Las ventas de eléctricos caen en seis comunidades y España se aleja de la meta de matriculaciones de 2030

Dos coches eléctricos se cargan en una estación de carga durante la séptima edición de la Feria del Vehículo Eléctrico, en la plaza de Colón, a 15 de septiembre de 2022, en Madrid.

La venta de eléctricos sigue siendo el gran bache en la descarbonización del país y, lejos de mejorar, incluso ha empeorado en los últimos meses. Entre enero y abril, la suma de coches que se mueven con pilas que se han vendido en España apenas ha crecido un 8,6% respecto al año anterior, cuando debería multiplicarse por seis para cumplir con los objetivos fijados por el Gobierno para 2030. De hecho, en seis comunidades autónomas incluso se han vendido menos que el año pasado, lo que demuestra que la política de promoción de turismos cero emisiones va en dirección contraria, como denuncian desde hace años tanto fabricantes como organizaciones civiles.

Según los datos de Anfac, la patronal de fabricantes de coches, en el primer cuatrimestre de 2024 se matricularon 15.219 coches 100% eléctricos, frente a los 14.011 del año anterior, gracias a que algunas comunidades como Cataluña, Madrid y Andalucía compensaron las ventas que perdieron otras. En concreto, las ventas de turismos eléctricos se redujeron frente a 2023 en Aragón (-16,4%), La Rioja (-11,4%), Baleares(-10,7%), País Vasco (-6,1%), Extremadura y Comunidad Valenciana (-4,3%). En términos absolutos fue en Valencia donde más se redujeron las matriculaciones, con 66 coches menos que en el periodo enero-abril del año pasado.

"Ahora mismo, el mercado eléctrico está bastante estancado. Las matriculaciones crecen en las comunidades autónomas con más renta y más infraestructura de recarga, pero tenemos otras que incluso están perdiendo cuota de mercado. No solo no avanzamos, sino que vamos hacia atrás", apunta Carlos Rico, analista de la organización Transport & Environment (T&E), una ONG europea a favor de la descarbonización de las carreteras.

Los expertos coinciden en que las cifras son pésimas un año más y que están muy lejos de lo necesario para cumplir con los objetivos que se ha fijado para sí el propio Gobierno. Tampoco hay previsión de que se aprueben a corto plazo leyes que mejoren el panorama. El nuevo Plan Nacional de Energía y Clima (PNIEC) prevé 5,5 millones de vehículos eléctricos en 2030 (entre coches, furgonetas, autobuses y motos), y por ahora hay algo menos de 190.000 en circulación, por lo que habría que vender algo más de 750.000 vehículos eléctricos al año para cumplir con la meta. El año pasado se vendieron, sin embargo, 113.000 turismos de esta categoría

Juan Fer Martín, de la Fundación Renovables, opina que esta brecha es insalvable con las políticas actuales y que el retraso tan grande que lleva España en este sector perjudica a toda la transición energética. "Está siendo catastrófico para la electrificación de la demanda. Invertimos muchísimo en electricidad renovable para deshacernos de los combustibles fósiles, pero la electricidad no se está consumiendo", apunta. También supone un lastre para la meta de reducir la contaminación del aire en las ciudades, otro objetivo que tiene que cumplir el país en 2030, puesto que los vehículos eléctricos no tienen tubo de escape y no expulsan partículas dañinas para la salud, por lo que son indispensables para cumplir con la directiva europea de calidad del aire.

Los baches que tiene España en la venta de eléctricos no son un secreto. El sector lleva pidiendo años una mejora del sistema de subvenciones a la compra, el famoso Plan Moves, que da una ayuda de 2.000 euros a la adquisición de turismos eléctricos. El proceso de solicitud es complicado y el dinero llega meses después de la adquisición del vehículo, hasta con dos años de retraso. "Los incentivos no dan una señal clara de precio porque no llegan en el momento de la compra y su tramitación es farragosa. En general, el cliente pierde la sensación de recibir una ayuda", afirma Miguel Ángel Giménez, portavoz de Aedive, la patronal del vehículo eléctrico.

Las subvenciones son la manera más rápida de compensar el que es en realidad el principal problema de los vehículos a pilas, su precio, que se sitúa fácilmente por encima de los 30.000 euros. Eso perjudica evidentemente a países con menor poder adquisitivo, como España, pero es conocido en el sector el caso de éxito de Portugal, donde el peso de los turismos eléctricos sobre el total de ventas es el triple que en España. Allí hay una fuerte rebaja impositiva para los eléctricos comprados por empresas y una red de cargadores extensa y unificada que ha disparado las ventas.

España vendió el año pasado un 40% menos de coches eléctricos de lo que esperaban los fabricantes

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Juan Fer propone copiar este sistema de incentivos fiscales para las empresas de alquiler vehículos y las de leasing, las que prestan coches a empresas de manera temporal y luego los venden en el mercado de segunda mano. Esta fórmula incrementaría el número de vehículos electrificados que se venden en las tiendas de seminuevos, de manera que los hogares podrían acceder a ellos a precios razonables, por debajo de los 20.000 euros. En el debate sobre el precio de los vehículos, Miguel Ángel Giménez añade que los coches eléctricos baratos están a punto de aterrizar a través de algunas marcas europeas, y sobre todo chinas. Cree que "seguramente en 2026 el precio de los eléctricos estará a la par que los de combustión, o muy cerca". 

El tercer pilar que hay que abordar son los cargadores. En 2023 había en España 610 cargadores por cada millón de habitantes, frente a los 1.408 de media en los países de la UE, o los 1.752 de Francia o los 1.430 de Alemania. En una situación parecida están Italia (699 cargadores por millón de habitantes) o Portugal (698). Carlos Rico cree que el Gobierno debería crear un programa a a escala nacional de instalación de puntos de carga eléctricos, porque ahora mismo el despliegue está en manos del sector privado y no hay una coordinación entre comunidades autónomas. "En España, con tantos vacíos demográficos, es muy importante una organización. Si dependemos del mercado tendremos muchos cargadores en zonas pobladas y ninguno en el resto, una España de dos velocidades", plantea el experto.

Miguel Ángel Giménez, de Aedive, aprovecha para poner sobre la mesa otro asunto, la proliferación en los últimos años de cuentas en redes sociales que difunden desinformación sobre los coches eléctricos. Por ejemplo, que contaminan más que los de combustión, o que pueden incendiarse, bulos que "confunden" a los consumidores.

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