Chema Gil, experto en terrorismo
“Cuando identificamos el yihadismo como un enemigo exterior, estamos desinformando”
Diez meses después de los brutales atentados terroristas en la sede de la revista satírica Charlie Hebdo, en París, la capital francesa ha vuelto a ser víctima de uno de los ataques más sanguinarios por parte de una organización terrorista, con un balance de 129 muertos y 350 personas heridas.
Chema Gil, director del departamento de estudios sobre terrorismo del Instituto de Seguridad Global, alerta del fenómeno global ante el que nos encontramos y hace balance de la situación desde el pasado mes de enero. Analiza cómo grupos terroristas han sabido hacerse con las herramientas necesarias para conquistar el espacio virtual, y denuncia la ausencia de actuaciones concretas y eficaces por parte de la comunidad internacional ante una situación que nos concierte a todos.PREGUNTA: ¿Ha habido un salto cualitativo desde los atentados a Charlie Hebdo?RESPUESTA:
Charlie Hebdo
Yo creo que no. Es verdad que en aquellos escenarios múltiples de atentados, Charlie Hebdo parecía un objetivo claro, pero también se disparó y mató a gente civil en otros sitios como el supermercado kosher. En definitiva, atacar a la población civil en el ámbito de lo que le resulta cotidiano es lo que hace el terrorismo. Lo vimos en Madrid, lo vimos en Casablanca en mayo de 2003, lo vimos en julio de 2005 en Londres, lo vimos en los años 90 en París también, en los atentados del metro, y lo vimos en el 2001 en Nueva York. Esto es una característica de la que debemos tomar nota. Cuando se declaran las alertas en un país se protegen de entrada las grandes infraestructuras críticas, pero lo que es verdad es que los terroristas siempre atentan contra los ciudadanos, que son los que como sociedad experimentan el pánico y el terror, y la forma de implementar ese pánico y ese terror es atacar a la gente sencilla y normal y corriente en el ámbito de lo que es su vida cotidiana.
P. ¿Cuál es el papel de Internet en el proceso de captación?R.
Hace ya bastantes años que los procesos de captación, de radicalización y de ideologización se desvinculan del entorno religioso inmediato personal. Internet es el gran campo de batalla, dentro de los propios grupos terroristas Internet es descrito como una gobernación, una provincia, una parte de lo que es el espacio que ellos deben conquistar y que hoy por hoy lo tienen conquistado. La comunidad internacional no ha utilizado Internet como ese campo complejo en el que poder desplegar una contranarrativa y labores de contraideologización. Internet es hoy un campo de batalla donde los terroristas actúan con muchísimo más éxito y eficacia que los Estados y la comunidad internacional.
P. ¿Por qué esa carencia por parte de la comunidad internacional? ¿Falta de herramientas o de voluntad?R.
Las herramientas sí existen, basta ver la eficacia con la que se ha desarrollado el terrorismo yihadista desde el nacimiento del Daesh. Yo, como analista del fenómeno, me atrevo a identificar esa carencia de la comunidad internacional. ¿Por qué los Estados no se han entregado de manera muchísimo más eficaz, determinada y coordinada a esa labor? La verdad es que yo no acierto a entenderlo. Me niego a pensar que nuestra inteligencia sea menor que la capacidad de estos individuos, por lo tanto los Estados deberán responder por qué no son capaces de generar espacios que sirvan para la contranarrativa, que no es tanto una labor policial como una labor más compleja de inteligencia, en el más amplio sentido de la palabra.
El experto en terrorismo islamista Chema Gil
P. Tras los atentados, y en un contexto de crisis migratoria, se ha señalado a los refugiados, sin embargo el Daesh recluta a gente por toda Europa.R.
A mí me produce un rechazo muy profundo cuando responsables políticos, sociales y religiosos ponen el énfasis en la cuestión de los refugiados. La experiencia nos dice desde los últimos 20 años que los terroristas que han atentado en Europa son gente que se ha criado aquí. La mayoría de los terroristas que están siendo identificados en relación con los atentados de París son individuos nacionales de Francia o Bélgica. Es evidente que ante un flujo migratorio de refugiados, que puede ser de un millón y medio de personas, cabe la posibilidad de que haya yihadistas, pero no es la nota dominante. Los refugiados son personas que huyen de esta gente.
Y luego hay una lectura paralela a esta cuestión, cuando identificamos el terrorismo yihadista como un enemigo que viene de fuera, estamos desinformando a la gente. En realidad el terrorismo yihadista que está operando en nuestro territorio se corresponde con individuos que han nacido o se han criado aquí.
P. ¿Cómo valora la respuesta de Francia?R.
Los atentados de París han sido reivindicados con claridad por una organización terrorista que se autodenomina Estado Islámico, que tiene unas posiciones geográficas muy concretas, y que se ha apoderado y domina un territorio. La respuesta de Francia ante una agresión de este calibre es coherente con la legislación internacional y con el Derecho. Otra cosa es que consideremos que esa respuesta va a ser la solución definitiva, pero lo cierto es que a todas luces a mí me parece necesaria. Porque debemos combatir en el ámbito bélico allí donde el terrorismo se desarrolla de forma bélica. En nuestro territorio, donde el terrorismo se manifiesta de forma absolutamente asimétrica, tenemos que responder con inteligencia policial, con la ley, y con nuestro Derecho interno.
Este fenómeno es multidimensional y poliédrico y por tanto va a requerir respuestas multidimensionales y poliédricas, no podemos hacer diagnósticos simplistas ante una cuestión tan compleja, porque entonces haremos un diagnóstico erróneo y el tratamiento será absolutamente ineficaz.
P. Cuando fueron los atentados de Charli Hebdo, usted aseguró que estábamos ante un fenómeno global del que no éramos conscientes. ¿Cuál cree que es la percepción a día de hoy?R. Charli Hebdo
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La percepción que tengo a fecha de hoy es que estamos en la misma dinámica. La víspera al día del atentado en París se produjo otro terrible en Líbano, y también una acción terrorista en Túnez. Nadie ha hablado de ese tema. Por lo tanto, nos referimos a esta amenaza cuando nos sentimos concernidos como occidentales por ella. Aquí nadie habló de las decapitaciones que se habían producido por centenares hasta que no vimos a uno de los nuestros, a James Foley, compañero periodista occidental, decapitado frente a una cámara. Por lo tanto seguimos contemplando esto como una amenaza que nos viene de fuera y que afecta a unos determinados países del mundo como si no tuviera nada que ver con nosotros. La globalización también se extiende a ese ámbito y por tanto debemos cambiar la mirada respecto a este fenómeno y sentirnos concernidos por la amenaza cuando se produce un atentado en París y cuando se produce en Líbano.
P. ¿Existe un riesgo real en España?R.
El peligro es tan real como lo que hemos visto en París. Sin alarmismo, sin renunciar a los valores democráticos como sociedad occidental, como defensores de las libertades, debemos ser conscientes de que esa amenaza que se ha materializado en París, igual que se materializó en el pasado en España, se puede volver a materializar. Ese riesgo es coherente con el nivel de alarma que existe en nuestro país. Estamos en el cuatro, que es el inmediatamente anterior al máximo y significa riesgo muy alto de atentado terrorista.