Víctimas del franquismo
'Billy el Niño' se opone a ser entregado a Argentina
El exinspector Antonio González Pacheco, alias Billy el Niño, ha afirmado este jueves en la Audiencia Nacional que "en absoluto" admite ser entregado a Argentina por las torturas que se le imputan contra trece detenidos, al tiempo que se ha negado a que su rostro sea grabado por ser objeto de "amenazas y seguimientos".
En la vista de extradición, el antiguo inspector ha rechazado que su rostro se haga público por "razones de seguridad personal y familiar" y ha sido preguntado si durante los años en que permaneció en el Cuerpo cometió algún delito en el ejercicio de su profesión. "No lo recuerdo con certeza, quizá algo hace muchos muchos años de malos tratos, pero creo que no fuimos condenados", ha añadido.
El inspector, ahora jubilado, ha intervenido al final de la sesión para dejar claro que no se llama Juan Antonio ni José Antonio y que el alias de Billy el Niño por el que es conocido no fue idea suya. "Mi nombre es Antonio González Pacheco y no me puse yo ese apodo".
El tribunal, presidido por la magistrada Concepción Espejel, ha dejado sin efecto las medidas cautelares que pesaban sobre el reclamado al contar con la conformidad del fiscal a la petición de la defensa. El juez Pablo Ruz le prohibió el pasado diciembre salir de España y obligó a realizar comparecencias semanales en el juzgado y a facilitar un teléfono de contacto y un domicilio en el que puedan ser permanentemente localizados.
El fiscal Pedro Martínez Torrijos se ha opuesto a la entrega de González Pacheco, de 67 años de edad, al país andino por que el plazo de prescripción de las torturas que se le imputan "ha transcurrido con exceso" y ha afirmado que las normas que declararon imprescriptibles los delitos de lesa humanidad no pueden aplicarse retroactivamente.
En todo caso, ha defendido la competencia de los tribunales españoles para investigar estos hechos ya que fueron cometidos en nuestro territorio y el reclamado tiene nacionalidad española. Por ello, ha invitado a Argentina a presentar la denuncia en nuestro país para atender a los "compromisos diplomáticos" y que las víctimas puedan relatar las "desgracias o penalidades sufridas" a un juez español y ofrecer su versión de las circunstancias que rodearon las detenciones.
Por su parte, la defensa de Billy el Niño ha negado que su cliente tenga relación con las torturas investigadas –ocurridas en 1968 y 1975 según la denuncia– y ha afirmado que en el primer año no era todavía policía. Ha añadido que no ha tenido nunca relación con el Estado reclamante "ni ha puesto un pie en territorio argentino", para enfatizar que no existen conexiones de "ningún género" que justifiquen la competencia de aquel país.
El abogado defensor también ha invocado la Ley de Amnistía para señalar que "cualquier responsabilidad hipotética" habría sido perdonada y a la Constitución española para indicar que su representado tiene derecho al juez predeterminado por la ley y no al argentino.
En el momento en el que el letrado ha puesto en duda que las heridas de las víctimas necesitaran 30 días de curación, uno de los denunciantes ha alzado la voz para asegurar: "¡Yo estuve 62 días!". "No se puede mentir", ha dicho, después de que la magistrada ordenara guardar silencio.
La vista de extradición ha comenzado con la petición de Billy el Niño de no ser grabado de frente por los medios de comunicación, algo que ha estimado la Fiscalía y el tribunal ha aceptado. La jueza ha autorizado únicamente a los reporteros gráficos a hacer un barrido de espaldas al inicio de la vista y ha apuntado que no se trata de un juicio oral.
La defensa del exinspector ha afirmado que la petición de su defendido "no es una cuestión caprichosa" y ha dicho tener documentación de la Policía Científica que "acredita que ha sido objeto de amenazas y seguimientos". "En consecuencia, estimo que el revelar o poner de manifiesto cual es su aspecto a día de hoy puede suponer un peligro grave para su persona", ha remachado.
Billy el niño, de 67 años, ha esquivado a manifestantes y medios de comunicación al llegar a la sede judicial a primera hora de la mañana. La veintena de víctimas del franquismo congregada en la calle Prim ha portado una bandera republicana de grandes dimensiones, mientras coreaba consignas como "Qué se juzgue a los torturadores" y "Tenemos memoria, queremos Justicia". Cuando ha abandonado la Audiencia, ha saludado y se ha subido en una moto que le esperaba a su salida.
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El inspector, ahora jubilado, sigue la tónica del excapitán de la Guardia Civil Jesús Muñecas, quien la semana pasada rechazó también se entregado a Argentina y solicitó que su imagen no fuera grabada. Una petición que entonces rechazó el presidente del tribunal, Alfonso Guevara.
Según la denuncia contra Billy el Niño, las víctimas fueron José María Galante Serrano, Miguel Ángel Gómez Álvarez, Andoni Arrizabalaga, Antonia Hernández, Francisca Villar del Sanz, Luis Suárez Carreño, Silvia Carretero, Acacio Puig, Alfredo Rodríguez, Antonio Chapera, Felisa Echegoyen, Francisco José Fernández y Jesús Rodríguez.
El Consejo de Ministros aprobó, a propuesta del ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, dar continuidad al procedimiento de extradición a Argentina. La petición de la juez Servini llegó a España el pasado 18 de noviembre y se dirigía contra los dos reclamados y los ya fallecidos Celso Galván Abascal y José Ignacio Jiralte González.