Librepensadores
El otro 20-N
El año 2005 se estableció el Día Internacional de conmemoración anual en memoria del Holocausto como prevención y la sanción del delito de genocidio, más pertinente que nunca ya que el genocidio y los crímenes atroces se siguen repitiendo en diversas regiones del mundo.
La Asamblea de Madrid presidida por la dimitida y cínica Cifuentes celebró ese importante homenaje con la premisa de "no olvidar" y el compromiso de reafirmar los valores de "Democracia, Libertad y Derechos humanos". No sabría, a pesar de su másteres, que mencionaba uno de los documentos fundamentales de la Revolución Francesa, aprobado el 26 de agosto de 1789 por la Asamblea Nacional Constituyente.
Cínica porque subvencionaba, igual que los gobiernos de turno sean comunitarios o nacionales, a fundaciones antidemocráticas, permite prensa, símbolos y mausoleo rindiendo pleitesía al mayor genocida de nuestra Historia. Permisiva con los falangistas actuales, con el mismo ideario de los que durante la dictadura actuaron como las SS, siendo los principales ejecutores del genocidio de cientos de miles de personas entre la población civil por ser sindicalistas, republicanos, intelectuales, maestros, o por el mero hecho de ser padres, hijos o de matrimonio de ellos, asesinados y tirados en fosas, cunetas o simas, al margen de los que lucharon abiertamente contra la sublevación fascista en y durante toda la dictadura apoyada por la Iglesia, terratenientes, burguesía.
En la actualidad, hay partidos que mantienen el ideario antidemocrático y fascista de la FE-JONS de 1934, en sus puntos:
2.- España es una unidad de destino en lo universal. Toda conspiración contra esa unidad es repulsiva. Todo separatismo es un crimen que no perdonaremos.
6.- Nuestro Estado, será un instrumento totalitario al servicio de la integridad patria. Nadie participará a través de los partidos políticos. Se abolirá implacablemente el sistema de los partidos políticos, con todas sus consecuencias: sufragio inorgánico, representación por bandos en lucha y parlamento del tipo conocido.
7.- A nadie le será lícito usar su libertad contra la unidad, la fortaleza y la libertad de la Patria. Una disciplina rigurosa impedirá todo intento dirigido a envenenar, a desunir a los españoles o a moverlos contra el destino de la Patria.
(Hoy, supuestos demócratas consideran vigente este punto y con él admiten el punto 18 del Mein Kampf: “Exigimos la persecución despiadada de aquellos cuyas actividades sean perjudiciales”. Fórmula aplicada sistemáticamente por la FE-JONS desde 1936 y durante la dictadura.)
25.- Nuestro movimiento incorpora el sentido católico de gloriosa tradición y predominante en España a la reconstrucción nacional.
27.- Nos afanaremos por triunfar en la lucha con sólo las fuerzas sujetas a nuestra disciplina. Pactaremos muy poco. Sólo en el empuje final por la conquista del Estado gestionará el mando las colaboraciones necesarias, siempre que esté asegurado nuestro predominio.
Esto se admite en España, mientras en Alemania tras la derrota del nazismo se prohibió el Mein Kampf, ideario que pregona el rechazo del parlamentarismo, la xenofobia, el racismo y abiertamente el genocidio. Por ello prohibieron símbolos nazis, la esvástica, imágenes de Hitler, las SS Sigrune, o runas de la victoria de las patrullas de ataque nazis SS, y el "saludo de Hitler". En 1983, se añadió el "saludo de la resistencia" o "Saludo de Kühnen", del "Frente de Acción de nacionalsocialistas / Activistas Nacionales".
España, junto a Corea del Norte, tiene un mausoleo a su dictador y nunca se ha realizado un homenaje de reconocimiento por nuestro Holocausto, ni siquiera el día de la Constitución como fin de la dictadura, no siendo capaces ni entonces ni ahora de rendir un homenaje a quienes lucharon y defendieron la república legalmente instaurada por las urnas, o a los asesinados por las SS españolas, la Falange, cuyos herederos y partidarios siguen campando con el beneplácito parlamentario, siendo notorio que muchos de ellos cambiaron su camisa azul por otra de cuello blanco y corbata después del óbito del dictador y, otros, poco antes de sentarse en el hemiciclo del Congreso de los Diputados, de las Comunidades o Municipios.
España no debe olvidar y debe reconocimiento a los asesinados, es nuestro Holocausto. Salud y república. _______
José Enrique Centén Martín es socio de infoLibre