La hoja de ruta de Rajoy para su retirada: un plan a dos velocidades

El expresidente del Gobierno ha convocado este martes a las 12.00 horas al Comité Ejecutivo Nacional del PP PPen Génova. De no ser porque la cita llega después de haber sido descabalgado del poder por el socialista Pedro Sánchez, esta no tendría mayor trascendencia que los encuentros de este tipo que el partido convoca mensualmente: habla Mariano Rajoy para trasladar la agenda del partido y fijar posición política y los barones y otros cargos del partido callan. Ahora, la formación está en estado de shock. Y todas las fuentes coinciden en que su jefe de filas ha de dar respuestas sobre su hoja de ruta para los próximos meses. Lo sucedido no es un escándalo más de corrupción u otra mala encuesta en la que les gana Ciudadanos. Han perdido el poder a menos de un año para las municipales, autonómicas y europeas. 

A la espera de que el líder del PP, reelegido en un congreso nacional en 2017, desvele su plan, la sensación de estar viviendo en un escenario de transición es prácticamente generalizada. Las divisiones se presentan a la hora de definir cuáles deben ser los plazos habiéndose instalado una especie de plan a dos velocidades. "Rajoy decidirá cómo quiere retirarse no sin antes haber escuchado al partido. Y el partido le respetará", vaticina un diputado.

El entorno del expresidente apuesta por la calma, por huir de decisiones precipitadas que abran brechas internas y que, por extensión, acaben beneficiando a sus rivales políticos. Sería la solución más conservadora, la que pondría a Rajoy como piloto de los cambios que han de producirse en el partido, incluso sin hablar, de momento, de plazos.

¿Una fecha para el congreso extraordinario?

Mientras, cargos regionales y provinciales reclaman que se anuncie ya la convocatoria de un congreso extraordinario a la vuelta de las vacaciones de verano, ya para otoño. Quienes conocen a Rajoy creen que preferirá esperar antes de señalar fechas en el calendario y dar prioridad a poner al partido en modo oposición.

Sobre este último aspecto, el de que el PP cambie el chip de Gobierno a oposición, cargos del partido confían en que Rajoy aclare este martes de qué forma piensa reforzar el Grupo Parlamentario Popular y si él va a mantener el escaño. Es bastante poco probable que los asistentes a este Comité Ejecutivo Nacional tomen la palabra para pedir a su jefe de filas que se marche del Congreso. Pero desde que fue derribado en la moción uno de los comentarios más extendidos es que su presencia en la Cámara  pondría en bandeja las críticas de la oposición. 

García-Margallo hurga en la pelea sucesoria

Este lunes, el exministro de Exteriores José Manuel García-Margallo aseguró que hará "todo lo posible" para que Soraya Sáenz de Santamaría no ocupe la portavocía en el Congreso, un puesto que ya tuvo entre 2008 y 2011 y que en la actualidad está en manos de Rafael Hernando.

En declaraciones a laSexta recogidas por Europa Press, el exministro y diputado descartó a Sáenz de Santamaría como sucesora de Rajoy. Pero no ve mal al presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Nuñez-Feijóo,o a la presidenta del Congreso, Ana Pastor.

El PP se debate para su liderazgo entre Feijóo y algún candidato más cercano a Rajoy

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Junto a estos nombres en las quinielas también figura el de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal. A día de hoy, el mejor ubicado parece el presidente de la Xunta, aunque el consenso no es total.consenso

Mayor acuerdo existe sobre el tipo de oposición que creen que debe hacer el PP: dura, poniendo las cosas difíciles al PSOE y dejando poco hueco a Ciudadanos, partido que en las encuestas les ha arrebatado la hegemonía del centro derecha. El PP cree que el partido de Albert Rivera "allanó" el camino a Pedro Sánchez para llegar a la Moncloa y que ahora que no son socios de Gobierno pueden ir a la confrontación directa sin miedo a que les dejen colgados en iniciativas legislativas clave.

El primer paso del PP en la oposición ha sido anunciar que presentarán enmiendas en el Senado a sus propios Presupuestos. Defienden que ahora, si la necesidad de tener que atraerse los votos de los cinco diputados del PNV, pueden trasvasar parte de los fondos que se reservaron a Euskadi a otras comunidades o a otras partidas. Es complicado que las enmiendas que el PP logre sacar de la Cámara Alta gracias a su mayoría sean incorporadas en el Congreso, admiten las fuentes consultadas. Pero los conservadores intentarán que los partidos se retraten justificando el rechazo. "Es política", resume un diputado. Y es que, pase lo que pase, los Presupuestos que entren en vigor llevarán el sello del PP.