Egipto
Mursi pide desde prisión a sus seguidores que “continúen la revolución” en Egipto
Las páginas oficiales del expresidente egipcio Mohamed Mursi publicaron el pasado jueves un mensaje pidiendo a sus seguidores que "continúen la revolución", en un mensaje supuestamente enviado por el exmandatario desde prisión, informó Europa Press.
"Mi fuerza y mi determinación no se han debilitado y mi creencia en mi convencimiento en la victoria no tiene límites. Vuestra revolución será estudiada en todo el mundo, así que completadla, ya que liberará a la nación", dijo, según informó el diario egipcio Al Ahram.
Mursi concluyó su mensaje refiriéndose a sí mismo como el presidente de la República Árabe de Egipto y felicitando a la población por la festividad de Eid al Fitr, que marca el final del mes de Ramadán.
El expresidente fue condenado a muerte en junio por los cargos de asesinato e intento de asesinato durante su fuga de prisión en 2011 durante la revuelta contra Hosni Mubarak.
Hasta la fecha, Mursi ha sido condenado además a 20 años de cárcel por incitación a la violencia durante las manifestaciones contra su mandato en diciembre de 2012 y a cadena perpetua por filtrar documentos a grupos como Hamás y Hezbolá.
Mursi se convirtió en el primer presidente elegido democráticamente en Egipto tras la caída de Mubarak en febrero de 2011, pero fue derrocado a su vez por el Ejército en julio de 2013 tras multitudinarias protestas en su contra.
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El Gobierno de Abdelfatá al Sisi, que accedió al poder tras imponerse sin apenas oposición en las presidenciales celebradas meses después del derrocamiento de Mursi, ha lanzado una campaña contra la organización islamista Hermanos Musulmanes y los grupos revolucionarios que encabezaron las protestas que provocaron la caída de Mubarak.
La campaña se saldó por el momento con miles de encarcelados y condenados por diversos cargos en juicios que fueron denunciados por las ONG internacionales por su falta de transparencia.
Además, cientos de miembros y seguidores de Hermanos Musulmanes murieron en la represión de sus protestas tras el derrocamiento de Mursi. El nuevo Gobierno declaró al grupo como una organización terrorista, incrementando su presión contra la formación.