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'Cachitos' e Ibai rompen el guion de la previsible Nochevieja televisiva de las grandes cadenas

Alberto Chicote y Cristina Pedroche, en la despedida de 2022.

La última noche de 2021, y la primera madrugada de 2022, es, en todas las cadenas de televisión, un permanente deja vu: sabemos que es singular por la fecha, pero nuestra sensación es la de que ya lo habíamos visto antes. Y es que cada una de las ofertas individualizadas son una repetición, calco de las emitidas año tras año. Partiendo de ahí, vayamos a lo diferencial: ha sido la segunda bajo el covid-19, tan lejos de la soledad de los relojes del 2020 como de las muchedumbres del 2019; presencia en las plazas, sí, pero bajo restricciones y limitación de aforos, como un recordatorio de que el bicho sigue ahí; y un anhelo, una promesa difusa de que pronto todo será como antes, eso que llamamos normalidad. Al margen de los marcos públicos, también se han producido dos estrenos en los balcones de la Puerta del Sol, con la irrupción de Jacob Petrus y Dani Mateo, entre los ya veteranos presentadores.

Las Campanadas

La Nochevieja en televisión remeda al tránsito de año. Hay un antes y un después de las doce de la noche del 31, por más que sean esos segundos sonoros los auténticos protagonistas. Y en las cadenas esa dicotomía se remarca entre la pública y las privadas, más que nunca esta noche comerciales. 

TVE, tras el ojalá breve ostracismo de Ana Obregón, confió de nuevo en la veterana Anne Igartiburu y en el debutante Jacob Petrus. Anne, como siempre vestida de rojo, posiblemente la más elegante de la noche, y tan segura y ajustada al guion como en las diecisiete anteriores presencias; Petrus, como es cada día en Aquí la Tierra: cercano, empático y solvente; parecía que llevaba años cómodo en ese balcón. 

Atresmedia, tanto en Antena 3 como en laSexta, demostró que es un grupo no comercial, sino comercialísimo. Nada más iniciar la transmisión en su principal cadena nos obsequió con dos minutos largos de propaganda de Coca Cola, proyectada sobre la sede del Gobierno regional. Por cierto, un anuncio privado sobre un edificio público de un ejecutivo con frecuencia renuente a ceder ese espacio para causas solidarias o reivindicativas de colectivos sin ánimo de lucro. La proyección fue seguida por tramos de publicidad generalista y el muy específico brindis y parlamento de Estrella de Galicia.

Como en el último lustro, el plato fuerte, en presencia de Alberto Chicote, se centró en el atuendo de Cristina Pedroche, con su personal streep tease desde una imagen tapada de cuello a pies hasta la semi desnudez inmediatamente antes de las Campanadas. Pero este año no fue así. La crisálida inicial se transformó en un atuendo del museo del diseñador Manuel Piña, absolutamente recatado, ignorándose si satisfaciendo, o no, a sus fieles. En laSexta, apareció Dani Mateo tal cual es: histriónico desde el atuendo hasta el tono; junto a sus humoradas, Cristina Pardo, también en su papel: mordaz, irónica y llena de guiños al espectador. 

Al menos, el grupo Atresmedia diferenció –como en su programación habitual– entre sus dos principales cadenas, no como Mediaset que duplicó en Telecinco y Cuatro las campanadas desde Vejer de la Frontera, confirmando la histórica alergia del grupo al reloj de la Puerta del Sol. Allí, la novedad fue la subida al estrado de las hijas de Paz Padilla y Carlos Sobera.

Al margen de la omnipresencia de publicidad comercial en las privadas, todos los grupos se desvivieron en destacar los típicos y tópicos mensajes de buena voluntad, que entremezclaron con autopromociones. En TVE con Anne y Petrus ante cámara, en el resto con saludos de sus principales presentadores y programas.  

El antes y el después

Lo cierto es que solo TVE se toma en serio la programación de Nochevieja. Ninguna cadena se rompe la cabeza buscando originalidad alguna; como muestra los títulos de los diversos espacios tras las uvas: TVE, ¡Feliz 2022!; Antena 3, Cantando al 2022; Telecinco, ¡Viva la fiesta en Nochevieja! Presuntas galas de artistas cien veces vistos, cuando no refritos de programas ya emitidos. Música para que sirva de fondo en las celebraciones familiares, con sonido a medio gas para no tapar las charlas y brindis, pantallas de las que no se espera ni pide la atención que dedicamos cualquier otra noche. 

Donde destaca TVE es sobre todo en el antes. Un antes iniciado en los propios telediarios con el resumen del año que termina personalizado en figuras de nuestra escena y dirigido por Carlos del Amor; si en años anteriores el protagonismo correspondió a José Coronado y Pepe Sacristán, este 2021 fue encarnado por Blanca Portillo, una actriz que fue más allá de la interpretación, simplemente vivió en el escenario y en la calle cada acontecimiento, y culminó en un final pleno de emoción con Luis García Montero, Los Secretos, o frente a la estatua de Federico García Lorca. Si no lo vieron, aún están a tiempo. 

Tras el Telediario 2, volvió José Mota, en esta ocasión con una revisión del Cuento de Navidad de Dickens, que tituló Cuento de Vanidad, y en el que desarrolló sátiras y críticas de la mano de las redes sociales omnipresentes en nuestras vidas. Pasado y un futuro que ya es presente, Mota no se detiene, ni se refugia en anteriores laureles. 

De Twitch a Cachitos    

Hasta aquí hablamos de televisión, pero Mota nos ha adentrado en otras pantallas y soportes, y en ese terreno la gran novedad ha residido en la plataforma de retransmisiones en vivo de Amazon, denominada Twitch, y su animador Ibai Llanos. En realidad Ibai ya ofreció en ella las uvas de 2020, aunque realizada desde su domicilio congregó a poco más de medio millón de fieles. En esta ocasión, y con la presencia del incombustible Ramón García, llegó a 2,2 millones de usuarios únicos. Tradición y actualidad representados en el momento en que Ramón entregó a Ibai la pajarita que llevaba en sus primeras campanadas, allá por 1995, junto a Ana Obregón, y que el primero verbalizó en la despedida: “Ha sido como poner una pica en Flandes; una nueva forma de comunicar. En este oficio siempre toca estar aprendiendo y siempre se aprende más de los jóvenes”. 

Y de lo más nuevo, al viejo archivo de TVE recuperado por Cachitos en La 2. Música, sí, pero lo que marca la personalidad del espacio es algo tan sencillo como los rótulos, y ahí son imbatibles: memes, zascas, ironías; el caso es no dejar títere con cabeza, y este año empezaron fuertes al escribir sobre un artista que no recuerdo "El cámara se arrima, pero sin tocar... como el PSOE con la monarquía" y continuar sobre imagen de Mecano, "Para tocar tantos sintetizadores, Nacho necesitaba algo que le ha seguido abriendo puertas: muchos enchufes". Un bálsamo contra las programaciones del resto de cadenas

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