"No podemos ignorar el genocidio palestino": así viven estudiantes españoles las protestas en EEUU
En Estados Unidos se respira un clima tenso. Desde el comienzo de la invasión israelí a la Franja de Gaza, y especialmente en las últimas semanas, el país americano ha virado de opinión respecto a su posición en el conflicto de Oriente Medio. Macklemore, un rapero estadounidense mundialmente conocido –tiene canciones con más de 1.850 millones de reproducciones en YouTube–, ha sido uno de los que se ha decantado por apoyar al pueblo palestino con su último estreno Hind's Hall. El nombre está dedicado a Hind Rajab, una niña gazatí asesinada por las fuerzas israelíes. En el videoclip de esta canción, el cantante apoya su letra de grabaciones de manifestaciones propalestinas en múltiples universidades a lo largo de Estados Unidos.
Durante el último mes, decenas de facultades han sido tomadas por universitarios para acampar y protestar contra el apoyo a Israel por parte de sus dirigentes. Piden, entre una larga serie de demandas, el fin de la ocupación en Gaza y un alto al fuego inmediato en el país palestino y denuncian el asesinato de más de 34.000 personas en la Franja. De costa este a costa oeste del gigante americano, estudiantes de diversas nacionalidades se concentran en tiendas de campaña dentro de los campus de las propias universidades para, de forma pacífica, protestar frente al gobierno liderado por Joe Biden.
Es el caso de Manuel Lamela, un estudiante gallego de 23 años. Este joven lleva ya más de seis fuera de Vilalba, el pueblo de Lugo donde se crio. Tras estudiar el Bachillerato Internacional en India, decidió cambiar de país y se fue a la Universidad de Brown a estudiar Educación y Matemáticas. Desde allí vio la victoria de Biden en las elecciones de 2020, el asalto al Capitolio a comienzos de 2021 y la crisis del fentanilo que recorre todo el país americano. Y ahora, Manuel, junto a cientos de alumnos de su universidad, se suma a la causa propalestina y sale a la calle a pedir el fin de la invasión israelí.
"Es la primera vez que me siento como parte activa de un movimiento. En el pasado había ido a manifestaciones, pero nunca de una manera tan constante", relata el gallego en declaraciones a infoLibre. "Como [universitario] internacional es complicado a veces, ya que somos más vulnerables a acciones legales en nuestra contra. Sin embargo, he estado ayudando en el campamento con provisiones y cualquier cosa que se necesitara".
La campaña propalestina en esta universidad del estado de Rhode Island pide “actuar ya” para acabar con “la complicidad de Brown en el genocidio de Gaza”. “La universidad de Brown debe usar su poder y privilegio para condenar públicamente el genocidio y pedir que los senadores y la Casa Blanca apoyen la legislación que pide un alto al fuego en Gaza y el fin de la ayuda militar estadounidense a Israel”, reza un comunicado en Brown Divest Coalition, la página web de los estudiantes de este campus que apoyan a Palestina. "Hasta que Brown preste atención a las múltiples exigencias democráticas de despojar a Israel de la donación y del complejo militar e industrial, la universidad sigue siendo cómplice en la limpieza étnica de Palestina", remata el texto.
"Una de las grandes fuerzas del movimiento es que, además de ser un movimiento de solidaridad con Palestina, tiene unas demandas muy claras en las que la universidad puede intervenir para mejorar la situación", destaca el español de la situación y la fuerza de las protestas en el país americano.
La situación en la Universidad de Columbia es incluso peor que en la de Brown. Más de 300 personas han sido detenidas en el último mes y las autoridades prohibieron durante unas semanas la entrada de los estudiantes a lugares del campus como la biblioteca, el comedor o el centro médico. Teresa es española y se fue el pasado agosto a este campus de la ciudad de Nueva York a estudiar un máster de métodos cuantitativos: "Yo no vivo dentro del campus así que no podía acceder a nada, aún viviendo en residencia de la universidad".
"La universidad de Columbia es históricamente conocida por sus protestas, principalmente la de 1968 por la guerra de Vietnam. Desde entonces, no había entrado la policía al campus a parar ninguna protesta", destaca la estudiante.
Una judía contra la opresión israelí
Ariela Rosenzweig es otra estudiante que exige el fin del ataque en Gaza en las acampadas de Brown. Ella, judía y estadounidense, cree que su universidad debe dejar "de dar fondos a cualquiera se beneficie de facilitar la ocupación y el genocidio israelí".
Esta universitaria forma parte de la organización de Brown Divest Coalition en el que, destaca, ya han conseguido algunos objetivos como que la presidenta.
............0 de la universidad se vea obligado a debatir sobre las inversiones de su centro en empresas que apoyan a Israel. "Hemos estado protestando durante los últimos cinco años para que la corporación escuche y vote sobre esta propuesta de desinversión. El presidente se había negado y había dicho que era imposible, pero lo hemos conseguido".
"Obviamente no es suficiente, no es una desinversión total. El genocidio en Gaza sigue y por eso habrá protestas hasta que Brown sea completamente desalojado, hasta que todas las universidades sean completamente despojadas, y más aún, hasta que Estados Unidos imponga sanciones y cese el apoyo incondicional al estado de Israel", relata la también miembro de Jews for Ceasefire Now, una organización de judíos que piden el alto al fuego.
Manuel explica qué significa el término desinversión. "Consiste en la paralización de las inversiones en compañías que o se benefician o facilitan el genocidio en Palestina. Aquí, en Estados Unidos, las universidades públicas y privadas tienen su valor en inversiones. Este valor va a parar a diferentes compañías, algunas de armas o de tabaco..., que ayudan a financiar el ataque israelí en Gaza".
La brutalidad policial, una constante en Estados Unidos
Tanto Manuel como Ariela destacan las "respuestas extremadamente violentas" de las fuerzas policiales contra los universitarios. Ella destaca que en "la primera gran protesta tras este día o la primera desobediencia civil fue cuando yo y otros 19 estudiantes judíos fuimos arrestados durante una sentada en el principal edificio administrativo de nuestra universidad". También reconoce que en Brown han sido más permisivos que en otras universidades del país, aunque, aclara, "esto no quiere decir que aquí haya sido placentera".
El gallego también remarca la diferencia en el uso de la violencia entre las diferentes universidades, pero remarca que, aún así, "en Brown ya arrestaron a 61 estudiantes en total este año y otros 19 hicieron una huelga de hambre hace unos meses".
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En la última década, las universidades españolas no han destacado especialmente por la defensa, a través de protestas, de causas sociales. Lamela cree que "desde el 15M no hubo otro movimiento tan grande, mientras que aquí [en Brown] hubo otros recientes como el Black Lives Matter. También creo que no se ve como un problema en el que España sea culpable o juegue un papel importante". Y esto, según él, pueden ser algunas de las claves por las que la sociedad estudiantil no está tan acostumbrada a salir a la calle y protestar. Aun así, a lo largo de la última semana, miles de universitarios entre València, Barcelona o Madrid, entre otras ciudades, han acampado en sus campus para solidarizarse con el pueblo palestino.
"Mostrar solidaridad con el pueblo palestino y el movimiento a nivel mundial es importante", expresa Manuel. En su opinión, "si en el caso de España no vemos el nivel de violencia policial que está ocurriendo aquí, hay que tomar ventaja de eso para hacer las acampadas lugares plurales donde la gente pueda ir para aprender, mostrar apoyo y formar comunidad". "Todos tenemos un rol en esto, es nuestra responsabilidad demandar a las autoridades un cambio y no ignorar el genocidio que está ocurriendo", finaliza.
En cambio, Teresa no cree que la sociedad española este tan desmovilizada. Aun así, atribuye que haya una mayor expectación en su campus a la existencia "de una comunidad más internacional en Columbia que hace que haya estudiantes a los que les toca personalmente el conflicto". "Este es el germen de las protestas, que llevan ocurriendo desde octubre".