Consumo
Vueling, Ryanair e Iberia suman este año 14.500 reclamaciones de pasajeros por cancelaciones y retrasos
La Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) ha recibido hasta septiembre un total de 21.849 reclamaciones de pasajeros por cancelaciones y retrasos mayores de tres horas, que son las que dan derecho a una compensación económica. Vueling Airlines es la aerolínea que más quejas suma, con 5.754, el 26,3%. Le siguen Ryanair, con 4.857, e Iberia –Iberia, Air Nostrum e Iberia Express–, con 3.953. Entre las tres suman el 66,6% de las reclamaciones: 14.564. Air Europa es la cuarta de la lista, con 1.215. Las cifras no indican necesariamente que éstas sean las líneas aéreas más incumplidoras, puesto que también son las que más pasajeros transportan.
De hecho, según las estadísticas del operador aeroportuario español, AENA, Ryanair es la empresa que más pasajeros transportó en 2017, 44 millones de personas. Vueling llevó a 34,8 millones de viajeros e Iberia –con la suma de Air Nostrum e Iberia Express–, 33,8 millones. Air Europa transportó a 15,6 millones de pasajeros.
En cualquier caso, el número de quejas presentadas en los nueve primeros meses de este año supera ya el dato del conjunto de 2017, cuando la AESA recibió 16.775 reclamaciones relativas al reglamento de derechos de los pasajeros y al de pasajeros con movilidad reducida. El 33% de ellas tiene que ver con cancelaciones de vuelos y el 57% con retrasos. Otro 6% se refiere a denegaciones de embarque, según la información proporcionada por la propia AESA, que tramita las quejas que los viajeros le hacen llegar después de haberlas presentado en la propia aerolínea.
Las reclamaciones, además, no han dejado de aumentar según ha ido creciendo también el tráfico aéreo. Desde 2015, cuando se recibieron 11.064, las quejas se han disparado un 51,6%, mucho más de lo que lo ha hecho el tráfico de pasajeros. De acuerdo con las estadísticas de AENA, el movimiento de viajeros ha crecido un 20,15% en ese mismo intervalo de tiempo, hasta alcanzar en 2017 los 248,62 millones de personas. Hasta octubre de este año, comparado con el mismo mes de 2017, el tráfico ha aumentado un 5,6%.
La AESA realizó un total de 671 inspecciones entre 2015 y octubre de este año, según la respuesta escrita que el Gobierno remitió el pasado día 5 al grupo de Unidos Podemos en el Congreso, que le había preguntado sobre la actuación de la agencia estatal durante la huelga de tripulantes de cabina de Ryanair los días 25 y 26 de julio. Hasta septiembre, 10 inspecciones tuvieron por objeto la aerolínea irlandesa, a las que hay que añadir una inspección “global” de todos los vuelos afectados por las huelgas del veranohuelgas del verano que tenían su origen en España, explica la AESA a infoLibre. Desde 2015 hasta 2017 la agencia ha inspeccionado a Ryanair en 38 ocasiones, incluidos los 120 vuelos cancelados en septiembre de 2017, que fueron contabilizados como una sola inspección.
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En esa fecha, la compañía de bajo coste tuvo que cancelar casi 50 vuelos diarios en toda Europa por culpa, según adujo entonces, de las huelgas de controladores aéreos, el mal tiempo y las vacaciones de los pilotos y personal de cabina. “Nos hemos liado con la asignación de vacaciones anuales de los pilotos”, se justificó el consejero delegado de Ryanair, Michael O’Leary. El polémico empresario irlandés intentaba negar así la fuga de un buen número de sus pilotos a otras compañías de la competencia como Norwegian. Este mes de octubre los tripulantes de cabina de Ryanair de España, Bélgica, Holanda, Portugal, Italia y Alemania se declararon en huelga en protesta por sus precarias condiciones laborales: se les aplica la legislación laboral irlandesa, mucho más laxa que cualquier otra europea, e incluso muchos de ellos son autónomos.
Precisamente Unidos Podemos preguntaba al Gobierno en el Congreso por una posible vulneración del derecho de huelga por parte de Ryainair al haber enviado a sus trabajadores un formulario donde debían comunicar si iban a secundar los paros de julio. El Ejecutivo no contesta a los diputados acogiéndose al “deber de sigilo” con el que está obligada a actuar la Inspección de Trabajo. El pasado día 7 la aerolínea despidió a los seis tripulantes portugueses que se fotografiaron durmiendo en el suelo del aeropuerto de Málaga para denunciar que la compañía no les había proporcionado alojamiento adecuado para pernoctar.
La AESA sólo tiene competencias en materia de seguridad aérea y vigila por el cumplimiento de las normas de aviación civil, no en materia laboral. Así, desde 2015 ha abierto a Ryanair un total de 73 expedientes, de los cuales 65 terminaron en sanciones por importe de 443.625 euros. Otros siete expedientes se encuentran aún en tramitación y uno más ha sido resuelto sin consecuencias. Del total de expedientes abiertos, 30 se refieren al reglamento comunitario sobre derechos de los pasajeros. La agencia estatal ha impuesto un total de 1.065 sanciones desde octubre de 2015 hasta ahora por todo tipo de infracciones a la normativa de aviación civil. Las compañías aéreas han pagado un total de 10,23 millones de euros por ellas.
