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Medios comunicación

Contra la 'posverdad': periodistas presentan un decálogo para enfrentarse a las noticias falsas

Captura de la portada del decálogo

infoLibre

La Plataforma en Defensa de la Libertad de Información ha editado un decálogo para hacer frente a la proliferación de noticias falsas. La plataforma ha lanzado el documento como conclusión del acto Noticias falsas: disfrazar la mentira de realidad que se ha celebrado en Madrid para debatir y analizar el fenómeno de las noticias falsas y su impacto en el periodismo y la sociedad. El decálogo pretende consensuar estrategias que combatan sus efectos.

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"Las noticias falsas son una amenaza para la libertad de información y para la democracia", sostiene la PDLI, que también hace un "llamamiento a la sociedad civil, el Estado, las organizaciones políticas, medios, periodistas y empresas tecnológicas a enfrentarse con firmeza a esta lacra".

El decálogo es el siguiente:

 

  1. Todos los actores de la cadena informativa están llamados a combatir, y no fomentar, la difusión de noticias falsas: aunque el primer responsable de la difusión de noticias falsas es quien las fabrica, todos los actores de la cadena de producción y distribución de contenidos, deben estar comprometidos en actuar contra su propagación.
  2. Debe llegarse a una definición consensuada, bajo los principios de la libertad de información y expresión, sobre qué debe considerarse bulo o noticia falsa y qué no, de modo que se protejan formas de expresión legítimas como la sátira o la crítica social.
  3. Los medios deben comprometerse a informar de la fuente, autor, fecha y procedencia de los contenidos que elaboran o de las que se hagan eco.
  4. Desde los poderes públicos se promoverán campañas de alfabetización mediática y digital que mejoren las competencias de los ciudadanos en esta materia. Además, se impulsarán herramientas que permitan al público, por sí mismo, verificar la fiabilidad de un contenido, cabecera o sitio web.
  5. Las empresas de distribución de contenidos, que deben considerarse como empresas informativas por el volumen que representan las noticias en su flujo de actividad, deben desarrollar mecanismos que penalicen, y no premien, los bulos así como herramientas que permitan filtrarlos del torrente de contenidos que se comparten.
  6. Los medios de comunicación y los periodistas son responsables de cumplir sus obligaciones éticas en el ejercicio de su función. Los códigos deontológicos deben incluir sanciones que penalicen malas prácticas y la difusión de infundios que deslegitiman el periodismo. La rectificación de contenidos erróneos será de acuerdo a las exigencias más estrictas. Los medios y periodistas, además, darán herramientas a su audiencia para que corrija las informaciones que sean inexactas.
  7. El periodismo de “código abierto” es uno de los mejores antídotos contra la publicación de noticias falsas. Los medios facilitarán, en la mayor medida posible, la trazabilidad de sus informaciones y contenidos: mostrando las fuentes, cómo se ha obtenido la información, el método de elaboración y la autoría.
  8. Las técnicas de verificación de contenidos, promovidas tanto desde los medios como desde organizaciones, deben cumplir los estándares internacionales consensuados en esta materia. Entre otros: apartidismo e igualdad en la aplicación de técnicas de fact-checking; transparencia en las fuentes; transparencia en los recursos y en quién promueve la iniciativa; transparencia en la metodología y honestidad en la publicación de correcciones.
  9. Todas las formas de comunicación deben ser responsables en combatir, y no promocionar, la difusión de contenidos falsos. Las campañas promocionales, sean comerciales, políticas o de cualquier tipo de organización, evitará estas prácticas en su estrategia comunicativa.
  10. Las iniciativas promovidas por los Estados y las organizaciones políticas serán respetuosas con los estándares internacionales sobre protección de la libertad de expresión e información. En particular, se evitará el Derecho penal como instrumento para combatir las noticias falsas y cualquier forma de injerencia política en el normal funcionamiento de los medios.
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