Estados Unidos

Así es la carrera que enfrenta a demócratas y republicanos para suceder a Obama

Así será la carrera que enfrente a demócratas y republicanos en busca de la Casa Blanca

Iowa dio este lunes pistoletazo de salida al proceso de nominación que decide qué candidatos del Partido Republicano y el Partido Demócrata se enfrentarán en las elecciones presidenciales del 8 de noviembre. Una carrera de cinco meses y medio –la última elección correrá a cargo de los demócratas el 14 de junio– que continuará con las primarias del pequeño estado de New Hampshire el martes 9 de febrero. En total, este mes serán cuatro estados –también lo hacen Nevada y Carolina del Sur– los que en fechas dispares elijan a los candidatos de ambos partidos.

El caucus (reunión asamblearia en la que los miembros del partido deciden a qué candidato apoyan) de Iowa se saldó además con dos sorpresas. La primera, en el Partido Demócrata, con el empate técnico entre los dos principales candidatos: Hillary Clinton y Bernie Sanders. En una reñida votación la exsecretaria de Estado se hizo con el voto de 701 asambleas (caucus) y el senador por Vermont con 697. Así, ambos lograron 22 delegados por Iowa en la Convención Nacional que decidirá el candidato a las presidenciales. Además, Clinton logró con este empate evitar una derrota que habría traído los fantasmas de 2008 tras el golpe de efecto que Barack Obama dio en este mismo escenario con una victoria absolutamente inesperada que acabo dejando a la ex primera dama fuera de la carrera por la Presidencia. 

El presidente del think tank The Hispanic Council, Daniel Ureña, considera en declaraciones a infoLibre que, aunque "Hillary Clinton sigue siendo la favorita a nivel nacional" Iowa demuestra que "no lo va a tener tan fácil como pensaba". A su juicio, Sanders consiguió "dar un aviso a Clinton, ya que para las próximas elecciones internas, las primarias de New Hampshire, el veterano senador es favorito desde hace varios meses". Ureña cree que "Sanders ha logrado perfilarse como una opción gracias al apoyo de los votantes más jóvenes, identificados con su mensaje" contra el establishment. Aún así la fecha clave, recuerda, es el 1 de marzo –supertuesday–, día en el que los demócratas eligen candidatos en 12 estados.

El escenario en el Partido Repúblicano está aún menos claro tras conocerse los resultados de los caucus de Iowa. Ted Cruz dio la segunda sorpresa de la noche al imponerse con el 27,65% de los votos al favorito Donald Trump, que se tuvo que conformar con un 24,3%. Ambos seguidos muy de cerca por el senador de Florida Marco Rubio, que obtuvo el 23,1%. Tras ellos, Ben Carson (9,31%), Rand Paul (4,5%) y Jeb Bush (2,8%) también lograron representación para la Convención Nacional. Las primeras palabras de Cruz tras los resultados fueron directamente dirigidas a sus rivales: "El candidato no lo decidirán los medios de comunicación [Trump] ni el establishment [Rubio], lo decidirá la gente"establishment .

Iowa, por sus características sociodemográficas, es un terreno favorable para Ted Cruz, el candidato más representativo del Tea Party y los family values. Sin embargo, resultamás complicado para Donald Trump –a quien Cruz acusó de representar los valores de Nueva York– y Marco Rubio, que en las encuestas previas estaba a casi diez puntos de los dos favoritos en en este estado. Por estoúltimo, Ureña opina que el "verdadero vencedor" de anoche fue el senador por Florida, quien bajo su punto de vista, "multiplica sus opciones para ser el nominado republicano a la Presidencia". "Este resultado le sitúa en una gran posición de cara a la cita de New Hampshire y le garantiza gran cobertura mediática en los próximos días al superar todas las expectativas puestas sobre su candidatura", apunta.

Este caucus se ha cobrado, además, las dos primeras víctimas. En el lado de los demócratas, el gobernador de Maryland, Martin O'Malley, anunció tras sacar menos del 1% de los votos que abandona la carrera por la nominación. El mismo camino que tomó el vencedor de los republicanos en Iowa en 2008, Mike Huckabee, que entonces obtuvo el 34% de los apoyos y este año no pasó de uno de cada 100 votos.

El caucus de Iowa es el arraque del proceso de selección del candidato de ambos partidos en los Estados Unidos desde 1972, tal y como recuerda Constanza Cruz, responsable para EEUU del diario chileno La Tercera. Este sistema, que se repite en otros doce estados, se compone de una serie de "asambleas locales de partido (cerca de 1.700 en el caso de Iowa) reunidas en diferentes puntos del Estado como iglesias, colegios o bibliotecas en las que discuten a su candidato". Como expone Cruz, "tras horas debatiendo, las asambleas eligen". Después,  tras reunir los datos de cada agrupación, cada uno de los condados lleva a un represente a la Convención del estado, donde finalmente se conoce el número de delegados que obtiene cada uno de los precandidatos por este estado a nivel nacional.

Daniel Ureña subraya que "no hay un proceso electoral en España similar al caucus"caucus, al que trata de definir como "una asamblea partidaria donde los portavoces de cada uno de los candidatos explican por qué su candidato es mejor que el resto". Tras horas de debate, "las votaciones se hacen a mano alzada o con papeletas". Así, en los caucus "no se elige a ningún candidato de forma directa sino que se eligen delegados nacionales, es decir, representantes estatales del partido, que en julio acuden a la Convención Nacional donde se vota al candidato de forma directa y se anuncia su nominación (junto a la del vicepresidente) de forma oficial".

New Hampshire, primarias desde 1920

El siguiente paso en la carrera hacia la Casa Blanca tendrá lugar en New Hampshire, una elección igualmente simbólica. Este pequeño estado del noreste de 1,3 millones de habitantes alberga la primera elección primaria del país desde el año 1920. Aunque en relación con otros territorios la elección en New Hampshire pueda ser irrelevante, sí supone un impulso mediático dado su carácter tradicional y la pequeña brecha de once días que hay entre estas primarias y las siguientes del día 20 de febrero en Nevada (demócratas) y Carolina del Sur (republicanos).

New Hampshire representa, además, la gran oportunidad de Bernie Sanders, una rara avis en la fauna política de EEUU, ya que se declara "socialista". El senador por Vermont –estado vecino– lídera las encuestas con una ventaja de entre 15 y 20 puntos sobre Hillary Clinton. Sanders necesitaría la victoria en un escenario propicio como este para mantener las opciones de aspirar a la Presidencia tras el empate de Iowa. Del mismo modo, el neoyorkino Donald Trump encara con optimismo esta elección que también premia, al menos en las encuestas, a otros candidatos rezagados, como Jeb Bush o John Kasich. Aquí, Ted Cruz y Marco Rubio no cuentan a priori con las mismas opciones que en Iowa. Además, los precandidatos republicanos, a diferencia de los demócratas, tendrán el próximo viernes la oportunidad de debatir ante sus electores en la ciudad de Manchester.

Constanza Cruz no cree "decisiva" la victoria en estos dos estados. "Sin embargo, –continúa– si echamos un ojo a la historia más reciente, gran parte de los últimos demócratas que han ganado en Iowa aquí también han conseguido la nominación. Desde 1976, los demócratas se han equivocado sólo dos veces. En cambio, desde 1980 los republicanos sólo han pronosticado dos veces al ganador. No hay que olvidar que Iowa tiene un electorado muy conservador, y que hay muchos de los precandidatos que prefieren enfocarse en la segunda parada, New Hampshire, antes que en Iowa (el caso de Jeb Bush). De todas maneras, es importante ganar aquí porque da notoriedad", recalca.

Camino del 8 de noviembre

La ley electoral estadounidense establece que "la elección presidencial se realiza el primer martes después del primer lunes del mes de noviembre de los años bisiestos y de los divisibles por cien". Una enrevesada legislación cuyo objetivo es evitar la coincidencia con el día 1 de noviembre (día de Todos los Santos). Este año, en base a ello, las elecciones presidenciales tendrán lugar el martes 8 de noviembre. Aunque antes, como en Iowa y New Hampshire, falta por recorrer un camino de nueve meses de caucus, primarias y debates por todos los puntos de la geografía estadounidense.

¿Pero quiénes son los favoritos para las nominaciones en cada partido y, al final, a la candidatura a la Presidencia? Para Daniel Ureña, la incertidumbre aún a estas alturas continúa siendo máxima. En el lado demócrata, aunque Hillary "sigue siendo favorita", el precandidato Sanders "ha conseguido acortar distancias en las encuestas conquistando al público más joven", un electorado vital del partido. A estas alturas, y a falta de conocer los resultados en los primeros estados, Hillary Clinton promedia aproximadamente el 50% de los apoyos dentro de la formación. Sanders se queda cerca del 40%.

En el caso del Partido Republicano, el experto advierte de "escenarios más dispares". Explica que "por un lado está el líder en las encuestas, Donald Trump, del que muchos piensan que no podría ser presidente". Tras él, "le siguen de cerca Ted Cruz y Marco Rubio". Esto sin olvidarnos de "otros candidatos que también pueden dar mucho que hablar en las primarias como Jeb Bush, quién ha recaudado más dinero para la campaña y uno de los que cuenta con mayores apoyos dentro del partido". En opinión de Ureña, "una vez pase el supertuesday podremos tener una idea más clara de lo que va a pasar en ambos partidos porque ahora, especialmente en el Partido Republicano, todo resulta muy difuso".

Los debates habidos y por haber

Sin duda uno de los elementos clave en las campañas electorales de los Estados Unidos son los debates. El Partido Republicano ha celebrado siete antes de comenzar el proceso de elección de candidatos. Después, tendrán cita la cita del 6 de febrero en New Hampshire, el 13 en Carolina del Sur y Texas el día 26 del mismo mes. Los dos últimos serán en marzo, el primero en Detroit el jueves día 3 y el siguiente justo una semana después en Florida. Los demócratas, por su parte, han llegado a este punto con seis debates a la espalda, no exentos de polémica por su "mala" ubicación en el calendario e incluso el horario: festivos, puentes o días donde las audiencias televisivas se presumían bajas. Una vez superados los primeros envites electorales, el Partido Demócrata organizará cuatro debates: el 4 y el 11 de febrero en New Hampshire y Wisconsin; y los días 6 y 9 de marzo en Michigan y Florida respectivamente.

Daniel Ureña considera que los debates para las primarias "le están siendo más útiles a varios de los candidatos republicanos por el mero hecho de que han celebrado más y en cada uno de ellos ha destacado uno diferente". A su forma de ver, "Trump y [Carly] Fiorina fueron la sorpresa en los primeros debates, aunque más tarde fueron Marco Rubio y Ted Cruz quienes entraron más en las intervenciones". En las últimas citas asegura que es "Ted Cruz el que se está posicionando como un gran candidato".

Por parte del Partido Demócrata, Ureña cree, como se ha señalado anteriormente, que han tenido menos importancia por dos razones: ha habido menos y se han celebrado siempre en fechas discutibles. "Mucha gente del partido cree que esto favorece a Clinton, pero la realidad es que todos los debates demócratas, aún con O'Malley, han sido cara a cara entre Hillary y Sanders" y, del mismo modo que con los republicanos, "unas veces ha favorecido a uno y otros a otro". En cualquier caso, el presidente de The Hispanic Council asevera que "todavía no podemos hablar de un claro ganador" de ninguno de los partidos en estos enfrentamientos. 

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