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El sector químico repunta tras la crisis energética y ya es el mayor consumidor de gas de España

Planta de Cepsa en el parque químico de La Rábida (Huelva).

Con el permiso de la industria de refino, que es de lejos el sector que más gas natural quema, la industria química se consolida como el segundo consumidor de gas en España. Las empresas farmacéuticas, de cosméticos o de producción de plásticos están despegando con fuerza y dejan atrás la crisis derivada de la invasión de Ucrania, hasta tal punto que el sector químico crecerá este año un 4,8% en ingresos. De esta manera, empuja el consumo de gas como ningún otro sector —salvo el refino de petróleo—, mientras que las centrales de ciclo combinado, otras de las grandes demandantes de gas, continúan de capa caída eclipsadas por el auge de las energías renovables.

La subida récord del precio del gas y de la luz en 2022 dejó a la industria química fuera de juego, y decenas de fábricas tuvieron que reducir la producción para poder pagar sus facturas. Pero este jueves, el sector presentó sus resultados para 2024 y espera que la producción de las químicas españolas suba un 7,1% este año, y otro 3,2% en 2025. Las químicas no solo se han recuperado de la guerra y la covid-19, sino que el crecimiento de sus ingresos entre 2019 y 2025 será del 35,7%, según sus estimaciones, aunque parte de esa subida proviene de la inflación.

Teresa Romero, presidenta de Feique, la patronal química, celebró estos números y añadió que son una anomalía en Europa. "Desgraciadamente en Francia, y especialmente en Alemania o Países Bajos, no están en este contexto", dijo durante la asamblea anual, celebrada este jueves. Romero representa al segundo sector más grande de la industria española tras la alimentación, que genera 75.000 millones de euros al año y representa el 6,1% del PIB nacional.

La llamada industria química de base, la que trata las materias primas básicas, es una gran consumidora de energía, y el crecimiento del sector ha empujado al alza la demanda de gas natural. El consumo de gas del sector químico y farmacéutico ha crecido entre enero y septiembre un 2,3% frente a los primeros nueve meses de 2023, según Enagás, y asciende a 23,7 teravatios hora (TWh). Mientras que el consumo de gas natural para generar electricidad ha caído en este período un 1,5%, hasta los 20,7 TWh. El refino, no obstante, sigue siendo el pilar de la demanda de gas natural en España —que se quema en sus turbinas para generar calor y destilar el petróleo— y en lo que va de año ha utilizado 35,9 TWh, un 12,1% más que en 2023.

En todo caso, los portavoces industriales no están contentos con el precio de la energía. El gas natural ha bajado desde el pico de 2022, pero sigue siendo entre tres y cuatro veces más caro que en 2019, de manera que aumenta los costes de producción de los químicos esenciales, que luego se utilizan por industrias más complejas como los plásticos, los medicamentos o los cosméticos para fabricar productos de consumo, encareciendo toda la cadena. La principal crítica de la jornada fue dirigida a los precios de la electricidad, que impiden que las químicas españolas puedan competir con Estados Unidos o China. "En este caso es una decisión política", se quejó Juan Antonio Labat, director general de Feique. "En electricidad podríamos ser mucho más competitivos, pero no si incorporamos el coste de los derechos de emisiones de CO₂, los servicios de ajuste (que encarecen la luz en 12 euros por megavatio hora) y un impuesto extra sobre la electricidad", añadió el portavoz.

El gas para generación eléctrica, en caída libre

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Mientras la demanda de gas crece en el sector químico, su empleo para generar electricidad está de capa caída. Entre enero y septiembre, la producción de energía en centrales de gas ha caído un 36% frente a los mismos meses del año pasado, y el negocio es cada vez menos rentable para los dueños de las plantas de ciclo combinado.

La entrada masiva de renovables —que ofertan la electricidad mucho más barata en la subasta diaria que las centrales de gas— provoca que la demanda eléctrica nacional se cubra con plantas solares, eólicas, embalses y centrales nucleares. Y si se necesita apoyo de las centrales de ciclo combinado, solo se encienden las centrales más eficientes, por eso el sector energético demanda cada año menos gas natural.

Este fenómeno no es exclusivo de España, aunque en la península es más intenso porque es una de las potencias renovables de la Unión Europea. Un informe publicado esta semana por ACER, el regulador europeo de energía, concluye que entre enero y septiembre solo en el 34% de las horas se ha vendido electricidad por encima de los costes de producción del gas, el porcentaje más bajo en al menos cinco años.

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