EL DEBATE DE LAS PENSIONES
Montoro promete de nuevo una deducción fiscal para pensionistas que sólo beneficia a los que cobran más
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, volvió a prometer este martes una deducción en la cuota del IRPF para los pensionistas de “edad muy avanzada” que les compense de los “mayores costes inherentes de discapacidad” que deben afrontar. Será una “deducción de cuota por edad”, aseguró, que se añadirá a las deducciones ya existentes por discapacidad o por tener a personas a cargo con discapacidad. Pero no precisó a partir de que edad se podrán beneficiar los pensionistas o cómo se medirán esos costes adicionales que permitirán reducir la factura fiscal.
El Ministerio de Hacienda tampoco ha querido detallar a infoLibre la medida, que se incorporará a la Ley del IRPF. Fuentes del departamento se limitaron a indicar que los técnicos están aún realizando los cálculos precisos para aplicarla. Montoro ya avanzó esa deducción el pasado mes de noviembre, tras pactar con Ciudadanos una rebaja en el IRPF de 2.000 millones de euros que ha quedado en suspenso por la falta de Presupuestos para este año. Entonces el ministro habló de una “prima fiscal”.
El anuncio se produce después de que miles de pensionistas salieran a la calle en toda España para reclamar subidas por encima del 0,25% con que llevan revalorizándose sus pensiones desde 2012.
Según los datos de la Agencia Tributaria, en España declaran cobrar una pensión contributiva 9,67 millones de personas, de las cuales 6,05 millones, el 62,6%, ingresan por ello menos de 1,5 veces el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), es decir, 12.673 euros al año. Como el mínimo exento, por debajo del cual no se está obligado a declarar IRPF, es de 12.000 euros, la deducción anunciada por Montoro podrá beneficiar en principio a menos de la mitad de los pensionistas.
Además, la cuantía de la pensión decrece según aumenta la edad del perceptor. Las estadísticas de la Seguridad Social revelan una pensión media de 1.209 euros al mes para quienes tienen entre 65 y 69 años, que baja a 941 euros para los de 75 a 79 años, a 872 euros para los de 80 a 84 años y se queda en sólo 771 euros para quienes superan esa edad. Es decir, al estar destinada la deducción para los de edad más avanzada, el número de los favorecidos será aún más reducido. La pensión media de jubilación que se cobra en España asciende a 1.074 euros al mes, según datos del pasado mes de enero. La pensión contributiva media es más baja, 930,27 euros, debido a que las de viudedad y orfandad, incapacidad permanente y en favor de familiares, incluidas en esa rúbrica, son de menor cuantía. De éstas sólo las de jubilación y viudedad tributan por el IRPF.
Si se utilizan los registros de la Seguridad Social, los datos difieren pero no las proporciones. El organismo cuenta 8,69 millones de pensionistas que cobran prestaciones contributivas, de los cuales 4,9 millones ingresan hasta 900 euros mensuales. Es decir, el 57% de ellos no superan los 12.000 euros que les obligarían a declarar a Hacienda. La Seguridad Social, a diferencia de la Agencia Tributaria, sí cuantifica el número de personas que cobran una pensión de jubilación: 5,73 millones en 2016; de ellos, 2,6 millones tienen más de 75 años.
¿Elevar el mínimo exento a los mayores de 80 años?
En todo caso, Montoro no ha avanzado cuál será la naturaleza de esa “prima fiscal”, sólo que se añadirá a los descuentos ya existentes por discapacidad y dependencia. El Sindicato de Técnicos de Hacienda (Gestha) cree que la medida “técnicamente más neutral y general” sería elevar el mínimo personal que no se somete a tributación por el IRPF. Actualmente, ese mínimo es de 5.550 euros anuales para todos los contribuyentes, pero se aumenta en 1.150 euros para quienes tienen más de 65 años y en 1.140 euros si se superan los 75. Por tanto, aventura su secretario general, José María Mollinedo, el siguiente paso para beneficiar a los contribuyentes de “edad muy avanzada” puede ser elevar el mínimo exento para los de 80 años en adelante.
Gestha critica que la deducción sólo favorecerá a los jubilados que reciben las pensiones más elevadas o a los que tienen otro tipo de ingresos, como pisos en alquiler, por ejemplo. “El problema de los pensionistas es fruto de la cuantía de la prestaciones, no de su tratamiento fiscal”, resume el sindicato.
Críticas de la oposición
En el mismo sentido se ha manifestado el portavoz del PDeCAT en la Comisión del Pacto de Toledo, Carles Campuzano. Aunque ha dado la bienvenida a la deducción anunciada por Montoro, también ha apuntado que sólo beneficiará a las pensiones “altas o medias”, pero no las más bajas, puesto que quienes las perciben ni siquiera tienen que hacer la declaración de la renta, informa Europa Press.
El PDeCAT presentó este mismo martes en el Congreso una proposición de ley para que este año las pensiones suban un 1,6%, el aumento previsto del IPC, en lugar del 0,25% que establece la reforma de 2013 en caso de que la Seguridad Social termine el ejercicio en déficit. Es el mismo aumento que solicita el PSOE a su vez en la proposición de ley que también ha presentado en la Cámara Baja.
Su secretario general, Pedro Sánchez, ha tachado de “cortina de humo” la propuesta del ministro de Hacienda, mientras que el secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, ha hablado de “populismo fiscal”. “Lo que tiene que hacer Montoro es revalorizar las pensiones con el IPC y derogar el factor de sostenibilidad que va a entrar en vigor en 2019, y dejar este tipo de demagogia fiscal”, indicó Echenique. El líder de Izquierda Unida, Alberto Garzón, cree que es sólo un “parche” que no va al fondo del problema.
El PP ha respondido criticando que la oposición pretenda “hacer política” con las pensiones y acusando al resto de los partidos de “demagogia”.
UGT ha optado por el frente judicial y ha recurrido ante la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Audiencia Nacional el real decreto de revalorización de las pensiones para 2018, que las ha subido el 0,25%, porque a su juicio “se extralimita” y vulnera la ley por “hurtar al Parlamento su capacidad legislativa”.
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Las exenciones actuales
Los mayores de 65 años ya disfrutan de exenciones en el IRPF. Por ejemplo, no tributan las prestaciones que conceden las instituciones públicas para que las familias acojan a mayores de esa edad ni las ayudas económicas que otorguen esas instituciones para pagar la estancia de esas personas en residencias o centros de día, siempre que el resto de sus rentas no superen los 14.910 euros.
También están exentas de tributar las ganancias que obtengan los mayores de 65 años al vender su vivienda. Igualmente no deben tributar si el dinero obtenido lo invierten en una renta vitalicia hasta un importe máximo de 240.000 euros. Del mismo modo no están sometidas al impuesto las primas a seguros privados, hasta 8.000 euros, para cubrir el riesgo de dependencia severa o gran dependencia.