegura a infoLibre Mari Carmen Barrera, secretaria de Políticas Sociales, Empleo y Seguridad Social de UGT. La dirigente sindical recuerda que nuestro país es uno de los que más ha aumentado la brecha salarial, encontrándose, según Eurostat, en el segundo bloque de Estados de la UE con el salario mínimo más alto –757 euros, por detrás de Eslovenia y por delante de Malta, Grecia y Portugal–. Lejos quedan otros países del nuestro entorno, como Francia, Irlanda o Reino Unido, con sueldos mínimos de 1.458, 1.462 y 1.510 euros, respectivamente.

En concreto, según los últimos datos publicados por CCOO en sus Cuadernos de Acción Sindical sobre este tema el pasado mes de diciembre, desde 2009 hasta 2014 todos los tramos salariales han perdido poder adquisitivo. Sin embargo, la brecha más pronunciada se aprecia en aquellas personas con menores ingresos, que han visto reducido su salario real un 25,6% frente a la pérdida del 2,9% que han sufrido los colectivos con los salarios más altos. “La pérdida de los que menos ganan multiplica por casi nueve veces la de los que más ganan”, recoge el sindicato en su informe.

Un contexto económico que también recoge Oxfam Intermón en su informe Una economía al servicio del 1%. “Desde el año 2007 la brecha en el nivel de ingresos se ha disparado en los hogares españoles, rompiendo con los avances que se habían logrado desde mediados de los años 80”, señala el texto. En este sentido, la ONG recalca que en 2015 había 2,3 millones de personas en nuestro país –el 5% de la población total– con un patrimonio superior al de 42 millones de personas –el 90% restante–. Y cierra todavía más el círculo asegurando que la fortuna de las 20 personas más ricas de nuestro país ha aumentado un 15% el pasado año, mientras que la del 99% de la población más pobre ha caído en los mismos niveles.

Una brecha salarial que también muestra el conocido como coeficiente de Gini –utilizado en el estudio de la desigualdad de los ingresos–: si en 2009 este indicador se situaba en el 32,9, en 2014, últimos datos ofrecidos por Eurostat, se había incrementado hasta el 34,7. Una cifra solo superada en la UE por Bulgaria (35,4) y Chipre (34,8), y que se aleja en casi cuatro puntos de la media de la Zona Euro, que se sitúa en el 30,9.

Las causas

El secretario de Comunicación y Organización de CCOO señala “la potestad” de los empresarios “de regular las condiciones de trabajo” como una de las causas de la pobreza salarial en España. “Amparados legalmente por el plus de competencias que les da la reforma laboral”, añade. Una posición que comparte Mari Carmen Barrera: “Impide cualquier posibilidad de mejora”, apunta, añadiendo a renglón seguido que está dotando a los empresarios de “todo el poder sobre el trabajador” y desequilibrando “las tasas de pobreza, de desigualdad, las brechas salariales”. Por este motivo, los dos sindicatos señalan que cualquier Gobierno de cambio en España tiene que tener en su agenda la derogación de la reforma laboral.

Una posición dominante que se complementa con el miedo de los trabajadores a perder su puesto de trabajo en plena crisis económica. “Hay personas que dicen: 'Corro el riesgo de quedarme en la calle. Por lo tanto, acepto que me bajen el salario”, lamenta Lezcano en conversación con este diario. Además, el dirigente sindical recuerda que cuando se habla de pobreza salarial también se hace referencia a la “devaluación” sufrida “por las modalidades” de contrato, “muy precario”, que se aplican “en la actualidad”. “Se está fomentando la temporalidad, el trabajo a tiempo parcial. Todo ello, con salarios ínfimos”, sentencia.

Barrera es contundente en este sentido. La secretaria de Políticas Sociales, Empleo y Seguridad Social de UGT se pregunta “qué sociedad se crea con contratos precarios o parciales”: “¿Qué clase de cotizaciones se generan, qué ingresos a la seguridad social, a la caja de las pensiones…?”, apunta. La dirigente sindical recuerda que en las últimas estadísticas del paro “había un alto porcentaje de contratos que duraban tan solo una semana” y señala que este tipo de contratación ha estado “propiciada” por la reforma laboral. “El problema es que alcanza a ser fraudulento. Hay gente trabajando horarios completos teniendo que hacerlo a tiempo parcial”, concluye.

Según los datos recogidos en el informe Cuatro años de reforma laboral: evolución del empleo, la contratación, los despidos, la negociación colectiva y los salarios, elaborado por UGT, los contratos de muy corta duración –iguales o menores a siete días– se han incrementado desde el año 2009, pasando de 2,5 millones ese año, el 17,9% del total registrados, a 4,6 millones en 2015, una cifra que supone el 24,7% del total. “El número de contratos a tiempo parcial crece un 70% desde febrero de 2012, 13 puntos más que la contratación a tiempo completo”, añade el informe hecho público hace dos meses por el sindicato.

Pobreza social

Unas políticas que se han llevado a cabo durante la crisis económica y que están generando, en palabras de Lezcano, “bolsas de exclusión”. Según el informe de CCOO, casi un millón y medio de personas que trabajan “por cuenta ajena” tienen una retribución anual de menos de 5.000 euros. “Distribuidos en doce nóminas mensuales y dos pagas extra, equivale a una nómina al mes de 352 euros brutos”, completa el documento. Teniendo en cuenta que en el año 2014 el salario mínimo interprofesional (SMI) estaba en los 645,3 euros, el sindicato alerta del “bajísimo nivel salarial de una de cada diez personas” en España.

Prestando atención a las últimas cifras ofrecidas por la Agencia Tributaria (también de 2014), con los datos proporcionados por empleadores en la Declaración Anual de Retenciones e Ingresos a Cuenta sobre Rendimientos del Trabajo en el año 2013, un 34% –5,7 millones– de los trabajadores españoles cobraron en ese año 9.034 euros, lo que supone un sueldo medio de 645,30 euros al mes en catorce pagas, el equivalente al SMI.

Trabajo precario, alta tasa de paro y una caída de la cobertura de las prestaciones por desempleo –se ha reducido de casi el 80% antes de la crisis hasta el 54%, según las últimas previsiones– culpables de que un alto porcentaje de españoles vivan por debajo del umbral de la pobreza. En el año 2014, un 29,2% de la población española –13,6 millones de personas– vivían en riesgo de pobreza o exclusión social, según el informe El estado de la pobreza que elabora anualmente la EAPN. Un indicador que ha aumentado en 4,5 puntos desde el año 2009: “En el coste social de la crisis deben incluirse un total de 2.111.017 nuevas personas”, añade el texto. Más de dos millones de españoles que han pasado a engrosar en los últimos años este grupo.

"Estallidos sociales"

“Hemos llegado a una situación de fractura social”, asevera Barrera, que lamenta que no haya servido el plan del Ejecutivo para reactivar el empleo: “Trataba de llegar a 400.000 personas y tan sólo ha alcanzado al 15%, menos de 100.000”. La secretaria de Políticas Sociales, Empleo y Seguridad Social de UGT critica que el Gobierno “propugne la flexibilidad del norte y centro de Europa, que va acompañada siempre de seguridad”, pero que sin embargo el trabajador no tenga actualmente “ningún colchón”, quedando completamente expuesto “al mercado del trabajo”.

Lezcano apunta que seguir reduciendo “los salarios” no es “una opción de futuro”, porque España necesita una “actividad económica” que sólo te la da “el incremento de la demanda interna”, algo que no sucederá con unos sueldos bajos. Por eso, alerta de que seguir en esta senda generará “una sociedad desarticulada” y “muy sensible” a los “estallidos sociales de todo tipo”. “Las sociedades armónicas son aquellas que tienen un tejido social razonablemente cohesionado, donde la polarización está atemperada por políticas redistributivas”, sentencia.

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