Iglesia católica
El papa condena el "pecado gravísimo" de quienes cierran fábricas y destruyen empleo para hacer negocio
El papa Francisco ha condenado el "pecado gravísimo" de dejar sin empleo con "maniobras económicas" o intereses oscuros y ha aseverado que los dirigentes están obligados a garantizar el trabajo a todos.
"Los que por maniobras económicas, para hacer negocios que no están claros, cierran fábricas y quitan el trabajo a los hombres cometen un pecado gravísimo", señaló de forma improvisada durante la audiencia general de este miércoles, recogida por Europa Press.
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"El trabajo nos da dignidad y los responsables de esos puestos, los dirigentes, tienen la obligación de hacer todo lo posible para que cada hombre y mujer pueda trabajar y así ir con la cabeza alta, con dignidad", recalcó.
Además, invitó a los católicos a mostrar un amor "verdadero" por los más necesitados y arremetió contra la "hipocresía" del amor de "telenovela" durante la audiencia general de este miércoles.
"Cuando se ama, hay que evitar caer en la hipocresía de buscar nuestros propios intereses, y también en la idea falsa de pensar que si se ama es sólo mérito de uno mismo", aseguró el pontífice ante miles de fieles en la plaza de San Pedro.