Ocho feminicidios en un mes anticipan otro verano trágico: "El negacionismo refuerza al agresor"
El pasado domingo, 30 de julio, un hombre de 39 años asesinaba a su pareja, de 29, en Barcelona. Lo hacía apenas 48 horas después de que otro individuo matara en Girona a la joven de 26 años con la que había mantenido una relación y 24 horas antes de que otra mujer de 22 años fuera asesinada, en la provincia de Sevilla. Estos casos han elevado a ocho el número de crímenes machistas en el mes de julio más trágico desde el pasado año 2019, cuando una decena de mujeres fueron asesinadas por sus parejas o exparejas.
"El verano es una época, o el mes julio concreto, especialmente comprometida. Hay que estar especialmente alerta ante la violencia de género más extrema". Así de tajante se mostró este martes la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, en la rueda de prensa posterior a la reunión del comité de crisis sobre violencia machista, junto a las comunidades autónomas, unidades de Violencia sobre la Mujer, la fiscal de Sala Delegada de Violencia sobre la Mujer, el Ministerio del Interior y el Ministerio de Justicia.
El de este 1 de agosto era el cuarto encuentro de una herramienta puesta en marcha precisamente en julio del año pasado con el objetivo de analizar los crímenes y reflexionar sobre la respuesta institucional, junto a las comunidades autónomas. Sobre todo, en síntesis, descubrir qué falló en la prevención. El comité se reúne, según acordó el Gobierno, cuando en un mismo mes se concentran cinco o más feminicidios: ocurrió en diciembre, en enero, en mayo y ahora.
Del comité salió un mandato claro. Y a toda la ciudadanía. Que se muestre "intolerante" contra cualquier tipo de violencia contra la mujer. "Si somos intolerantes, las mujeres sabrán que estamos ahí para cuando nos necesiten. Este rechazo a toda forma de violencia salva vidas", insistió Rosell durante la rueda de prensa, en la que añadió que actuar de otra manera supone un "silencio cómplice o encubridor" de esa violencia. Asimismo, pidió "proactividad" en la detección a las instituciones, a la Policía, la Justicia, las comunidades, entidades locales, servicios sociosanitarios y educativos; además de colaboración a los medios de comunicación para dar conocer los recursos a disposición de las víctimas, especialmente en verano.
Más convivencia, más riesgo
Pero, ¿por qué en este periodo? Lo cierto es que la advertencia no es nueva. Un estudio del Ministerio de Igualdad publicado en marzo de 2021 y que comprende el análisis de los años entre 2003 y 2017 ya alertó de que "los meses de verano (julio y agosto) son los que más asesinatos acumulan". Los expertos también lo han advertido siempre.
"Cuando hay convivencia surgen más enfrentamientos que no se ven alterados por rutinas como ir a trabajar, por ejemplo", explica el exdelegado del Gobierno contra la Violencia de Género Miguel Lorente, que apunta además a que el riesgo también se incrementa en las exparejas, aunque esa convivencia ya no exista. "Los agresores, a pesar de la separación, continúan controlando. Durante el año les es sencillo porque saben las rutinas de su expareja, pero en verano eso cambia, y la pérdida de control les lleva a asesinar", apunta.
Pide, por ello, que se elaboren campañas específicas. "Lo hace la Dirección General de Tráfico (DGT). Sabe que en cada operación salida o retorno aumenta el riesgo de accidente, y lanza mensajes múltiples, de tal manera que siempre hay alguien que se identifica con alguna", dice.
Graciela Atencio, cofundadora de la web Feminicidio —que recoge todos los asesinatos de mujeres por el hecho de serlo, ya sea dentro o fuera del ámbito de la pareja—, coincide. "Ya hemos advertido muchas veces de que hay un factor estacional, así que se deberían empezar a poner en marcha campañas masivas de prevención y advertir a la población, además de reforzar a todas las instituciones y a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado", reclama. "No olvidemos que el lugar más inseguro para las mujeres es su propio hogar", lamenta.
Negacionismo, jóvenes y extrema derecha
Rosell también incidió en otro factor durante la rueda de prensa de este martes: las tres últimas víctimas no llegaban a los 30 años de edad. Por eso fue clara: los mensajes que llegan a la juventud "no pueden ser de relativización" de la violencia machista. "Mucho menos de negacionismo", añadió.
La presidenta de la Federación de Mujeres Jóvenes, Marina Cortijo, denuncia que eso es lo que está ocurriendo. "Necesitamos que la desigualdad que sufrimos las mujeres se ataje desde la educación y desde las edades más tempranas. Un joven que piensa que la violencia machista es un invento o que pegar o insultar a la pareja es normal es algo que ya está instaurado en la adolescencia", denuncia.
Un informe de Unicef presentado el pasado 2 de febrero reveló que los niños y niñas españoles cada vez están menos preocupados por la desigualdad, el machismo y la violencia de género. Así, si en la primera edición del barómetro (2019-2020) este problema ocupaba el primer lugar (a un 89,1% le preocupaba mucho o bastante), en la segunda edición (2020-2021) pasó al octavo puesto (con un 80,5%) y en este informe, a la decimotercera posición (75,1%).
Otro presentado en mayo por el Centro Reina Sofía de Fad Juventud en Madrid constató que, a pesar de que una mayoría de jóvenes (46,4%) se identifican con el movimiento feminista, en los últimos cinco años se ha producido un aumento del antifeminismo por considerar los encuestados que el feminismo actual ha impuesto "un pensamiento único". Así, un 34,7% de los jóvenes encuestados dijo que el feminismo "busca perjudicar a los hombres" y un 38,1% que "no se ocupa de los problemas reales" porque "sólo se usa como herramienta política".
Todas estas ideas, dice Atencio, aumentan con los discursos, y también con las decisiones, que se han escuchado antes, durante y después de las campañas electorales del 28M y del 23J. "Hay una complicidad con la violencia machista en aquellos ayuntamientos y comunidades que han eliminado institutos de la mujer o consejerías o que han reducido los presupuestos. Hay que apuntar a que este negacionismo normaliza y envalentona al machista estructural", critica.
Se refiere a los pactos entre PP y Vox que se han llevado por delante las políticas y la lucha por la igualdad y contra la violencia de género en autonomías como Extremadura o la Comunitat Valenciana o en ayuntamientos como el conservador de Ribadesella, que el pasado domingo, sin ir más lejos, eliminó la concejalia de Igualdad y negó la existencia de la violencia machista. "Esto tiene consecuencias y tiene que asumirlas porque son cómplices", insiste Atencio.
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"Este año, a lo estructural que tiene el periodo estival se le ha unido el negacionismo que hemos visto en los dos procesos electorales. Eso genera desconfianza a las víctimas y refuerza al agresor", añade Lorente, que en este sentido aporta a un dato: "la media de hombres que se suicidan tras cometer el homicidio ha descendido siete puntos ahora con respecto a la de los cinco años anteriores". "Ahora entienden que hay parte de la sociedad que les comprende más", lamenta.
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Esta noticia ha sido actualizada el 2 de agosto a las 14.49, tras la confirmación de que el asesinato de la mujer de 22 años en Sevilla es también un caso de violencia de género.