Potentados de México y Venezuela encabezan la búsqueda de oportunidades en España

Los jóvenes españoles que emigran en busca de empleo se cruzan con representantes de fondos y con empresarios, sobre todo latinoamericanos, que llegan a España en busca de las gangas que ha dejado la crisis. Banca y construcción naval, pero también el transporte o los medios de comunicación son el objetivo. Los datos del Ministerio de Economía recogidos por la organización patronal CEOE muestran que la inversión extranjera directa en España, procedente de América Latina, supuso en 2013 el 7,1% de la inversión bruta total. Diez años antes, la inversión procedente de ese área no alcanzaba el 1%. 

La posición de los inversores latinoamericanos es importante si se tiene en cuenta que las inversiones del exterior en España alcanzaron los 29.486 millones de euros en 2013, con  un aumento del 40% respecto a 2012 (21.055 millones). Los datos de flujo de inversión bruta del Ministerio de Economía muestran que en el último año, la inversión procedente de México y de Venezuela ha relevado a la brasileña, con operaciones importantes como la compra del astillero Barreras por Pemex o la compra anunciada de Novagalicia Banco por el venezolano Banesco.

El dinero de América Latina se está colocando estratégicamente, con apellidos destacados como Slim o Gilinsky o menos conocidos como Martínez (grupo Pintech) o Alcántara Rojas del grupo mexicano Toluca (recién nombrado consejero del grupo Prisa). El último tintineo del capital latinoamericano en España ha afectado a Liberbank, el banco surgido de la unión de Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria.

Compra de Liberbank

Las empresas mexicanas Inmosan (liderada por Ernesto Tinajero) y Davinci Capital (encabezada por Gustavo Tomé) han entrado en el capital del banco a través de una colocación acelerada de las cajas de ahorros, que han vendido un 24,8% de las acciones de Liberbank, reduciendo su participación al 42% desde el 66% actual.

En banca, las inversiones de empresarios de América Latina se animaron a finales del pasado ejercicio. El inversor colombiano Jaime Gilinski y el mexicano David Martínez se hicieron con el 10% del Banco Sabadell en la primera fase de la ampliación de capital de hasta 1.400 millones de euros que lanzó la entidad para reforzar su capital e incorporar inversores internacionales. Tres meses después, en diciembre, inversores mexicanos liderados por la familia Del Valle se hicieron con el 6% del Popular a través de una ampliación de capital de 450 millones de euros.

A la lista de empresarios mexicanos interesados en colocar piezas en España, se ha sumado recientemente (fue nombrado consejero de Prisa en febrero) Roberto Alcántara Rojas, empresario dedicado al transporte de largo alcance. Es presidente del Grupo Toluca y de las aerolíneas de bajo coste VivaAerobus, que fundó en 2006 con el promotor de la irlandesa Ryanair. Es también accionista y presidente del Consejo de Administración del consorcio Iamsa -Inversionistas en Transportes Mexicanos- que agrupa las mayores empresas de autocares en México.

Alcántara Rojas e Ignacio Polanco, presidente de grupo Timón, tenedores ambos grupos de acciones del grupo PRISA, acordaron que todas las acciones de PRISA que el grupo presidido por Roberto Alcántara ostente se incorporen al Sindicato de Accionistas de la empresa.Pelea Pemex-Repsol

El peso adquirido por la inversión latinoamericana en Españase hizo notar en el papel que la empresa estatal mexicana Pemex, accionista destacado de Repsol con el 9,2%, jugó para resolver la disputa por la expropiación de YPF a la petrolera española. Pemex criticó con dureza la gestión de Antonio Brufau al frente de la petrolera española en un  pulso que aún no está cerrado.

Pemex es la gran marca inversora de México en España, pero el icono inversor del país norteamericano es sin duda Carlos Slim. El mexicano es accionista de la argentina YPF (8%), accionista de Gas Natural Fenosa y de Gas Natural Fenosa México, accionista de Caixabank-Criteria, socio de La Caixa en la sociedad Inbursa, amigo personal del expresidente del Gobierno Felipe González (todavía consejero de Gas Natural) y gran inversor en apoyo de la entidad catalana.

En 2012, Slim compró a través de su sociedad Carso 439 sucursales a La Caixa por 400 millones. Supuso plusvalías para la entidad que preside Isidro Fainé, en un momento complicado, de 200 millones. Todo un gesto en tiempos de una crisis que ha abierto las puertas de par en par a la inversión procedente de los países emergetes. El dinero de América Latina llega así a sectores muy diversos.

En el verano de 2013, con apenas días de diferencia, se cerraron dos importantes operaciones de compra también con capital mexicano. El grupo ADO, dedicado al transporte de pasajeros, compró el español Avanza (5.200 empleados, 411 millones de cifra de negocio en 2011)Avanza al fondo de capital riesgo británico Dough-ty Hanson, su propietario desde 2006. Inversión estimada: en torno a 800 millones.

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Por su parte, el fondo mexicano Fibra Uno, institucional y dedicado al alquiler de inmuebles, compró 278 oficinas de Banco Sabadell por 300 millones de euros. Fue una operación calcada de la de Slim con La Caixa. Los inmuebles formaban parte de un paquete de 378 activos inmobiliarios que MoorPark, fondo británico, había comprado en abril de 2010 a Banco Sabadell a través de una operación de sale & leaseback.

Ningún sector escapa al escrutinio. Tampoco el de la alimentación.alimentación La sociedad Sigma Alimentos Exterior, perteneciente al grupo mexicano Alfa, lanzó una OPA,  aceptada por la CNMV, por el 100% de Campofrío, dondeen la que controlaba el 45%. 

La moda de contar con apoyo y dinero fresco del otro lado del Atlántico ha llegado también a Acciona, la empresa de los Entrecanales. El grupo ha designado  nuevo consejero independiente al empresario mexicano Jerónimo Marcos Gerard Rivero, presidente y consejero delegado del grupo México Retail Properties (MRP). Por ahora, es el último fichaje.