Así ha logrado un fabricante salvar su fertilizante tóxico gracias a la presión en Bruselas
Bruselas (Bélgica) - “Esta sustancia es una auténtica porquería. La prohibición debería haber sido fácil”, dice una fuente europea algo desilusionada. “Ha habido una presión intensa y muy eficaz contra la prohibición”, añade otro funcionario. La sustancia, cianamida cálcica, es un componente del fertilizante químico más antiguo de Europa, comercializado desde 1918 con el nombre de Perlka por la empresa alemana Alzchem.
Las explotaciones agrícolas lo utilizan para aumentar la producción de patata, colza y maíz. Cada año se aplican a unas 230.000 hectáreas de tierras europeas 53.000 toneladas de este abono. Además de fertilizante, Perlka tiene propiedades insecticidas y fungicidas. Como tal, es muy apreciado por los partidarios de la agricultura intensiva.
Desde hace varios años, el fertilizante está en el punto de mira de las autoridades europeas. En 2016, el Comité Científico de los Riesgos Sanitarios y Medioambientales advirtió de los peligros potenciales de la cianamida cálcica para la salud humana y el medio ambiente: el fertilizante penetra en los suelos o se mezcla con el agua y es tóxico para los organismos vivos.
La Comisión Europea estaba preocupada y en 2017 pidió a la Agencia Europea de Sustancias y Preparados Químicos (ECHA) que preparara un expediente para “restringir” la sustancia, ya que el riesgo se consideraba inaceptable. Al mismo tiempo, el Comité de Biocidas concluyó en 2019 que la cianamida es un disruptor endocrino.
En junio de 2021, a pesar de los dictámenes disonantes de sus dos comités de expertos, uno de los cuales cuestionaba la proporcionalidad de una prohibición, ECHA propuso a la Comisión Europea que prohibiera la producción de cianamida cálcica para uso agrícola. Pero las intensas presiones de Alzchem dieron la vuelta a la situación.
Alzchem contraataca
Ya en 2020, Alzchem empezó a organizar la defensa de su producto. Documentos obtenidos por la ONG Corporate Europe Observatory, consultados por Mediapart, muestran algunos de los esfuerzos realizados por la empresa para evitar la prohibición de su producto estrella. El 16 de julio, el bufete de abogados Jones Day, por encargo de Alzchem, envió una carta detallada a la Comisión denunciando un procedimiento “jurídicamente erróneo”. Según ellos, Perlka nunca ha suscitado preocupación en cuanto a su nocividad. En cuanto a los efectos sobre el sistema endocrino, el bufete esgrime un argumento técnico: la ECHA no debería haberlos tenido en cuenta porque los “riesgos para la salud humana” están “fuera del ámbito del procedimiento de restricción”.
El 30 de junio de 2021, Alzchem envió un email a la Dirección General de Mercado Interior de la Comisión Europea señalando los efectos negativos de una prohibición sobre el empleo y los rendimientos agrícolas. Un mes después, la consultora EU Top, de la que Alzchem es cliente, volvió a la carga. En un email fechado el 15 de julio, “tras una conversación telefónica” con un funcionario de esa dirección, los consultores afirmaban que “la Comisión Europea no debería seguir adelante con la restricción” e hicieron las siguientes sugerencias a los funcionarios: "Podrían simplemente no presentar una propuesta formal. Podrían dejarla al final de su lista de tareas pendientes”. Eso fue exactamente lo que ocurrió.
Para decidir una prohibición de este tipo, la Comisión está obligada a consultar a los representantes de los Estados miembros reunidos en el comité Reach, que recibe su nombre del reglamento sobre sustancias químicas. Varios documentos muestran que el Ejecutivo europeo tenía previsto someter esta propuesta a votación en el comité el 14 de diciembre de 2022. Pero la votación nunca tuvo lugar.
Por su parte, Alzchem redobló sus esfuerzos de presión. El 20 de julio de 2022, la empresa alemana solicitó una reunión con funcionarios de la Comisión. La empresa expresó su “gran preocupación” ante la perspectiva de una posible votación en comisión. El 16 de septiembre, escribió de nuevo a la Comisión Europea, proponiendo alternativas basadas en “buenas prácticas agrícolas”, como no fumigar en zonas tampón cerca de cursos de agua o no aplicar fertilizantes en campos en pendiente. Como señala Vicky Cann, de Corporate Europe Observatory, “pedir que una restricción se sustituya por medidas voluntarias, que además son muy débiles, es una típica estrategia de lobby utilizada por las empresas químicas”. La reunión tuvo lugar el 4 de octubre. Alzchem presentó sus argumentos sobre las alternativas que sustituirían a Perlka y que podrían “aumentar las emisiones de nitrógeno”.
La cuestión se debatió entonces a nivel político, en 2023, el año del giro gradual de la Comisión Europea sobre su propio Pacto Verde, sobre todo en lo que se refiere a la agricultura. Alzchem prosiguió su campaña de presión y llegó a reunirse con eurodiputados alemanes como Norbert Lins y Christine Schneider (Partido Popular Europeo) y Maria Noichl (Socialistas y Demócratas).
Tatiana Santos, de la ONG Oficina Europea del Medio Ambiente, denuncia “cuatro años de inacción de la Comisión Europea, de la que se desprenden importantes riesgos para la salud”. Aunque está en el limbo, el expediente de restricción no ha desaparecido y podría resurgir en cualquier momento. Sigue siendo una amenaza para Alzchem, a la que le gustaría mucho que el ejecutivo europeo lo eliminara. Contactada por Mediapart, la portavoz de la empresa confirma que, en opinión de su compañía, la prohibición “es inapropiada, desproporcionada e infundada”.
La sombra de la industria militar
El 9 de agosto de 2023, el Sindicato alemán de Trabajadores de la Química y Alzchem escribieron al Comisario Europeo de Mercado Interior, Thierry Breton, para expresarle su preocupación por este procedimiento de restricción. Señalan el impacto de una prohibición en la agricultura, pero también en otros sectores industriales que utilizan cianamida cálcica, por ejemplo en la producción de metformina para el tratamiento de la diabetes de tipo 2. “Somos el único productor de estas sustancias fuera de China», escribe la portavoz de Alzchem. “Eso representó una ventaja considerable durante la pandemia. El contexto socioeconómico ha cambiado desde 2020.”
Pero es sobre todo el sector de la defensa el que llama la atención. Los derivados de la cianamida cálcica se utilizan para producir nitroguanidina (o picrita), un componente explosivo utilizado como propulsor de los airbags y de uso común en la industria de defensa. “El argumento de Alzchem es que la restricción repercutiría en la producción de defensa, pero esto no tiene sentido porque la prohibición sólo está prevista para usos agrícolas”, afirma nuestra fuente europea. “Sin embargo, parece que el argumento de la 'defensa' y las manifestaciones de los agricultores han convencido a Ursula von der Leyen y Thierry Breton para que no actúen”. El 15 de marzo de 2024, el grupo Alzchem anunció que había obtenido 34 millones de euros de ayuda de la Comisión Europea para aumentar la producción de nitroguanidina gracias al “acto de apoyo a la producción de municiones”.
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La Comisión Europea, por su parte, está “buscando la mejor manera de avanzar”, entre la “protección de la salud humana y el medio ambiente” y las “consecuencias socioeconómicas de una prohibición”, afirma Johanna Bernsel, portavoz de la Comisión Europea, que promete una decisión “en un futuro próximo”.
Traducción de Miguel López