Repsol e YPF perfilan el acuerdo de indemnización que estudiará el consejo el 22 de enero

La petrolera Repsol reunirá el consejo de administración el 22 de enero. La convocatoria, ordinaria, puede poner el broche final al principio de acuerdo alcanzado en noviembre de 2013 a varias bandas, con la participación de tres Gobiernos (Argentina, España y México), para compensar a Repsol por la expropiación de la filial argentina YPF en abril de 2012. El principio de acuerdo prevé que Argentina indemnice a la petrolera española con bonos por un importe de 5.000 millones de dólares. Repsol reclamaba en principio 10.000 millones (7.368 millones de euros).

Las negociaciones están muy avanzadas.

avanzadas Lo explicó esta misma semana el ministro de Economía argentino, Axel Kiciloff. "El acuerdo con Repsol, como se ha dicho, es un acuerdo muy complicado, un acuerdo que está afortunadamente avanzando muy bien", indicó a periodistas el ministro. Así lo  confirman también fuentes cercanas a los principales accionistas de la petrolera española, la mexicana Pemex (9,2% del capital) y Caixabank (12,2%).

Todo está manos de los abogados de las partes, que deben tener en cuenta, explican las fuentes consultadas, no solo los aspectos legales y económicos, sino también las posiciones de los principales actores del acuerdo, incluidas las del presidente de la petrolera española, Antonio Brufau. Éste no participó en la fase final del principio de acuerdo cerrado con la participación del ministro de Industria, José Manuel Soria y el presidente de Caixabank, Isidro Fainé.

Críticas a Brufau

La compañía mexicana Pemex, que ha empujado con fuerza para cerrar la disputa entre Repsol y el Gobierno argentino, ha sido muy crítica con la gestión de Brufau.ha empujado Mexicanos y argentinos querían cerrar el acuerdo antes de que acabara 2013. No ha sido posible, pero no quieren dilatarlo mucho más.

El Gobierno mexicano de Enrique Peña Nieto ha roto el tabú del petróleo como recurso propiedad del Estado y de Pemex como su único guardián. Ha reformado la Constitución y, en los próximos meses, aprobará las leyes menores (reglamentos) que amplían el margen de maniobra de Pemex para actuar en el negocio petrolero.

Por eso, el tema de Repsol y de YPF tiene que estar resuelto en semanas antes que en meses, sostienen fuentes al tanto de las negociaciones.  Los mexicanos quieren participar en el desarrollo del gran yacimiento de gas de YPF llamado Vaca Muerta (provincia de Neuquén). YPF no puede acometer el proyecto en solitario, pero las reclamaciones de Repsol por la expropiación (10.500 millones de dólares) dificultaban las alianzas entre compañías que mantienen buenas relaciones.

En todo el proceso para poner paz en el conflicto con YPF y el Gobierno de Cristina Kirchner, las formas son muy importantes. El acuerdo, impulsado por los Gobiernos y perfilado por las empresas, debe tener una escenificación correcta. Por ello, sostienen las  fuentes, es lógico que el compromiso de paz lo firmen los máximos responsables de las empresas: Miguel Galuccio por parte de YPF y Antonio Brufau por parte de Repsol. A partir de ahí, tanto Pemex como Caixa dan por hecho que se abre un periodo nuevo y, en un plazo de meses, sin la presencia de Brufau.

Respaldos

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Frente a este escenario, fuentes no oficiales de la petrolera atribuyen las informaciones en ese sentido a intoxicaciones informativas destinadas a desestabilizar la compañía. Esas fuentes destacan que el consejo  respaldó por 15 votos contra uno (el de Pemex), la gestión de Brufau.

Por parte de CaixaBank, un portavoz precisó a infoLibre que "no se ha hablado" del relevo en la presidencia de Repsol. Sin embargo, otras fuentes conocedoras de los contactos mantenidos en México y Argentina por los negociadores españoles sostienen que el relevo de Brufau sí se ha tratado "en niveles políticos" y se concretará unos meses después de la firma del acuerdo.

La posición de Pemex está clara.  A finales de 2013, su director general, Emilio Lozoya, criticó duramente la gestión (y el salario) de Brufau al frente de Repsol en el Parlamento mexicano y el consejero de la compañía en la petrolera española, Arturo Henríquez, votó contra su gestión y justificó su posición en el consejo en una tensa intervención.