517 trabajadores de RNE denuncian el “desplome” de la audiencia y la pérdida de “independencia”

Trabajadores de Radio Nacional de España han remitido este martes una carta al presidente de RTVE, González Echenique, en la que manifiestan su rechazo por la deriva que ha tomado la radio pública en los últimos meses. El escrito, con copia al consejo de administración de la Corporación, está firmado por 517 miembros de la emisora, entre los que hay técnicos y administrativos, pero que en su mayoría pertenecen al área de informativos. El contenido literal de la misiva de los trabajadadores de RNE es el siguiente:

"- Que nos preocupa la velocidad de caída de la audiencia que muestran los últimos datos del EGM porque tememos convertirnos, en breve, en una radio residual alejada de los oyentes.

- Que teniendo en cuenta que los trabajadores somos los mismos que hace unos meses, esa pérdida de audiencia sólo puede deberse a una gestión equivocada. Una gestión que le ha arrebatado a RNE las principales señas de identidad que deben caracterizar a una radio pública: independencia y calidad.

- Que nadie más que nosotros desea una radio moderna, actual y pegada a la realidad. Que somos los primeros con ganas de trabajar, siempre y cuando los proyectos sean profesionales y viables (algo que dudamos en casos como el de la nueva Radio 5).

- Que nos preocupa el trato de la dirección hacia los trabajadores, la falta de comunicación y transparencia y el hecho de que sus decisiones no se rijan, exclusivamente, por criterios profesionales. Esa actitud genera en la plantilla una incertidumbre y una angustia que hacen cada vez más difícil nuestro trabajo diario".

Por todo ello, los trabajadores reclaman "que se tomen las medidas necesarias para que Radio Nacional de España vuelva a ser la radio de todos: oyentes y trabajadores".

Fuentes de la emisora y de sus órganos de supervisión han destacado a infoLibre que no se trata de una iniciativa de los sindicatos con representación en RNE (aún cuando muchos de los firmantes estén afiliados a una u otra organización), sino de la expresión de "un malestar general ante el ya evidente desplome de audiencias que ha experimentado en los últimos meses". En este sentido, recalcan que "siendo los números muy negativos, lo realmente dramático es la pérdida de presencia de una voz que, al margen de intereses empresariales, informe con veracidad y pluralismo en tiempos tan complicados como los actuales".

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Las mismas fuentes hablan de un clima de miedo entre los profesionales de la cadena de emisoras: "Miedo ante los modos de mando que se han instaurado, ante la ausencia de respuesta a demandas profesionales, y miedo, también, a que el deterioro conlleve a medio plazo una disminución de personal".

Los firmantes que, como evidencian en su escrito, trabajan cada día en medio de una gran preocupación de futuro, insisten en el fracaso de los cambios realizados en la mayor parte de las programaciones, que califican de "profesionalmente nefastos", y ofrecen múltiples ejemplos de ello: jefes de sección que desconocen esa especialización, responsables desbordados por el día a día... También, y en conversación con este periódico, han insistido una y otra vez, en que "se trata de una repulsa profesional, al margen de ideologías y pertenencias a cualquier organización".

Textualmente, han llegado a decir: "Pedimos la libertad e independencia política perdida tras el cambio de modelo; si mañana gobernara otro partido y siguieran las cosas como están ahora, volveríamos a denunciar la situación con la misma fuerza". Para reafirmar su preocupación han omitido cualquier queja o reivindicación de tipo salarial, o de las condiciones laborales, ya que, expresan, "ese no es ahora el principal problema de RNE".