No sólo fueron préstamos rusos: el partido de Le Pen recibió además dinero por apoyar a Putin en Bruselas

Marine Le Pen con Jean-Luc Schaffhauser, el eurodiputado que negoció el préstamo de un banco ruso a RN.

Marine Turchi (Mediapart)

"¿Tienen ustedes la más mínima prueba que sugiera que nuestras posiciones hayan podido verse influidas de algún modo por la obtención de un préstamo de un banco checo-ruso? La respuesta es no", contestó Marine Le Pen en mayo de 2023, molesta, al declarar ante la comisión parlamentaria de investigación sobre las injerencias extranjeras .

La ex presidenta de la Agrupación Nacional (RN) repitió que el préstamo de 9 millones de euros obtenido por su partido en 2014 se había concertado "con un banco" y no "con Vladimir Putin", y que se había hecho "sin contrapartida alguna".

Sin embargo, nuevos documentos obtenidos por Mediapart muestran que las posiciones pro-rusas del negociador del préstamo, el ex eurodiputado Jean-Luc Schaffhauser, estaban directamente relacionadas con pagos de sus contactos rusos.

En correos electrónicos intercambiados en 2014 con el jefe de gabinete de Alexandre Babakov –el asesor de Vladimir Putin en materia de cooperación internacional que facilitó el préstamo–, el eurodiputado calculaba que necesitaba "300.000 euros" para pronunciar discursos pro-rusos en el Parlamento Europeo sobre la situación en Ucrania. La fundación de Jean-Luc Schaffhauser recibió en poco tiempo la cantidad de 255.998 euros.

A esta suma hay que añadir la comisión de 140.000 euros que ya había recibido por negociar el préstamo ruso, lo que hace un total de casi 400.000 euros recibidos por su fundación o por él mismo. "Nunca recibí personalmente 400.000 euros por el préstamo ruso", se defiende Jean-Luc Schaffhauser, sin cuestionar los fondos rusos abonados a su fundación.

Un primer proyecto de préstamo ruso al FN a través de la Academia Europea

Para entender el trasfondo de estos pagos, hay que remontarse a 2013. Por aquel entonces, el Frente Nacional (FN), fuertemente endeudado, se enfrentaba a la negativa de los bancos franceses a prestarle fondos para sus campañas. Marine Le Pen encargó al consultor internacional Jean-Luc Schaffhauser que buscara un préstamo en el extranjero. Hubo dos proyectos con bancos de Ginebra (Suiza) y Abu Dhabi (Emiratos Árabes Unidos), pero fracasaron.

El consultor sugirió recurrir a China, Irán o Rusia. "Marine cree, y yo también, que Rusia es probablemente la mejor opción, porque al fin y al cabo es Europa, y todavía existe esa tradición de vínculos con Rusia", declaró el ex eurodiputado a la comisión de investigación. En Moscú, Jean-Luc Schaffhauser dispone de una nutrida agenda de contactos, construida a lo largo de sus trabajos para Dassault y Total, y de sus conexiones con los círculos ortodoxos y el Opus Dei, del que es miembro desde 1980.

Entre sus contactos privilegiados figura el empresario y senador Alexander Babakov, a quien conoció a través de la Iglesia ortodoxa en los años 2000, y con quien comparte el mismo proyecto de una gran Europa cristiana. Este ex vicepresidente de la Duma acababa de ser ascendido: en 2012, se convirtió en representante especial del presidente Putin para la cooperación con las organizaciones rusas en el extranjero. Fue él quien facilitó el préstamo de 9 millones de euros para el Frente Nacional.

Durante meses, las negociaciones avanzaron por mediación de dos ayudantes de Alexander Babakov, su jefe de gabinete Alexander Vorobiev y otro asesor, Mijail Plisyuk.

En junio de 2014, aún quedaba por ajustar el paquete financiero. Primero pensaron en no pasar por un banco y canalizar los 9 millones a través de la Academia Europea, la fundación presidida por Jean-Luc Schaffhauser que trabaja para estrechar lazos con Rusia. ¿Se trataba de ocultar el origen de los fondos rusos? Cuando se le preguntó, Marine Le Pen no quiso contestar.

El 29 de junio de 2014, el contrato, que Mediapart ha conseguido, estaba listo para la firma. El eurodiputado convocó una reunión del consejo de administración de la Academia en su domicilio de Estrasburgo para ratificar la concesión del préstamo al Frente Nacional y el nombramiento de los dos colaboradores de Alexandre Babakov en sus órganos de gobierno, enumerados en los documentos como "Ruso 1" y "Ruso 2". El tesorero del FN, Wallerand de Saint-Just, está presente, al igual que Mijail Plisyuk: "El Sr. Ruso 2 declara que desea que la Academia apoye la acción del Frente Nacional en Francia y en Europa con el objetivo de ver surgir una Europa de los pueblos y de las naciones que permita la construcción de un mundo multipolar equilibrado", se lee en el acta de la asamblea general, obtenida por Mediapart.

Preguntado por esta reunión, Wallerand de Saint-Just evacuó: "Era Schaffhauser quien gestionaba todo, me invitó, fui a conocer a la gente de la Academia, y no salió nada concreto."

De hecho, esa vía fracasó: los rusos querían pasar por una estructura offshore o  por Chipre, a lo que el Frente Nacional se negó. Así que al final fue un banco –el FCRB (First Czech-Russian Bank)– el que prestó los fondos al RN. El préstamo se firmó el 11 de septiembre de 2014 en Moscú.

Casi 400.000 euros pagados por una empresa luxemburguesa

Cuando Mediapart reveló ese préstamo ruso dos meses después, Jean-Luc Schaffhauser se quejó de que debilitaba sus "amistades y redes", y aseguró que "no había nada censurable en ello". Fue menos locuaz sobre los 140.000 euros de comisión que recibió, "con el acuerdo del Frente", confirmó finalmente a la AFP. Según él, esaa suma está muy lejos de sus tarifas habituales como consultor, que oscilan entre "3.000 y 5.000 euros al día", y la mitad de esa cantidad se habría ido en gastos de viaje y de abogados.

Según nuestra información, los fondos se pagaron a través de una cuenta letona de la sociedad luxemburguesa West East Communication Group (WECG), una estructura financiada en parte por una sociedad con sede en las Islas Vírgenes Británicas, Spencerdale Limited.

Pero eso no es todo. Entre octubre de 2014 y junio de 2015, llegaron más pagos desde la empresa luxemburguesa a las arcas de la Academia Europea, en forma de participaciones de los empleados de Babakov en el capital de la fundación. Importe total: 255.998 euros. El capital de la Academia, que hasta entonces era de unos 10.000 euros, de repente se disparó.

Los correos electrónicos obtenidos por Mediapart establecen un vínculo entre el dinero recibido y las posiciones adoptadas por el eurodiputado. El 5 de octubre de 2014, Jean-Luc Schaffhauser escribió al jefe de gabinete de Babakov. En un correo electrónico en inglés titulado "¿Cuál es la situación en el este de Ucrania?", lamentaba que solo se escuchara una voz, la de "Estados Unidos", y presentaba tres ejes de acción para remediar la situación: viajar a Ucrania para supervisar las elecciones organizadas por los separatistas; escribir libros y participar en "reportajes" para informar sobre la situación sobre el terreno; e intervenir sobre el tema en el Parlamento Europeo durante las sesiones plenarias. "Para todos esos gastos", escribe, citando una "película" y "un día en los Plenos en noviembre, febrero y junio", hay que prever "300.000 euros".

Dos semanas más tarde se formaliza la inversión de rusos en la Academia Europea, por correo electrónico, con un formulario de adhesión de unos 250.000 euros.

Un discurso ante el Parlamento dictado por los rusos

Lo que vino después demostró que el eurodiputado había cumplido sus promesas. El 30 de octubre de 2014, Jean-Luc Schaffhauser voló al Donbás para observar las elecciones organizadas por los separatistas, con el apoyo del Kremlin pero la desaprobación de la comunidad internacional. Ruedas de prensa, emisiones en directo, "reportajes" sobre la "cara oculta de la guerra en Ucrania" en los que aparecía "restableciendo la verdad" frente a los "medios occidentales desinformadores" (aquí, aquí y aquí): sobre el terreno, el parlamentario no escatimó esfuerzos para legitimar aquellas elecciones.

La operación de propaganda fue llevada a cabo por un pequeño equipo vinculado al Frente Nacional que participó discretamente en el viaje: Nicolas Lesage –un amigo de Louis Aliot que meses más tarde se convertiría en el jefe de gabinete de Marine Le Pen– y el proveedor de vídeo del partido acreditado como "periodista" para Nations presse info, una web supervisada por Louis Aliot en aquella época. Todo ello con el visto bueno del vicepresidente del FN, como demuestra un correo electrónico en el que Lesage escribía a Schaffhauser que había visto a "Louis" la víspera, "como estaba previsto", y que iba a llamarle "para algunos últimos ajustes y aclaraciones". En otro correo electrónico, Nicolas Lesage prometía entregar "un producto profesional y atractivo". Los billetes de avión fueron enviados por un colega de Babakov.

Seis meses después, Schaffhauser viajó de nuevo a Donetsk para organizar un "foro" de partidarios europeos de los separatistas, esta vez acompañado por Emmanuel Leroy, ex asesor de Marine Le Pen.

Al mismo tiempo, tal y como prometió a los rusos, se dirigió al Parlamento Europeo en noviembre de 2014 y en febrero y junio de 2015 para hablar de la situación en Ucrania.

Esa labor de lobby comenzó nada más llegar al Parlamento Europeo, en julio de 2014, al mismo tiempo que se ultimaba el préstamo ruso. En dos ocasiones, el jefe de gabinete de Babakov le envió por correo electrónico un argumentario sobre el conflicto en Ucrania, que el eurodiputado utilizó en su primera intervención en el pleno, al tiempo que se lo transmitía a Marine Le Pen y a su asesor internacional. "Marine está lista para enviar un comunicado de prensa a Reuters, tenemos que preparar uno para que ella lo remate", escribió Jean-Luc Schaffhauser a su asistente parlamentario el 2 de julio.

Esa cena era claramente una operación de influencia, en la zona de las instituciones europeas

Un antiguo asistente de Jean-Luc Schaffhauser

También hizo promesas a sus contactos rusos, a los que a veces se refería como sus "amigos": les puso en copia en algunos emails con su personal parlamentario, les envió sus declaraciones, les prometió que serían traducidas al inglés y que el vídeo de su discurso en el hemiciclo estaría pronto disponible "en la web del Parlamento Europeo". El 22 de julio, junto con Mijail Plisyuk, Alexander Vorobiev y la Academia Europea, organizó una cena-debate en el hotel Renaissance de Bruselas titulada "Ucrania, información y desinformación, pero verdadera guerra civil en Europa: ¿qué pueden hacer los diputados del Parlamento Europeo?" "Esa cena era claramente una operación de influencia, en la zona de las instituciones europeas", declaró a Mediapart un antiguo asistente de Schaffhauser.

También se pidió al eurodiputado que propiciara ciertas reuniones. El 30 de julio, Paul Chachkin, secretario del jefe de la Iglesia ortodoxa rusa, consejero de Babakov y también miembro de la Academia Europea, le informó de que Babakov estaba ultimando las cuestiones financieras, al tiempo que le pedía ayuda para organizar una reunión con la ex ministra de Asuntos Exteriores Michèle Alliot-Marie y un encuentro entre el presidente Putin y un cardenal en Polonia. Jean-Luc Schaffhauser respondió que primero había que finalizar el préstamo.

¿Tal vez debería haber pedido recursos a la CIA, a los servicios rusos o a la Fundación Soros?

Jean-Luc Schaffhauser a Mediapart

Contactado por Mediapart, el eurodiputado se atrincheró tras las actividades de la Academia Europea, de la que eran miembros los asesores de Babakov y algunos de sus asistentes parlamentarios. En cuanto a sus discursos en el Parlamento Europeo, "reivindica la pertinencia de los elementos, su elección, la calidad de sus fuentes y la continuidad de sus análisis en el tiempo". Preguntado por el origen de los fondos que recibió, respondió: "¿Qué sabe usted del origen de los fondos de Mediapart? "¿Sin duda debería haber pedido yo recursos a la CIA, a los servicios rusos o a la Fundación Soros? Su pregunta da a entender que me he posicionado a favor de los intereses rusos, pero eso es sólo su análisis", añadió (ver detalles en el último apartado).

Al ser contactados, Alexandre Babakov, Mijail Plisyuk y Alexander Vorobiev no respondieron. En Estados Unidos, este trío está acusado por la justicia de haber utilizado, entre 2012 y 2017, el Instituto de Investigación sobre la Integración Internacional, que ellos dirigen, como pantalla para una operación de influencia y desinformación en Estados Unidos, mediante la realización de campañas de propaganda anti-ucraniana dirigidas a miembros del Congreso. 

Interrogada por Mediapart sobre estos detalles, Marine Le Pen no ha respondido. Ante la comisión de investigación parlamentaria, la ex presidenta de RN había intentado distanciarse de Jean-Luc Schaffhauser, "un hombre muy libre" sobre el que no tenía, según ella, "ninguna autoridad" y con el que había estado "a menudo en desacuerdo". Había dicho que "desconocía totalmente" el argumentario que los rusos habían enviado al eurodiputado –aunque le había sido reenviado el correo electrónico – y finalmente había admitido que "que te escriban un discurso no le parecía digno de un representante de la nación". En 2022, declaró a Mediapart que no había hecho "ninguna declaración de ese tipo".

En cambio, no había condenado las misiones de apoyo electoral del electo en el Donbás: "Creo que todo diputado tiene derecho a ir donde quiera. En este caso, el señor Schaffhauser no me dijo que iba a ir y no me pidió autorización, y aunque me la hubiera pedido, no tenía por qué dársela". Sin embargo, la eurodiputada nos había dicho que estaba "al corriente" de que iba a ir, y el propio Louis Aliot había admitido que estaba "informado del proyecto", aunque insistió en que él "no estaba implicado".

Corresponderá a la justicia francesa decidir si Jean-Luc Schaffhauser –que dice ser inocente– es culpable o no de corrupción. En 2016, la Fiscalía Nacional Financiera (PNF), tras recibir un informe de la unidad antiblanqueo Tracfin, abrió una investigación preliminar sobre las sumas recibidas por las estructuras del eurodiputado tras la obtención del préstamo ruso.

Aparte del aspecto penal, hay también cuestiones éticas. Como diputado europeo, Jean-Luc Schaffhauser estaba sujeto al código ético del Parlamento, que obliga a todos los representantes a revelar su remuneración en su declaración de intereses, a actuar "únicamente en interés general", sin obtener –ni intentar obtener– "ninguna ventaja financiera directa o indirecta ni ninguna otra forma de recompensa a cambio del ejercicio de influencia o de un voto", y a tener un "cuidado escrupuloso en evitar cualquier situación que pueda parecerse a la corrupción". En particular, ese código prohíbe a los diputados suscribir un acuerdo "que les lleve a actuar o votar en interés de un tercero, persona física o jurídica, que pueda comprometer su libertad de voto".

En las sucesivas declaraciones de intereses que había hecho a la institución, Schaffhauser había declarado que "el ejercicio de sus funciones como consultor internacional había finalizado en junio de 2014". Las comprobaciones realizadas entonces a petición del presidente del Parlamento no dieron lugar a ninguna sanción.

En aquel momento, el político negó a Mediapart cualquier "conflicto de intereses", insistiendo en que su comisión de 140.000 euros era para pagar "un trabajo que había hecho mucho antes de su elección". Ocho años después, ante la comisión de investigación parlamentaria, pocos segundos después de jurar su cargo, aseguró que "no había habido injerencias externas" y destacó su larga relación con Rusia, que "no viene del hecho de que sea eurodiputado", así como su "centenar" de visitas a ese país. "No tengo nada que reprocharme en este asunto", afirmó. "Trabajo como consultor desde 1982, no salí de la nada, soy presidente de la Academia Europea, que ha gestionado los mayores contratos para Total, Dassault y Snecma. Nunca ha habido ningún caso que me involucrara, todo se ha hecho siempre correctamente."

Diez años de lobby pro-Putin en la RN

Durante el mismo periodo, el activismo de Jean-Luc Schaffhauser fue acompañado de una aceleración del apoyo del Frente Nacional a Vladimir Putin, que Marine Le Pen convirtió en línea oficial hasta 2022. El partido incrementó sus visitas, votos y discursos a favor de Rusia. En marzo de 2014, mientras su consejero internacional Aymeric Chauprade visitaba Crimea como observador del referéndum organizado por los separatistas pro-rusos tras la anexión de ese territorio, la presidenta del FN afirmó, en contra de la posición de Francia, que los resultados de la votación estaban "fuera de toda duda".

En noviembre de 2014, dos meses después de la firma del préstamo, incluso invitó a una delegación rusa y dio la palabra al vicepresidente de la Duma, que pronunció un virulento discurso. Dos años más tarde, volvió a firmar un proyecto de préstamo ruso –que finalmente no se ejecutó– que preveía el pago de 3 millones de euros para "financiar la campaña electoral presidencial".

Las bochornosas conexiones de la extrema derecha francesa con Rusia

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En 2017, un mes antes de la primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas, la candidata fue recibida en el Kremlin por Vladimir Putin. "Sé que usted representa a un espectro de fuerzas políticas europeas que se está desarrollando con bastante rapidez. Me alegro mucho de verla", le dijo el presidente ruso. En febrero de 2022, tras la invasión rusa de Ucrania, Marine Le Pen se vio obligada a admitir que Putin había "cruzado una línea roja".

 

Traducción de Miguel López

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