¿Todavía a vueltas con el amor? Manuel Cruz
Feijóo con el bulo al aire (pero hay quien lo ve vestido)
“Nuestro partido nunca ha dejado de revalorizar las pensiones cuando gobernaba”, dice Núñez Feijóo en una entrevista en La Hora de La 1 con la periodista Silvia Intxaurrondo, y esta lo deja con el bulo al aire: “No es correcto. No lo hicieron ni en 2012, ni en 2013 ni en 2017.” Él insiste, trata de disimular el traspié con una risita de superioridad: “Está usted equivocada, revise sus datos, yo no sé de dónde saca usted eso; yo le reitero: el PP siempre revalorizó las pensiones con repecto al IPC.” “No, mis datos son correctos”, insiste ella. “Pues como hay hemeroteca, usted va a comprobar y si yo estoy equivocado le pido disculpas y si lo está usted espero que lo digan.” Vamos, entonces, a la hemeroteca.
En 2011, al llegar M. Rajoy a La Moncloa, subió las pensiones para el año 2012 un 1%. Sin embargo, el año se cerró con una inflación media del 2,4%, según el INE, es decir, muy por encima de la subida del Ejecutivo. La inflación de 2012 acabó situándose en el 2,87%. Por lo tanto, con respecto a 2012, Núñez Feijóo miente. Otra vez.
Feijóo no va a disculparse, como prometió en RTVE, eso jamás, porque la palabra de un mentiroso es papel mojado, y la tarea de esparcir embustes, tergiversar datos y lanzar medias verdades ya está hecha
Sigamos. En 2013, los populares subieron las pensiones un 1% en términos generales y un 2% las inferiores a mil euros, y el IPC se situó en el 1´4%. De manera que con respecto a 2013, Núñez Feijóo vuelve a mentir.
En 2016, el IPC fue del 1,56% y las pensiones de nuevo sólo se subieron para 2017 en un 0,25%. Así que con respecto a 2017, Núñez Feijóo también miente. Como hizo, por cierto, en el debate con el presidente Sánchez al afirmar que el PP había votado a favor de revalorizar las pensiones de acuerdo con el IPC. La verdad comprobable es que en diciembre de 2021, con Pablo Casado todavía como líder, antes de que Núñez Feijóo y los suyos lo echaran mediante un golpe de mano que lo puso a él en el puesto que hoy ocupa, por haber denunciado los negocios sospechosos de la familia de Ayuso, el PP votó en contra de la ley de garantía del poder adquisitivo de las pensiones. En eso, también mintió.
Feijóo no va a disculparse, como prometió en RTVE, eso jamás, porque la palabra de un mentiroso es papel mojado, y la tarea de esparcir embustes, tergiversar datos y lanzar medias verdades ya está hecha. Lo más sorprendente es que le votarán dentro de unos días algunos de los jubilados a quienes su partido hizo perder poder adquisitivo y, previsiblemente, volverá a hacerlo, quién sabe si echando mano del eslogan de la “herencia recibida”, igual que siempre. Se les habrá olvidado, quizás, que M. Rajoy se encontró en 2011 la hucha de las pensiones llena con 66.815 millones y la dejó con 8.095, o lo que es lo mismo: que la vació casi un 90%. Ellos es que son más de los fondos de pensiones y los seguros privados, por eso cuando se hunde la gente rescatan a los bancos.
Después de las mentiras de Núñez Feijó y de que Silvia Intxaurrondo le parase los pies y lo dejara en evidencia, él guardará silencio, sus correveidiles se ocuparán de tratar de disimular sus mentiras con una catarata de datos que hagan que dos más dos sea igual a depende, según les convenga, y las redes sociales se llenarán de insultos, descalificaciones y amenazas contra la periodista, supongo que ya lo habrán hecho, uno nunca pierde un minuto en leer esas cosas, generalmente escritas por enmascarados ocultos tras un alias. La Asociación de la Prensa dudo que salga a defenderla, pese a que ni más ni menos que un candidato a La Moncloa la ha acusado ante millones de espectadores de mentir. Y los Miguel Ángel Rodríguez de ese mundo ya estarán planeando censurar y despedir a la valiente periodista, que más bien merece un homenaje. Por cierto, que tanto a la propia Intxaurrondo como a Carlos Alsina, en Onda Cero, fue incapaz de reconocerles que también había mentido en el debate, y al día siguiente en un mítin, al afirmar que el caso Pegasus lo había cerrado el juez “por falta de colaboración de Sánchez”, con la excusa de que “lo había leído en un teletipo.” Cuando se le preguntó de qué agencia, dijo no recordarlo y se comprometió a hacerlo público. Seguimos esperando. No aparecerá porque no existe.
Lo más preocupante de Núñez Feijóo no es ya que mienta, sino que él lo sabe, igual que todo el mundo, algo que demuestra él mismo cuando trata de tapar una manipulación con otra, insistiendo en que el PP subió las pensiones, pero “olvidando” añadir lo de “de acuerdo al IPC.” Es tomarnos por tontos. Lo más preocupante de quienes van a seguir viendo al emperador vestido es que no es cierto: lo ven como lo dejó Silvia Intxaurrondo, con el bulo al aire. Ya veremos hasta dónde se puede llegar en esas condiciones.
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