Refugiados políticos
El primer astronauta sirio vive como refugiado en Turquía
El primer cosmonauta sirio enviado al espacio vive ahora en Estambul como refugiado tras haber huido en 2012 de la guerra civil en su país. Según el diario turco Daily Sabah, Faris viajó al espacio como miembro de la tripulación de la misión soviética Interkosmos, en 1987. Despegó a bordo de una nave en la que pasó siete días, 23 horas y ocho minutos antes de regresar a la Tierra. Durante su estancia en órbita recibió las felicitaciones del entonces presidente de su país, Hafez al-Assad, y, a su regreso, se le otorgó las medallas Héroe de Siria, Héroe de la Unión Soviética y la Medalla de Lenin. Además, aeropuestos y calles del país llevan su nombre.
Tras esta experiencia, el exastronauta decidió enseñar en la universidad durante 10 años y, posteriormente regresaría al ejército para convertirse en General en 2004. En 2012, dejó definitivamente su país, acompañado de su familia, para refugiarse en Turquía.
En declaraciones al periódico turco, Faris explica que ha estado viviendo en Turquía durante cuatro años. "Los seis vivimos en un apartamento de dos dormitorios en Kocamustafapasa (un barrio de Estambul), asisto a conferencias para compartir mis experiencias", ha apuntado Faris.
Del mismo modo, señala que todas sus pertenencias le fueron quitadas cuando salió de su país, de manera que aún sería más difícil, si cabe, el regresar. "Fue una elección. En lugar de vivir allí como un 'héroe', mientras mi pueblo estaba sufriendo, preferí vivir en condiciones difíciles en el exilio con mi honor", habla Faris sobre su decisión de trasladarse a Turquía.
El exastronauta reconoce que ha participado en reuniones organizadas por la oposición, pero, según ha dicho, cuando comenzó el conflicto armado se dió cuenta de que podría acabar herido en cualquier momento. "Me gustaría vivir en mi país. La última vez que lo vi era una ruina total", ha lamentado.
Sobre la crisis actual en Europa con los refugiados sirios ha apuntado que no todos deben ser considerados como ladrones o mendigos. "En esta ola de migración, la gente de todos los sectores de la sociedad están viniendo a Turquía. Hay profesores, así como gente ignorante. Pero la gente de Siria en general tiene ocupaciones. No son mendigos", ha querido aclarar.
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Rechazó el asilo de Rusia
Antes de su marcha a Turquía Faris rechazó la oferta de Rusia para vivir con su familia: "Me negué porque también han bombardeado a mis amigos cosmonautas de Siria". Aún así, considera que Alexander Viktorenko y Aleksandr Pavlovich –sus compañeros en la misión– siguen siendo sus "hermanos", un sentimiento que se adquiere "cuando se ve la Tierra desde la misma nave". "Es un sentimiento que pone fin a todas las diferencias", ha añadido.
En este sentido, ha apuntado que la mejor vista que se puede tener del planeta es desde el espacio. "Lo miras al igual que un bebé mira a su madre, no ves fronteras, no hay estados, no hay diferencias. Me gustaría que pudieran enviar a todas las personas malas en la Tierra al espacio y estoy seguro de que una vez que regresen, se darían cuenta de lo hermosa que es y dejarían de serlo".