El Colexio de Xornalistas de Galicia critica la información que se ofreció del accidente de rally

El Colexio de Xornalistas de Galicia cree que el tratamiento informativo que se hizo del accidente de rally que se produjo en septiembre en A Coruña, y que dejó siete muertos, "pudo realizarse de forma más cuidadosa evitando ciertas imágenes y comentarios que pudieron herir la sensibilidad de los afectados y sus familias".

Así lo explica en un informe publicado este martes y que decidió elaborar después de haber recibido un escrito de la Asamblea Ciudadana de Carral denunciando la cobertura que los medios (especialmente la prensa escrita) habían hecho de este accidente. Citaban el uso de fotografías explícitas de las víctimas, la redacción de "titulares que dan lugar a interpretaciones maliciosas y crean desconcierto", la "falta de respeto a los familiares", la publicación de los nombres de los pilotos y otros datos personales "que dan lugar a especulaciones erróneas", y la búsqueda del morbo con los detalles "más escabrosos".

Tras recibir esta carta y analizar las páginas web de La Voz de Galicia, La Opinión de A Coruña, El Ideal Gallego, El Correo Gallego y El Progreso (durante los días 6 y 7 de septiembre), el Colexio de Xornalistas concluye que se utilizaron imágenes sin censura, datos de la vida privada de las víctimas, un lenguaje morboso, y explicaciones de los espectadores de la carrera que se ofrecieron como si fueran de expertos.

Sobre este último caso, La Voz de Galicia aseguró que "Testigos presenciales comentan que en esa zona 'los pilotos realizan un descenso muy rápido, con lo que los frenos llegan al final casi desgastados'". Los periodistas consideran que son estas "peligrosas especulaciones sobre las causas del accidente".

Datos irrelevantes de la vida privada de las víctimas

Se utilizaron "datos irrelevantes que afectan a la intimidad de las víctimas", por ejemplo en el siguiente texto que publicó Faro de Vigo: "El joven es conocido en Cambre por ser el nieto del enterrador, oficio que, según fuentes del Ayuntamiento, había comenzado a desempeñar él también. Vivía con su mujer en el centro de la capital municipal". Los periodistas se muestras especialmente preocupados cuando esos detalles se refieren a las víctimas menores de edad: "Uno de ellos natural de Carral y jugador en la categoría infantil del Abegondo", informaba La Voz de Galicia.

El Colexio subraya que desde el momento del accidente se difundieron constantemente en los medios la identidad del piloto y del copiloto así como datos de su vida privada e incluso fotografías. De hecho, en televisión se emitieron imágenes de otro accidente que habían sufrido, "como queriendo insinuar una culpabilidad", dice el informe.

Los periódicos abusaron también del morbo. A los detalles sobre la vida privada de las víctimas se sumaron descripciones sensacionalistas como la siguiente: "Ahí, en pleno monte, en una corredoira por la que solo pasa un coche, a dos kilómetros escasos del centro de Carral, hubo gente que vio morir a familiares y amigos, que se abrazaban a cuerpos sin vida y que tapaban heridas con sus manos".

Desde el Colexio de Xornalistas recuerdan en su informe el Decálogo de recomendaciones en caso de catástrofe, que establece recomendaciones como estas:

1. El derecho a la intimidad y a la propia imagen de los protagonistas de un suceso que reviste características de catástrofe.

2. Respetar el dolor y el sufrimiento de las víctimas.

3. Las conjeturas e hipótesis sobre la trajedia deben evitarse.

4. Hay que facilitar la información con responsabilidad, sin contribuir a crear situaciones de psicosis.

5. La distinción entre recreaciones ficticias, reconstrucciones de los hechos, hipótesis y hechos debe estar siempre perfectamente marcada.

6. La información ofrecida por las personas afectadas tiene que ser valorada y contrastada, como en el resto de informaciones.

7. Especialmente importante cuidar el lenguaje y evitar recursos espectacularizadores.

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8. Si es necesario deben editarse imágenes, sonidos y declaraciones.

9. No es admisible la distinción entre las víctimas.

10. En caso de una tragedia provocada por la acción humana, conscientemente o no, es necesario expresar con exactitud quiénes son los implicados.