Arabia Saudí
Al menos uno de los sospechosos por el 'caso Jashogi' estuvo en España
Al menos nueve de los quince saudíes sospechosos señalados por las autoridades turcas en relación con la desaparición del periodista Yamal Jashogi están relacionados de forma más o menos directa con el príncipe heredero Mohamed bin Salman, incluido uno que formó parte de su séquito durante la visita que realizó hace unos meses a España y Francia, según informa el diario New York Times.
El periódico estadounidense ha conseguido confirmar de forma independiente que estos nueve hombres trabajaban para los servicios de seguridad saudíes, el Ejército u otros departamentos ministeriales. En el caso de Maher Abdulaziz Mutreb, un diplomático que estuvo destinado en la Embajada en Londres en 2007, acompañó al príncipe heredero en sus visitas a España, Francia y Estados Unidos, ya que se le puede ver en algunas imágenes tomadas durante las mismas. Otros tres, según precisa el diario, han sido vinculados al personal de seguridad del príncipe heredero, mientras que otro de los sospechosos, Salá al Tubaigy, es un experto forense que ocupa un alto cargo en el Ministerio del Interior y que por su nivel solo podría actuar por orden de un alto cargo saudí.
Jashogi desapareció el pasado 2 de octubre tras entrar en el consulado saudí en Estambul. El Gobierno saudí aseguró inicialmente que abandonó el edificio poco después, pero las autoridades turcas rápidamente apuntaron que el periodista, que colaboraba con el Washington Post tras exiliarse, fue asesinado en el interior del edificio y algunos medios han apuntado a que su cuerpo pudo haber sido descuartizado o disuelto en ácido.
Este lunes, la policía turca recibió finalmente permiso para registrar el consulado, de donde se habría llevado algunas pruebas, si bien el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha aclarado que algunas de las dependencias habían sido pintadas recientemente, lo que podría alterar las pruebas.
Ese mismo día, la cadena CNN informó de que las autoridades de Arabia Saudí estarían preparando un informe que reconocería que la muerte de Jashogi tuvo lugar en el interior de su consulado en Estambul durante un interrogatorio en el marco de una operación llevada a cabo sin que mediara permiso de un superior y que los responsables rendirían cuentas ante la justicia. Así las cosas, tanto el rey Salmán como el príncipe heredero recibieron el martes en Riad al secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, a quien trasladaron su voluntad de cooperar con la investigación pero desmarcándose de haber desempeñado ningún papel en la misma.
El príncipe heredero también trasladó este mensaje al presidente estadounidense, Donald Trump, quien ha expresado en varias ocasiones su preocupación por el caso, aunque sin querer acusar por el momento a Riad de lo sucedido, y le aseguró que no estaba al corriente de lo sucedido en el consulado. En este sentido, Trump ha considerado que "sería malo" que el rey y el príncipe Mohamed tuvieran información sobre el supuesto asesinato del periodista. "Depende de si el rey (Salmán) y el príncipe heredero Mohamed bin Salmán lo sabían, en mi opinión. Lo primero, qué pasó y si sabían qué pasó. Si lo sabían, sería malo", dijo en una entrevista en Fox News.
Minutos antes, había desvelado a través de su cuenta en la red social Twitter que había hablado con el príncipe heredero saudí y que éste "ha negado totalmente cualquier conocimiento de lo que pasó en su consulado en Turquía". "Me dijo que ya ha iniciado y expandirá rápidamente una investigación total y completa en torno al asunto. Habrá respuestas pronto", agregó.
Sin embargo, el New York Times considera que la presencia de tantas personas próximas al príncipe heredero pone en tela de juicio su desconocimiento del caso. En este sentido, subraya que el que hubiera un reputado forense en el consulado sugiere que la operación tenían un carácter letal desde el principio.
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El conocido crítico de las autoridades saudíes que colaboraba como columnista en el Washington Post acudió al consulado de Estambul para tramitar los papeles y poder casarse con su pareja, a la que no dejaron pasar.
Arabia Saudí ha negado cualquier implicación en la desaparición del periodista, pero las primeras pesquisas apuntan a que nunca salió de la oficina consular. Según fuentes policiales citadas por la prensa turca, fue asesinado, desmembrado y sacado por partes del consulado y del país.