Crisis del coronavirus
Británica, sudafricana o brasileña: cuántas variables del coronavirus hay y qué significa que el virus mute
El director del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) alemán advertía recientemente de que el coronavirus SARS-CoV-2 se ha vuelto más peligroso debido a nuevas mutaciones: "El virus aún no está cansado. Al contrario, acaba de recibir un impulso con las variantes: la situación está lejos de estar bajo control". ¿Por qué los virus mutan? ¿Es normal? ¿Mutan para ser más letales?
"No debemos asustarnos, es normal que los virus muten", asegura en una entrevista con Infosalus Santiago Elena, investigador del CSIC en el Instituto de Biología Integrativa de Sistemas (I2SysBio) de Valencia.
Según recuerda este científico español, todos somos diferentes y nuestras células están constantemente mutando: "Todo organismo viviente muta, es un proceso natural. La mutación es ciega, no tiene a priori ningún valor, hay algunas que pueden ser peores para el virus, y otras que pueden mejorarlo. Y no tiene finalidad, son errores que ocurren, igual que cuando escribes rápido a máquina ocurren errores tipográficos".
Estas mutaciones, según prosigue, tienen lugar "al azar" y "a ciegas", pero cuando una tiene un valor beneficioso para el virus, por ejemplo, le permite unirse mejor al receptor celular, la selección natural las favorece. "El virus como entra mejor en las células, se reproduce mejor, se transmite mejor que otros que no tienen esa mutación, y es la que acaba predominando", apostilla.
Desde los CDC norteamericanos afirman igualmente que se espera que aparezcan nuevas variantes del virus con el paso del tiempo. "A veces, emergen nuevas variantes y luego desaparecen. En otras ocasiones, emergen nuevas variantes y persisten. Se han documentado diversas variantes del virus que causa la COVID-19 a nivel mundial durante esta pandemia", reconoce.
Eso sí, hay que tener claro, según insiste Santiago Elena, que los virus "no mutan para ser más malos y matar a más personas" sino que, como cualquier organismo vivo, optimizan su eficacia biológica, su capacidad de reproducción en un ambiente dado, gracias a la selección natural. "En la actualidad se están favoreciendo las mutaciones del virus que funcionan mejor en el nuevo huésped, que somos nosotros. Y a día de hoy ya hay diferencias con el virus que saltó desde el murciélago, las variantes que estamos registrando", añade.
Principales variantes del Sars-CoV-2 en circulación
Con todo ello, el investigador del CSIC en el I2SysBio de Valencia detalla cuáles son las principales características de estas variantes del SARS-CoV-2 actualmente en circulación:
1.- Variante británica. Llamada B.1.1.7.B.1.1.7 Sabemos que aparece sobre el otoño y rápidamente se distribuye por todo Inglaterra. Se propaga con mayor facilidad y rapidez que las otras variantes gracias a dos mutaciones peculiares no vistas antes, que favorecen su mayor infectividad. "Los expertos de Reino Unido informaron de que esta variante puede estar asociada a un mayor riesgo de muerte, en relación con las otras variantes del virus, pero creen que es necesario seguir investigando para confirmar este hallazgo", aclaran los CDC norteamericanos. Todavía no es la mas predominante en Europa, pero según las cuentas de epidemiólogos, para marzo podría serlo.
2.- Según los CDC norteamericanos, en Sudáfrica apareció otra variante llamada 501.V2501.V2, detectada originalmente en octubre del 2020. Presenta unos 20 cambios genéticos con respecto a formas anteriores del SARS-CoV-2, de los que comparte algunos con la variante británica. La mutación que más preocupa, según subraya el científico del CSIC, es Eeek porque se dijo en su momento que podía disminuir la eficiencia de los anticuerpos, de forma que el virus podía resistir más frente a ellos
"Esto hay que matizarlo porque son estudios in vitro en cultivos celulares en los que se aprecia una pequeña disminución (por decir una cifra del 100 al 92% de neutralización), y hay que tener en cuenta que nuestro sistema inmunitario no sólo combate las infecciones con anticuerpos, sino también gracias a la respuesta celular (por ejemplo a través de los linfocitos T)", matiza Santiago Elena.
3.- Otra variante que se está extendiendo con fuerza fue en Brasil, llamada P.1.1, según añaden los CDC, y que se identificó por primera vez en viajeros provenientes de Brasil sometidos a las pruebas de detección de rutina en un aeropuerto de Japón a principios de enero. Contiene una serie de mutaciones que podrían afectar a su capacidad de ser reconocida por los anticuerpos, como la antes mencionada Eeek.
4.- El resto de variantes que circulan. En España, actualmente, la predominante es la primera mutación que se expandió en Europa.
Las actuales vacunas sirven
Por su parte, el científico del CSIC, Santiago Elena, destaca igualmente que hasta la fecha sirven las actuales vacunas para combatir las variantes del SARS-CoV-2 en circulación. Resalta el caso concreto de las vacunas de Pfizer y de Moderna, diseñadas a partir de ARN mensajero, una técnica que "les confiere una versatilidad enorme", y por la que se pueden modificar fácilmente frente a nuevas mutaciones del virus.
A su vez, califica de "muy interesantes" las variantes surafricana y brasileña, que dice que comparten 4 mutaciones, 3 de ellas asociadas a una mejor afinidad por el receptor. Asimismo, llama la atención sobre el hecho de que aparezcan "idénticas mutaciones, de manera independiente y en sitios tan diferentes".
En su opinión, esto significa que las posibilidades del virus de optimizarse son limitadas. "Si fueran unas posibilidades infinitas de optimización veríamos que en cada sitio todas confieren una mayor afinidad o capacidad de transmisión, pero se ven las mismas mutaciones, por lo que las posibilidades de cambiar para adaptarse al huésped son pocas. Con ello, explorará lo que pueda y llegará un punto donde quede estable y será el virus de dentro unos años", agrega.
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Preguntado por la afirmación de que en el futuro la infección del SARS-CoV-2 no será más que un mero catarro, el investigador del CSIC incide en la idea de que "a ningún patógeno le interesa inmovilizar a su huésped deprisa" porque sino de esta forma evitará que se transmita y no podrá multiplicarse, y cuantas más copias de él haya y más se distribuya será mejor. "Al final el virus se optimizará hasta un punto de equilibrio y a partir de ahí habrá una variante predominante. Y puede que cada año vengan mutaciones nuevas pero serán estables. Ahora el virus presenta mucha evolución porque es nuevo en el huésped", afirma.
El profesor Elena remarca que el virus tiende a evolucionar hacia una situación donde sea lo suficientemente bueno transmitiéndose pero no demasiado severo para que esas transmisiones se bloqueen.
"Hay que llegar a un equilibrio. La gripe por ejemplo se transmite muy bien, es virus respiratorio como el SARS-CoV-2, en algunos casos más severos y en otros letal, pero el constipado común lo pasamos todos los años y también se transmite muy bien, pero no tiene una sintomatología grave, y es un coronavirus", subraya. En última instancia, y al ritmo que llevamos de vacunación, el investigador del CSIC no cree que adquiramos la inmunidad de grupo hasta dentro de unos 6 meses como mínimo, y cree que previsiblemente habrá una cuarta ola, aunque no tan fuerte como esta tercera actual que estamos terminando.