“D’ArtaTrump y los tres Musketeros”

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Ya tenemos unos nuevos superhéroes, se trata deD’ArtaTrump y los tres Musketeros: Musk, Bezos y Zuckerberg, reciclados de los personajes de Alejandro Dumas con un parecido que llega hasta su lema, que ahora es “todo para cada uno, y cada uno para todo”.

El elemento capaz de aglutinar todas las iniciativas y propuestas que hace Trump es el machismo de una cultura levantada sobre las referencias androcéntricas como construcción de poder, con el objetivo de acumular más poder. No basta con tenerlo, hay que aumentarlo, de ahí que sea un sistema inagotable que tiende a la explotación de las personas y la naturaleza.

Y como tal construcción de poder, el objetivo es alcanzarlo, acumularlo y compartirlo para que todos los hombres reciban su dosis de privilegios, pero que solo unos pocos pueden disfrutar con plenitud. La trampa es hacer creer al resto de los hombres que cualquiera de ellos puede llegar a disfrutarlos por el hecho de ser hombres, cuando su masculinidad es una condición necesaria, pero no suficiente para el disfrute amplio de esos beneficios. 

Trump juega con los sentimientos comunes de la cultura androcéntrica, pero lo que en verdad pretende es imponer las condiciones para que la acumulación de poder que define al sistema se pueda hacer de forma más rápida y el enriquecimiento, su enriquecimiento y el de los suyos, sea mayor. Por eso no es casualidad que sus tres “musketeros” sean Musk, Bezos y Zuckerberg, tres de los hombres más ricos del planeta, y que lo que negocie en el contexto internacional, como vemos con su planteamiento sobre el final de la guerra de Rusia contra Ucrania, con Groenlandia o con Gaza, sean propuestas para beneficiarse con la explotación mineral de las tierras en las dos primeras o con el turismo en la “Riviera de Gaza”.

El objetivo es imponer una “plutocracia machista” como sistema que defina el orden social y la condición de las personas. Y ya está en marcha. No es que hasta ahora las grandes fortunas hayan estado ajenas al poder, pero la estrategia actual es relacionar riqueza con capacidad para construir una nueva sociedad de clases jerarquizada por el dinero y el nuevo significado que le dan. Porque ya no es que la gente rica tenga más dinero, sino que tiene más inteligencia, puesto que la clave es presentar la riqueza como demostración de inteligencia y capacidad.

Hace unos días, tras la victoria de Trump en las elecciones norteamericanas, hablaba con un compañero y le llamaba la atención sobre el comportamiento llamativo, incluso excéntrico, que había tenido Musk en los mítines y en algunas de sus decisiones en su acompañamiento a Trump. Le insistía en que no me parecía una persona “inteligente” con ese tipo de conductas y el daño que suponen para una democracia, y que aunque ahora pueden darle algunos beneficios, antes o después tendrán consecuencias negativas para la sociedad. La persona con la que hablaba, bien formada, solo tuvo un argumento y concluyó que Musk “era muy inteligente porque era muy rico”.

La conclusión es directa, si los ricos son ricos por ser inteligentes, los pobres son pobres por ser tontos, e imagino que dirán que la clase media es 'borderline'

Esa es la referencia buscada y el objetivo. Partir de la idea de estatus económico como clase, y situar la capacidad y el éxito en la condición de las personas que forman parte de esa élite, sin tener en cuenta todas las circunstancias y oportunidades que les han podido favorecer en un determinado momento, más allá de su trabajo y habilidades para los negocios.

La conclusión es directa, si los ricos son ricos por ser inteligentes, los pobres son pobres por ser tontos, e imagino que dirán que la clase media es borderline, o sea, que está en el límite entre la inteligencia y el retraso mental.

A partir de ahí, y en nombre de la democracia, se crea la idea de que lo mejor es que sean los ricos los que dirijan los países porque son los inteligentes y los que saben lo que de verdad necesita el país. Y todo lo que sea ayudar a la gente de nivel socioeconómico bajo con políticas de bienestar significa alterar el orden que la propia naturaleza ha establecido, y poner en riesgo a la nación, porque en la práctica significa que esa “gente tonta” ocupará posiciones de responsabilidad para las que no está capacitada ni preparada. Ya vimos esa idea en las palabras de Trump tras el accidente aéreo entre un avión y un helicóptero ocurrido en el aeropuerto Ronald Reagan de Washington DC.

La plutocracia se convierte en el modelo democrático e identitario, y las medidas autoritarias que se adopten no serán tales, sino que será la forma de hacer las cosas por quienes saben. Bajo esa idea, si se abandona la sanidad pública no será malo, sólo la forma de evitar que extranjeros y gente que no la necesita abuse del sistema. Si se privatiza la educación tampoco será negativo, solo la forma de que estudie quien tenga capacidad para hacerlo y evitar que la escuela y la universidad se conviertan en guarderías que impiden que los verdaderamente capacitados puedan desarrollar su conocimiento. Si el trabajo se vuelve precario, tampoco es problema, solo la forma de aumentar la productividad y de controlar la inflación e impedir que gente sin criterio ni capacidad pueda progresar quitándole oportunidades de negocio a la gente que de verdad sabe de temas empresariales. 

Luego viene la idea de recuperar la “beneficencia” para que nadie se vea discriminado, y se dice que si alguna persona que no pertenezca al mundo de los ricos tuviera una “inteligencia impropia de su clase” o “necesidades sanitarias o educativas que no pudiera cubrir”, pues se le daría una beca o una ayuda.

Y para que todo transcurra sin demasiados problemas y evitar que la gente se rebele, nada mejor que enfrentarlos entre ellos y darles el opio del odio para que, aun siendo pobres, se odien entre sí gracias a todos los elementos que la desigualdad introduce, y de ese modo conseguir que las personas diferentes se vean como una amenaza para ocupar las posiciones que el modelo jerarquizado ha diseñado para ellas. Esa idea es la que explica el odio a las mujeres, a las personas extranjeras, a las de otras razas, a las de otra orientación sexual… porque el modelo propio está jerarquizado por lo que las posiciones de poder históricas, o sea, los hombres blancos, ricos, nacionales y heterosexuales han decidido. No es un odio vertical, el rico no odia al pobre, puede despreciarlo e ignorarlo, pero no lo ve como una amenaza a su posición ni intereses, en cambio un hombre sí puede llegar a odiar a otro hombre por su origen, ideas, creencias, orientación sexual, como muchos odian a las mujeres bajo las razones dadas por la cultura androcéntrica. Porque el argumento final es que el extranjero le quita los recursos a los españoles, las mujeres le quitan el trabajo a los hombres, los homosexuales rompen la identidad definida por la masculinidad androcéntrica, los de izquierdas atacan nuestras tradiciones e historia… 

Y en estas circunstancias toda esta gente “pobre” quiere ser como la rica, y puesto que no pueden conseguirlo con el dinero, lo intentan votando a sus partidos políticos.

Por eso Trump se puede llevar bien con Vladímir Putin, pero no con Joe Biden, y por la misma razón Milei, como otros líderes de ultraderecha, atacan las políticas progresistas y a quienes las impulsan llamándolos “comunistas”. Y como buenos machistas que son, no dudan en contar con mujeres para que hagan lo mismo que ellos harían, no lo que el movimiento de mujeres y el feminismo lleva siglos reivindicando y logrando, de ahí la presencia de Marine Le Pen, Georgia Meloni o Isabel Díaz Ayuso. Antes eran “mujeres bandera” y ahora son solo “banderas femeninas” del machismo, el conservadurismo y su plutocracia.

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Miguel Lorente Acosta es médico y profesor en la Universidad de Granada y fue Delegado del Gobierno para la Violencia de Género.

Ya tenemos unos nuevos superhéroes, se trata deD’ArtaTrump y los tres Musketeros: Musk, Bezos y Zuckerberg, reciclados de los personajes de Alejandro Dumas con un parecido que llega hasta su lema, que ahora es “todo para cada uno, y cada uno para todo”.

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