El futuro de la televisión pública
Primera semana de los nuevos Informativos de TVE: sobresaliente en pluralismo y rigor, suspenso en audiencias
Culminada la semana de los nuevos informativos diarios de TVETVE, y a falta del estreno del equipo de fin de semana, se podría decir que éstos han dado un buen salto en pluralismo y rigor informativo. Junto a ello, destaca la variedad de temas tratados, el descenso en asuntos banales y el afán por destacar lo que se considera profesionalmente más importante sin concesiones a si perjudica o beneficia al Gobierno o a la espectacularidad de imágenes llamativas. La cruz se encarna en unas audiencias un punto por debajo de las de agosto, que ya habían sido peores que las del mismo mes del año anterior.
Quizás el momento más revelador de la nueva etapa tuvo lugar el miércoles en Los Desayunos, cuando su presentador y director, Xabier Fortes, se dirigió directamente a cámara –esto es, a los espectadores– y dijo: "En la entrevista a Albert Rivera –realizada el día anterior–, utilicé por error la expresión 'dos países' hablando de Cataluña y el resto de España, cuando era obvio que me refería a dos sentimientos identitarios opuestos en un momento crispado y polarizado, y a la necesidad, por lo tanto, de rebajar la tensión. Si alguien no lo ha entendido así, le pido disculpas". Y continuó: "Ni he sido el primero ni seré el último periodista, o político, que comete un error similar. Y menos en dos programas de tres horas en directo. En todo caso, el ruido y la furia que se organizó por ello puede que sea la metáfora perfecta de lo que nos está pasando como país. Quizás es que nos falta a todos un pouco máis de sentidiño". En contra de algunos consejos recibidos, el periodista gallego decidió de esta forma contestar a quienes le habían acusado por esa expresión, pero sobre todo al conjunto de los espectadores, que podían haber mal interpretado el error. "Si uno se equivoca, hay que rectificar lo antes posible" diría después a infoLibre.
Pluralismo
A Los Desayunos han vuelto comentaristas que no pisaban Torrespaña desde hace más de seis años –vetados por sus opiniones– y han llegado otros nuevos, pero también continúan la mayoría de los que han participado durante el periodo anterior. Tras las denuncias profesionales de que la proporción de tertulianos con el PP era de tres a uno a favor del Gobierno –uno moderado o contrario–, los cuarenta que han participado esta semana han mostrado un afán de equilibrio, tanto por los medios en los que trabajan como por las posibles tendencias políticas. Junto a este hecho relevante, se ha podido constatar que se ha abierto el abanico de asuntos planteados por el presentador –siempre al hilo de la actualidad–, se ha abandonado esa dedicación casi monográfica a la política en general y, dentro de ella, a la situación en Cataluña. En estos cinco días ha habido una presencia continuada de asuntos de Sociedad, Sanidad, Educación, conflictos laborales, consumo, etc.
En cuanto al director-presentador, Fortes goza de un tono moderado, que parece contagiar a los invitados, con lo que han sido escasos los momentos de guirigays en los que resulta difícil entender a los contertulios. En las entrevistas –hasta ahora, todas a personajes políticos–, el presentador adopta una postura periodística de quien busca información y opinión ajena. Pregunta y repregunta, pero sin personalismos ni ansias de establecer confrontaciones desiguales. No obstante, no tiene inconveniente en contestar al entrevistado cuando realiza alusiones personales o a la propia TVE.
Así ocurrió al final de la entrevista el miércoles al secretario general del PP, García Egea, le espetó: "Cuando vengan Pablo Iglesias o Pedro Sánchez, que traigan también esos lazos que traían antes reivindicando la objetividad del medio", en referencia a los lazos naranjas en defensa de RTVE que durante los últimos años llevaban prendidos en la solapa políticos de la izquierda cuando eran invitados. Y añadió: "Ahora se les escucha poco". "Acabamos de empezar hace tres días", opuso Fortes, pero el representante del PP insistió: "Se les ha perdido el lazo". Ante la réplica, el presentador optó por cerrar el diálogo: "Usted se puede poner una camiseta negra, y todos encantados", en alusión a la vestimenta de los trabajadores en las jornadas de protesta de los Viernes Negros contra la manipulación del Gobierno de Mariano Rajoy.
Con todo, parece observarse una excesiva sujeción a la escaleta, a un desarrollo ya previsto del programa, lo que provoca algunos cortes bruscos en los diálogos. También se echa de menos una mayor utilización de la imagen, que evite la sensación de que se está televisando radio. Los medios técnicos permiten desde hace mucho tiempo que las imágenes no tengan que cubrir en su totalidad la pantalla y sí servir de acompañamiento y fondo a quién habla en ese momento, o para –pegadas a ráfaga– introducir un nuevo asunto y evitar la monotonía de los planos medios y cortos de los intervinientes.
Telediarios
De la presentadora del TD1 poco se puede decir, tras más de veinticinco años en pantalla: dicción perfecta, presencia discreta, profesionalidad contrastada y ausencia, prácticamente total, de errores. Es natural que hay conservado su puesto mientras han pasado una decena de directores generales o presidentes de RTVE, y hasta otros tantos directores de Informativos.
Sí ha sido una sorpresa el presentador del TD2, Carlos Franganillo, proveniente de las corresponsalías de Moscú y Washington. Tras cinco días en pantalla, el periodistas no solo ha mostrado aplomo y seguridad, sino una naturalidad, nada afectada. Así lo demostraba al dar paso al presentador de Deportes con un "Hola Sergio. Lo primero, ¿cómo está el ciclista caído?", en alusión al accidente producido en la Vuelta a España. Dos días después, con el mismo interlocutor: "Bueno, Sergio, cuéntanos esa imagen en que Rossi niega el saludo a Márquez".
Como comentaba un miembro de la redacción, "hay que ser muy profesional para actuar con esa naturalidad en la primera semana". Junto a ellos, TVE mantiene el buen criterio de situar en las conexiones con el exterior a periodistas profesionales, mujeres y hombres de cualquier edad, lejos de la extendida tendencia de situar ante cámara exclusivamente a gente joven y guapa. Por suerte, en la televisión pública se ha optado desde siempre –aunque con mayor o menor intensidad, según las etapas– por la credibilidad, frente a modas estéticas.
Pero el cambio más importante se ha producido en los contenidos, y en el lugar que ocupan en los telediarios. El martes se publicaron los datos del paro en agosto con cifras muy elevadas y un alto número de bajas en la Seguridad Social. Es una mala noticia para todos, y también para el actual Gobierno, pero el TD1 abrió con ella el relato de la jornada. Tras los titulares, la desarrolla, contextualiza y amplía, hasta el punto que un veterano redactor escribe: "Parados hablando, malas cifras de desempleo sin manipular, el escándalo de los ERE, informaciones amplias y con contexto, no solo titular... Vuelven los telediarios a la televisión pública. Algo está cambiando".
Selección de temas
Al día siguiente se anuncia la subida de la luz, y la noticia conforma el inicio del informativo; otro miembro de la redacción opina: "Lo que afecta a los ciudadanos, primero. Bloque entero de arranque para explicar la subida del recibo de la luz". En la madrugada del miércoles cae una tromba de agua en Cataluña, con especial repercusión en Barcelona; la imágenes son muy llamativas –calles de la ciudad convertidas en ríos–, pero el telediario abre con imágenes de nuevas víctimas de migrantes que intentaban llegar a las costas españolas, la situación en Cataluña un año después del inicio de la deriva independentista, y otros temas de actualidad. La tromba de agua queda relegada a sexta noticia y su desarrollo se realiza después del minuto veinte del informativo.
Es obvio que en la tradicional pugna entre lo llamativo y lo importante, y la actual dirección opta por lo segundo. Así lo anunciaba su directora, Begoña Alegría, en el acto de presentación de su equipo ante las cámaras: "Quiero audiencias, claro; pero ante todo quiero unos informativos de calidad que representen a los ciudadanos". En esa línea, menguan las banalidades, aumenta la información del mundo, pero no solo de política, sino de asuntos sociales como el fin de la penalización de la homosexualidad en la India, y ese afán por ampliar el foco más allá de la política se traduce en informaciones y reportajes, como destacaba el periodista y analista televisivo Juan Tortosa: "Preciosa pieza en el Telediario 2 de TVE contando la historia de médicos que atendían a pacientes durante los años del PP, aunque no tuvieran derecho. Excelente manera de contar que vuelve la Sanidad universal. ASÍ SÍ!!"
Y es que da la impresión de que han saltado por los aires viejos corsés, que los periodistas relatan sus historias pensando solo en cómo transmitirlas mejor. Se cuenta que la película Campeones representará al cine español en la carrera hacia el Oscar y se ofrecen imágenes de su director escuchando la elección dentro de un coche. La pieza cuenta la peripecia de un equipo integrado por personas con deficiencias físicas o psíquicas, y el redactor de cultura José Fernández finaliza la información así: "Esta película no cuenta a seres normales haciendo cosas extraordinarias, sino seres extraordinarios haciendo cosas normales".
Pero la apertura de miras llega también hasta el deporte. El miércoles el TD1 abre con la última hazaña del tenista Nadal, pero continúa con un amplio reportaje con la selección femenina de fútbol, o la final del campeonato de ese mismo deporte entre los presos de distintas comunidades. Mientras, en Los Desayunos, el siempre mesurado Jesús Álvarez entra de lleno en polémicas como la del futbolista Isco con un periodista, o los malos modos entre los campeones de motociclismo Rossi y Márquez.
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Sin apuestas por la modernidad
A pesar de lo descrito, los Informativos de TVE adolecen del mismo defecto que en etapas anteriores: no hay una sola apuesta por la modernidad en los tratamientos visuales y narrativos. El juego entradilla-vídeo, o entradilla-conexión exterior sigue pautas del pasado, no se arriesga en este terreno fuera de los corsés establecidos –quizás por escuchar poco a los equipos de imagen y sus iniciativas–... Resulta especialmente grave en una televisión que ha sido históricamente cuna y cantera de la mayor parte de profesionales que desarrollan su labor en el resto de televisiones.
Junto a lo antedicho, el mayor tendón de Aquiles del estreno está siendo las audiencias. Los Informativos de TVE, que perdieron un punto ya en agosto, están perdiendo otro más en los días analizados de esta semana. Quizás, como decía, con intención una fuente interna, "los espectadores de la derecha se van, y los de la izquierda aún no han venido".