El viento y el frío disparan la generación eólica y salen al rescate de la factura de la luz
La energía renovable lleva un año de capa caída debido a la intensa sequía, pero la llegada del invierno ha disparado estos días la generación verde gracias al viento y el frío. La energía eólica ha marcado esta semana un récord de generación y más de la mitad de la luz que consumió España fue producida por molinos, un hito que mantiene la luz a buen precio, pero que no durará más allá de este miércoles.
Es normal que cada año se supere el récord anterior de generación debido a que el parque de aerogeneradores es mayor. Pero en esta ocasión se trata de una noticia especialmente significativa, según los expertos, ya que se ha dado durante unas condiciones climáticas relativamente normales para la época.
El máximo de energía renovable generada durante un día en España es de enero de 2021 gracias a la tormenta Filomena. Mientras que este lunes se alcanzó un récord de producción instantánea de electricidad con tecnología eólica, con 20,59 gigavatios a las 18.40 horas. En ese momento, el 65% de la electricidad generada en España era renovable, aunque no se superó el máximo de 2021.
Según explican desde la Agencia de Meteorología, en los últimos días han confluido en España una borrasca desde el norte y un anticiclón por el sur, un evento normal de otoño que ha generado un fuerte chorro de aire que atraviesa el país de este a oeste. Esto ha permitido mover al mismo tiempo los molinos de todo el país, mientras que lo habitual es que cuando funcionan los del norte, no lo hagan los del sur. Expertos en aerogeneración añaden que las bajas temperaturas también incrementan la densidad del aire, y a mayor peso más energía cinética genera.
La amplia generación renovable se traduce rápidamente en una caída de los precios de la luz. El coste diario de la electricidad se ha mantenido estos días por debajo de los 100 euros, la mitad que en los países del entorno, donde el gas ha sido protagonista en la producción de energía.
España ha sido de hecho el país con mayor generación eólica de Europa durante los últimos cuatro días, muy por delante de Alemania, el segundo mayor productor durante estos días, pese a que la instalación eólica de este país es más del doble de la española.
Sin embargo, a partir de este miércoles las previsiones ya muestran que el viento se va a suavizar poco a poco hasta prácticamente desaparecer en gran parte de la península a partir del sábado. Y así se mantendrá durante las próximas semanas, según adelanta el portavoz de la AEMET, Rubén Campos.
Las eléctricas ya prevén este freno de la eólica y el mercado de futuros apunta a que la electricidad costará unos 150 euros por megavatio el mes que viene, lo que encarecerá la factura de la luz hasta los 85-90 euros de media.
La eólica se recupera poco a poco en España
Aunque los aerogeneradores protagonicen titulares esta semana, esta tecnología ha sido paralizada en España durante la última década y desde hace un año trata de recuperar terreno, según cuenta Heikki Willstedt, director de Cambio Climático de la Asociación Empresarial Eólica, la patronal de este sector.
Para este año esperan que se instalen unos 1.500 MW de capacidad, un aumento del 5% del parque, aunque su ritmo de construcción es mucho más lento que el de los paneles solares, más fáciles de montar que los molinos modernos de más de 150 metros de altura. La tecnología fotovoltaica además tiene unos costes más bajos de generación y puede colocarse a pequeña escala en los tejados de las casas.
Además del buen funcionamiento de los aerogeneradores, este año ha habido un importante repunte de la generación solar por el intenso sol de verano y el aumento de la instalación de paneles. Pero todo ello no podrá nivelar el hundimiento de la producción hidroeléctrica debido a la sequía.
Esta semana los embalses españoles están al 32,9% de su capacidad, la cifra más baja para un mes de noviembre desde 1995 y llevan en mínimos desde antes de verano. "Curiosamente, pese al aumento de generación renovable, no va a ser suficiente para compensar la caída de la hidráulica, y si no empieza a llover en serio será mucho peor el año que viene", explica Xavier Cugat, experto en renovables.