Luiz Inácio Lula da Silva
El Supremo de Brasil confirma que el juez Moro fue parcial al condenar a Lula
El Tribunal Supremo de Brasil ha decidido este jueves enviar los casos de corrupción contra el expresidente Inácio Lula da Silva (2003-2011) a la Justicia Federal de Brasilia, después de que uno de sus jueces, Edson Fachin, anulara el pasado 8 de marzo las condenas que pesaban contra él al considerar que el tribunal de Curitiba en el que fueron dictadas no era el órgano competente para hacerlo, según informa Europa Press. Seis de los once jueces, entre ellos Fachin han decidido que los procesos deben ser enjuiciados en Brasilia, puesto que los hechos que se le imputaban estaban relacionado con esa ciudad, mientras que otros dos magistrados, Alexandre de Moraes y Ricardo Lewandowski votaron para que fueran derivados a la Justicia de Sao Paulo.
No obstante, los derechos políticos del expresidente Lula continúan intactos y todavía podría presentar una hipotética candidatura a las presidenciales de 2022, ya que el Supremo rechazó un recurso de la Fiscalía para tumbar la anulación de las condenas.
El pasado mes de marzo, Fachin consideró que el Juzgado Federal de Curitiba, responsable de los casos Lava Jato relacionados con Petrobras, no tenía autoridad legal para juzgar a Lula, puesto que las acusaciones contra él no estaban relacionadas directamente con la petrolera brasileña.
Posteriormente a esa votación, el Supremo también ha ratificado por amplía mayoría que Sergio Moro actuó con parcialidad cuando ejerció como juez instructor del caso del apartamento de Guarujá en 2017, en el que el expresidente fue condenado por corrupción, tras un recurso presentado por la defensa de Lula.
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La votación se ha producido tras aprobar hace un mes una demanda de habeas corpus presentada por Lula en 2018 en la que acusó a Moro de parcialidad e irregularidades durante el proceso que impidieron que tuviera un juicio justo.
Un año después la petición del expresidente cobró mayor relevancia cuando salieron a la luz una serie de mensajes telefónicos en los que se podía leer como Moro guiaba a la acusación e incluso proponía testigos contra el expresidente brasileño.
Una parte de los jueces del Supremo ya avaló las tesis de que Moro, quien acabó siendo ministro de Justicia del actual presidente, Jair Bolsonaro, habría actuado con parcialidad, por lo que se anularon todas las condenas, obligando a los fiscales a empezar de nuevo con las investigaciones.