Israel mantiene en Gaza un asedio que ya ha causado más de 70 muertos desde el martes

Al menos 71 personas –varias de ellas niños– han muerto en los tres últimos días en los objetivos bombardeados por Israel en la Franja de Gaza, según el último balance del Ministerio de Salud de Gaza citado por Europa Press. Además, unas 520 personas han resultado heridas. Por su parte, las milicias gazatíes han disparado contra territorio israelí más de 200 cohetes, medio centenar de ellos este miércoles, según informaron las Fuerzas de Defensa de Israel, si bien por el momento no se han registrado víctimas mortales en Israel. 

De acuerdo con fuentes médicas citadas por la agencia, este miércoles hubo 22 víctimas mortales, entre las que hubo seis mujeres y nueve niños. Además, habría dos niños desaparecidos tras un ataque contra el campo de refugiados de Al Maghazi en el que han muerto tres miembros de una misma familia. Entre los fallecidos en estos dos días también figuran varios milicianos tanto de Hamás como de la Yihad Islámica. El Gobierno israelí dijo en un comunicado que la mayoría de los ataques fueron concentrados en destruir sitios de lanzamiento de cohetes, pero reconoció que también fueron atacadas viviendas donde residen líderes de las milicias de Hamás. Fotografías realizas en la Franja demuestran también que los ataques han llegado a los domicilios de civiles. 

La ONG Human Rights Watch (HRW) critica a israelíes y palestinos por llevar a cabo ataques contra la población civil. El subdirector de la organización para Oriente Próximo y Norte de África, Joe Stork. afirmó que los bombardeos ejecutados por Israel contra la Franja de Gaza equivaldrían a un "castigo colectivo", al tiempo que indicó que los ataques con cohetes realizados por las milicias palestinas podrían suponer crímenes de guerra, informa Europa Press. 

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, dijo este miércoles que el Ejército está "preparado para cualquier posibilidad", si bien no aclaró si finalmente se producirá la ofensiva terrestre. "Hemos decidido aumentar todavía más nuestros ataques contra Hamás y las organizaciones terroristas en Gaza", señaló, al tiempo que pagará "un alto precio" por los cohetes que sigue disparando contra Israel y que, según aseguró, este miércoles llegaron incluso a 125 kilómetros de la frontera gazatí.

Por su parte, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, llamó por teléfono al mandatario egipcio, Abdelfatá al Sisi, para pedirle que intervenga y medie en la "peligrosa" escalada de tensiones en la Franja. Abbas infirmó a Al Sisi de cómo está la situación y el presidente egipcio le trasladó su "preocupación", según un comunicado recogido por las agencias palestinas. "Egipto está preocupado por la seguridad de la población palestina y quiere que se detengan los ataques y se alcance un alto el fuego cuanto antes", dijo Al Sisi.

Según una información de la BBC, todo indica que Israel está haciendo "todos los preparativos necesarios" para iniciar un ataque por tierra que tendría graves consecuencias para los civiles palestinos. Durante la Operación Pilar Defensivo, que tuvo lugar en 2012, ambos bandos evitaron enfrentamientos terrestres. Israel reunió sus fuerzas en la frontera con la Franja de Gaza, pero tras ocho días de ataques aéreos israelíes y lanzamientos de cohetes palestinos, se llegó a una tregua sin que mediara una gran incursión israelí. Pero la Operación Plomo Fundido que Israel llevó adelante entre 2008 y 2009 sí consistió en amargos combates en tierra durante tres semanas, relata la cadena británica. 

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La ofensiva israelí ha llegado tras semanas de tensiones catalizadas por el secuestro y asesinato de tres jóvenes israelíes en los alrededores de Hebrón. Durante los días siguientes las fuerzas de seguridad de Israel lanzaron una operación de búsqueda en la que murieron nueve civiles palestinos en en el territorio ocupado de Cisjordania, así como varios más en intercambios de disparos en la Franja de Gaza.

La situación se deterioró después de que un adolescente palestino fuera secuestrado y quemado vivo en el Bosque de Jerusalén por un grupo de israelíes que presuntamente actuaron en venganza por el suceso previo. Al menos tres de los seis detenidos han confesado haber participado en el asesinato.

Finalmente, el martes se inició la operación 'Borde Protector' contra Hamás, al que Israel acusa de estar detrás de la muerte de los tres jóvenes israelíes, si bien la formación lo ha negado y Tel Aviv no ha aportado pruebas que respalden sus acusaciones. La autoría del suceso fue reclamada por el brazo armado de Al Fatá, las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa.