Movimiento antitaurino
Óscar del Castillo, detenido por protestar en Las Ventas: "Como los animales no pueden saltarse las leyes que permiten su tortura, nos las saltamos nosotros"
Este domingo fueron puestos en libertad los 29 activistas detenidos tras saltar al ruedo de la Plaza de Toros de Las Ventas el sábado durante la celebración de una corrida de toros. Fue durante el Certamen Internacional de Novilladas Nocturas, antes del cual un grupo de antitaurinos ocuparon la arena madrileña para exigir al mundo de la tauromaquia que "deje de matar".
Con ese lema inscrito en sus camisetas, las 29 personas procedentes de varias asociaciones y lugares de España formaron un círculo en el centro del ruedo, mientras el poco público que asistió protestaba contra ellos. En ese momento, el presidente de la plaza y el delegado gubernativo ordenaron a la Policía Nacional que detuviera a los manifestantes, que fueron puestos en libertad 24 horas después tras pasar la noche en las dependencias de la Brigada de Información de Moratalaz.
La protesta fue organizada por Gladiadores de la Paz, organización presidida por Óscar del Castillo, que lleva realizando este tipo de acciones desde que comenzara el activismo en 2014. Del Castillo habla con infoLibre para explicar cómo se llevó a cabo la acción y por qué es necesaria la lucha contra la tauromaquia.
Pregunta. ¿Se ha alcanzado el objetivo que se pretendía con el salto a la Plaza de Toros de Las Ventas?
Respuesta. Sí. Nuestro objetivo es llegar a los medios de comunicación para, a través de esa llamada de atención, concienciar a miles de personas sobre lo que está sucediendo: sobre que la tauromaquia es un maltrato animal por diversión, sobre que está subvencionado con dinero publico mientras hay gente que se muere de hambre, y sobre que se hace en presencia de menores de edad yendo en contra de lo que dijo el Comité de Derechos del Niño de la ONU, que instó hasta en cinco ocasiones a alejar a los menores de la violencia de la tauromaquia.
P. ...porque la empresa gestora de Las Ventas regaló entradas para este espectáculo a menores de 16 años. Su presencia en este tipo de espectáculos es una de vuestras principales denuncias.
R. Sí, por supuesto. A los niños hay que educarles en el amor y en el respeto y de ninguna forma educarles hacia un maltrato animal normalizado y legalizado porque, independiente de cómo lo quieran llamar –arte, cultura, etc.–, al final es un hecho innegable que es un maltrato animal legalizado. No podemos educar a los niños en ese sentido. Y claro que es uno de los principales motivos por los que protestamos.
P. Este ha sido el acto de protesta más multitudinario que ha tenido lugar en Las Ventas.
R. Sí, de hecho esta ha sido la protesta más grande que hemos hecho en España.
P. ¿Quiénes participaron en ella?
R. Pues esta protesta la ha organizado Gladiadores por la Paz, pero se ha sumado también gente de otros colectivos y gente de diferentes ciudades y comunidades autónomas. Ha venido gente de Málaga, Barcelona, Bilbao, Alicante, Valencia...
P. ¿Cómo se ha organizado para que viniera gente de tantos lugares?
R. Realmente, en este mundo del activismo nos conocemos todos. Se propuso la opción y cada persona se costeó su viaje y su entrada. Nosotros no tenemos socios, ni recibimos subvenciones ni ningún tipo de ayuda, todo sale de nuestros bolsillos. Se propuso el plan, la gente aceptó y así se hizo la acción.
P. ¿Cómo transcurrió la protesta?
R. Nosotros entramos siempre un poco camuflados para que no nos reconozcan, porque son varias veces las que lo hemos hecho ya y hemos llegado a los medios, entonces nos conocen. Los riesgos están siempre minimizados al máximo porque nosotros saltamos intencionadamente al principio, antes de que empiece la corrida, o en el intermedio, para no poner en riesgo la vida del torero ni la de nadie. No rompemos nada, no insultamos a nadie, incluso ni siquiera respondemos a las agresiones por parte del personal y público taurino, que pasa el 99,9% de las veces. Así lo hacemos, siempre es pacífico, estudiado para que no haya ningún problema. Cuando vino la Policía Nacional, estuvimos negociando con ellos para que vinieran más y nos fuéramos de allí todos juntos, sin que se separara nadie del grupo y nos dieran una paliza, como me pasó a mí el año pasado en Las Ventas, cuando salté solo y me partieron los dientes, me pusieron el ojo morado, tuve que estar con collarín y tuve contusiones por todo el cuerpo.
P. ¿Qué ocurrió en aquella ocasión?
R. En aquella ocasión salté en plena feria de San Isidro y vino la cuadrilla directamente a pegarme. El torero que estaba toreando allí [Luis Miguel Encabo] y la cuadrilla me sacaron y me dieron golpes. Después, la Guardia Civil me esposó y, mientras estaba custodiado, parte del personal y del público taurino siguió pegándome. Los resultados fueron contusiones por todo el cuerpo, el diente roto, el ojo hinchado, heridas por la cabeza, collarín, etc. Ahí la verdad es que la respuesta fue mucho más violenta que esta vez.
P. Esta vez, ¿cuánto duró la detención?
R. La detención comenzó oficialmente a las nueve menos cuarto y a la última persona le dieron la libertad entre las dos y las tres. Dormimos toda la noche en el calabozo. Nos han acusado de delito de desorden público, de resistencia y de desobedencia a la autoridad.
P. ¿Y qué medidas se han impuesto?
R. Nos han impuesto que tenemos que estar a la espera de que nos llame el juez si lo considera oportuno, pero todas las veces que se nos ha acusado de estos delitos los jueces han archivado el caso porque realmente no han visto delito en estas acciones. Por ejemplo, para que sea delito de desorden público tiene que haber alguna amenaza, algo roto, alguna agresión o algún lesionado, y en ningún momento esto sucede. En cuanto a la resistencia y desobediencia las imágenes hablan por sí solas. Entre siete policías no se puede sacar a 30 personas que estén ejerciendo una resistencia. Lucharemos por salir absueltos, pero claro, son delitos que tienen penas de cárcel.
P. ¿Cuándo nació Gladiadores por la Paz y con qué objetivo?
R. Gladiadores por la Paz nació el 27 de julio de 2014. Ha cumplido ahora tres años. Nació porque fui al ayuntamiento de mi pueblo, que estaba gobernado por el PP en aquel entonces, para exigir que, en lugar de hacer una corrida de toros, ese año se hiciera otro tipo de espectáculo en el que no se matasen animales –un concierto, un evento deportivo, etc.–. Además, está subvencionado con dinero público cuando hay una gran mayoría que no va a los toros. Villalba, que es un pueblo que tendrá 70.000 habitantes con una plaza de tercera a la que van 3.000 personas, ¿por qué tiene que gastar 100.000 euros en organizar corridas de toros? Además, ¿por qué hay que maltratar a un animal para divertirnos? Se rieron de mí en mi cara y quise hacer la protesta más visible, así que salté al ruedo. Tuvo mucha repercusión, se pusieron en contacto conmigo un montón de asociaciones, un montón de activistas... Yo no había hecho activismo en mi vida, solo había propuesto esto. A partir de ahí, vi que con este tipo de acciones la gente nos escuchaba más y decidí seguir en esta línea. Me dejé llevar, conocí a más gente que luchaba de esta manera, gente que lucha de otra manera pero con el mismo objetivo, me empecé a poner en contacto con medios de comunicación, con partidos políticos... Y hasta ahora, con medidas nuevas y acciones diferentes.
P. ¿Qué tipo de acciones habéis llevado a cabo?
R. La mayoría de acciones que realizamos son ilegales porque defendemos que no vamos a respetar nunca una ley que permite el maltrato animal. Nos saltamos la ley para que se vea que no encaja en la sociedad actual, igual que los esclavos se saltaron las leyes que permitieron su esclavitud e igual que las mujeres se saltaron las leyes que permitieron su opresión. Como los animales no pueden saltarse las leyes que permiten su tortura, nos las saltamos nosotros por ellos, pero siempre de forma pacífica.
P. Según confesáis en Gladiadores por la Paz, os habéis negado a regularos legalmente como asociación y habéis rechazado propuestas de pertenecer a algún partido político, ¿por qué esta decisión?
R. Precisamente por eso, porque nosotros vamos a seguir saltándonos las leyes que permitan el maltrato animal, y en el momento en el que tú te regulas como asociación o como partido político no puedes saltarte ese tipo de leyes. Por eso, preferimos hacer esta parte y, luego, con toda la llamada de atención y todo lo que generan este tipo de acciones, con este caldo de cultivo que se crea en la sociedad para concienciar, trasladar todo eso a la agenda política para que la gente que sí que está en estos temas sean los que trabajen para cambiar las leyes. Nuestro trabajo será siempre desde la calle.
P. Entonces, ¿pensáis que acabar con la tauromaquia es más efectivo desde fuera del sistema que desde dentro?
R. Creemos que todos los trabajos son necesarios pero que, desde luego, este también lo es, así que trabajamos en él. También hacemos acciones legales, hemos participado en la organización de manifestaciones como la que se hizo el 13 de mayo con el lema 'La tauromaquia es violencia', en la que en la Puerta del Sol reunimos a casi 40.000 personas. También hemos hecho performances con los permisos de Delegación del Gobierno. Es decir, también hacemos acciones legales pero es que nosotros una ley que permite el maltrato animal no la vamos a respetar nunca.
P. Hasta ahora, todas las leyes relacionadas contra el maltrato animal han sido aprobadas en el ámbito de las comunidades autónomas, ¿es ahí donde los grupos animalistas tenéis más campo de actuación?
R. Sí, pero es que también en el ámbito estatal cualquier tipo de lesión que se ocasiona al toro en una corrida está contemplada como maltrato animal. La tauromaquia está protegida como bien de interés cultural, entonces es el único maltrato animal que se salta la ley contra él. Es decir, si le haces a un perro o a cualquier otro animal lo que le haces a un toro estás cometiendo un delito, en el caso de los toros no porque están blindados. Esto es una estrategia política para que no se pueda atacar a las corridas de toros como maltrato animal porque son "arte, cultura y tradición".
P. El mes pasado Baleares aprobó una ley en contra del maltrato animal, ¿crees que esto puede servir como ejemplo para otras comunidades?Baleares
R. Claro que sí, desde luego. De hecho, con este tipo de medidas que sirven para regular se han quedado cortos, pero ha sido el espacio en el que les han dejado entrar y trabajar. Gladiadores por la Paz también apoyó ese manifiesto que, sin duda, es un paso más hacia la abolición de la tauromaquia. Por ejemplo, se ha prohibido que al toro se le pueda lesionar, no se le puede causar muerte, y ningún torero quiere torear así porque dicen que es parte de la tradición, parte de un espectáculo en el que hay sangre y muerte, para ellos es así. Rajoy lo ha recurrido ante el Tribunal Constitucional, veremos qué es lo que viene de vuelta.
P. ¿Cree que la Comunidad de Madrid podría aprobar algo similar?
R. Depende de lo que vote la mayoría de partidos que haya en ese momento.
P. Entonces, ¿hay que esperar a un cambio político para dar ese paso?
R. Sí, yo creo que la batalla social ya está ganada, ahora solo queda por ganar la batalla política, pero realmente lo de Baleares es una de las mejores iniciativas que ha habido nunca para conseguir abolir la tauromaquia. Además, generacionalmente también está condenada a desaparecer. Están regalando entradas a menores de 16 años y yo he visto niños de 3 y 4 años en las corridas de toros y, si están haciendo eso, deben tener un serio problema porque, aunque los padres y abuelos vayan a los toros, los jóvenes dejan de ir. Entonces, generacionalmente va a desaparecer, pero nosotros lo vamos a acelerar, vamos a seguir haciendo protestas, concienciando, siempre mandando un mensaje de respeto, un mensaje de amor, un mensaje positivo. No hace falta que se ame a los animales, con respetarlos y no maltratarlos es más que suficiente.
P. Entonces, ¿seguirán las protestas?
R. Por supuesto, ellos intentan frenarnos porque saben que este tipo de protestas funcionan. La mayoría de los medios de comunicación se han hecho eco siempre, unas veces más y otras menos, pero un salto al ruedo de una persona, o incluso de cinco, tiene más repercusión que manifestaciones de miles. Entonces es algo ilegal pero asumimos las consecuencias, pensamos que es efectivo y, como es pacífico, yo tengo que responder solo ante una falta o ante un delito que mi responsabilidad, yo pagaré las consecuencias, que creo que merecen la pena.