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POLÉMICAS TRIBUTARIAS

La huida de los más ricos a comunidades autónomas con menor presión fiscal apenas altera la recaudación

Los expresidentes de Madrid Esperanza Aguirre e Ignacio González.

Las acusaciones de dumping fiscal entre presidentes autonómicos han sido recurrentes en los últimos años, sobre todo desde que la Comunidad de Madrid empezó a aplicar rebajas de impuestos “históricas”, en palabras de uno de sus exdirigentes, Ignacio González (ahora investigado por graves delitos de corrupción). En efecto, primero Esperanza Aguirre, después González y más tarde Cristina Cifuentes consiguieron hacer de Madrid la comunidad con menor presión fiscal de España: posee la tarifa autonómica del IRPF más baja, una bonificación del 99% en el impuesto de sociedades que se eleva al 100% en el impuesto del patrimonio e importantes recortes en el impuesto de transmisiones y actos jurídicos documentados.

La práctica supresión del impuesto de sucesiones en Andalucía, recién aprobada por el nuevo Gobierno de PP y Ciudadanos, ha devuelto al argumentario de políticos y contertulios la huida de contribuyentes a la búsqueda de comunidades autónomas con mayor relajamiento fiscal. Ya en 2015 hablaba Susana Díaz de la existencia de “paraísos fiscales” dentro de España, mientras Madrid presumía de que grandes contribuyentes acudían a despachos de abogados y asesores fiscales para que les gestionaran el traslado a fin de beneficiarse de sus ventajas impositivas.

Sin embargo, un estudio elaborado por David R. Agrawal y Dirk Foremny, investigadores del Institut d’Economia de Barcelona (IEB) y del CESifo, un grupo de investigación económica vinculado a la Universidad de Múnich, concluye que la fuga de los contribuyentes más ricos en busca de ventajas fiscales es tan “moderada” que apenas altera la recaudación final tanto de las comunidades de salida como de las receptoras.

Agrawal y Foremny desarrollan una simulación sobre los efectos de una rebaja o una subida fiscal del 1%. Y calculan que, en general, un alza de impuestos de ese calibre en una comunidad autónoma aumenta en 1,7 puntos porcentuales las probabilidades de traslado de los contribuyentes más ricos –con ingresos por encima de los 90.000 euros anuales– a otras con menos impuestos.

Madrid recaudaría 42 millones menos al bajar un 1% el IRPF

En el caso de Madrid, ese 1% de la distribución lo componen 75.000 personas, que ingresan de media 171.000 euros anuales, según los datos extraídos de la Muestra Continua de Vidas Laborales que elabora la Seguridad Social. Ambos investigadores consideran que, cuando Madrid recorta impuestos a los ciudadanos con mayores ingresos en un 0,4%, la probabilidad de que contribuyentes de otras comunidades se trasladen a la capital aumenta en 1,1 puntos porcentuales.

Para empezar, la reducción de impuestos se traduce en una bajada de la recaudación de 61 millones de euros en el IRPF. Teniendo en cuenta que por este impuesto Hacienda ingresa en Madrid 8.400 millones de euros, el recorte equivale a un 0,72%.

Además, la rebaja fiscal afectará al empleo, que el estudio mide mediante las bases imponibles: la teoría económica establece que una subida de los impuestos se traduce en un menor esfuerzo laboral de los contribuyentes, desincentivados por el mayor expolio sobre sus salarios. “Es uno de los argumentos que se suelen utilizar para justificar las bajadas de impuestos, que estimulan a las personas a trabajar más”, explica Dirk Foremny a infoLibre. No obstante, el trabajo de estos investigadores del IEB revela que este efecto en realidad es muy pequeño. En Madrid, la rebaja fiscal equivaldría sólo a un aumento de la recaudación en el IRPF de cinco millones de euros, un 0,06%.

En tercer lugar, la posible “migración” de los más ricos a Madrid, atraídos por su generosidad fiscal, se traduciría en un alza de recaudación de 12 millones de euros, un 0,14% más de ingresos en el IRPF. Es decir, sumados los dos efectos positivos y restado el negativo, la Comunidad de Madrid perdería 42 millones, un 0,5% de su recaudación, tras haber bajado un 1% los impuestos.

Cataluña ingresaría 26,5 millones más si subiera un 1% el IRPF

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En Cataluña, una de las comunidades con mayor presión fiscal, junto con Andalucía –al menos hasta la llegada del PP y Ciudadanos al poder–, el 1% más rico lo componen menos individuos que en Madrid, unos 60.000, con unos ingresos medios también inferiores, 152.000 euros anuales. Si Cataluña subiera sus impuestos un 1%, su recaudación crecería 37 millones de euros, un aumento del 0,48% en sus ingresos anuales por el IRPF de 7.500 millones. Su efecto sobre las bases imponibles –salarios– sería un descenso de 3,7 millones de euros, un 0,05%. Finalmente, el éxodo de contribuyentes adinerados a otras comunidades autónomas sumaría un recorte de recaudación de 6,8 millones de euros, un 0,08%. En resumen, una subida del 1% en la presión fiscal de Cataluña mejoraría sus ingresos tributarios un 0,35%, 26,5 millones de euros.

Foremny y Agrawal desmienten así que las rebajas fiscales se traduzcan automáticamente en mayores ingresos para el fisco. A su juicio, la “descentralización fiscal asimétrica” puede intensificar la competencia entre comunidades autónomas y alentar el dumping fiscal, además de empujar a las más entusiastas de las rebajas fiscales a aplicar tipos “ineficientemente bajos”.

Los economistas del IEB también han estudiado qué tipo de profesionales son más sensibles a los cambios en la presión fiscal y, por tanto, tienden más a mudarse de comunidad autónoma para pagar menos impuestos. Y concluyen que los autónomos tienen el doble de probabilidades que el resto de los trabajadores de trasladarse de domicilio para aprovechar ventajas fiscales, debido a que tienen mayor flexibilidad a la hora de instalar su lugar de trabajo. Según la ocupación, los médicos y trabajadores de la sanidad triplican las posibilidades de cambio de comunidad respecto de los empleados del sector financiero, el inmobiliario, la comunicación y los científicos.

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