Escraches
Absueltos los seis activistas que hicieron un escrache a Floriano
El Juzgado número 2 de Cáceres absolvió este jueves a los seis miembros del Campamento Dignidad de Extremadura, algunos de ellos militantes de Izquierda Unida, que fueron denunciados por el vicesecretario de Organización del PP, Carlos Floriano, por realizar un escrache en su domicilio de Cáceres el domingo 5 de mayo de 2013.
En la sentencia, que no es firme porque cabe recurso, el juez absuelve a los acusados porque el acto de protesta que realizaron frente a su casa no supuso ningún peligro para la integridad física del dirigente conservador, ya que ni éste ni su familia se encontraban en su domicilio en ese momento, precisamente, según argumenta el fallo judicial, porque fueron avisados por la policía con anterioridad de que ese iba a realizar esa protesta.
El fallo recoge también que ha quedado probado que ni Floriano ni su familia tuvieron que retrasar el regreso a su domicilio debido a esta concentración de miembros del Campamento Dignidad porque duró poco más de media hora y se disolvieron sin provocar ningún incidente.
Cabe recordar que el juicio se celebró el pasado 9 de octubre, cuando se sentaron en el banquillo seis personas, miembros del Campamento Dignidad de Extremadura, que fueron denunciadas por el propio Floriano y a las que se les acusaba de una falta de coacciones, vejaciones, injurias, calumnias y amenazas.
José Luis Gibello, Manuel Cañada, Sara Marchena, Rafael González, Manuel Rodríguez y Abel Izquierdo quedaron absueltos de esa falta por la que la acusación particular había solicitado una multa de 10 euros durante 20 días, es decir, 200 euros para cada uno de los acusados, mientras que el Ministerio Fiscal no realizó petición de condena.
Los hechos
Los hechos por los que han sido absueltos sucedieron el domingo 5 de mayo de 2013, cuando algunos participantes de los Campamentos Dignidad que realizaban una marcha entre Plasencia y Mérida, a su paso por Cáceres, se concentraron a las puertas del edificio donde reside Floriano, en la avenida Virgen de Guadalupe de la capital cacereña.
Durante aproximadamente unos 20 minutos, corearon frases contra él y su partido, y en la fachada del inmueble pegaron carteles alusivos a la reivindicación de la renta básica o en contra de los desahucios, entre otros. En esos momentos, ni Floriano ni ningún otro miembro de su familia se encontraban en el domicilio.
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Durante el juicio, Floriano explicó que el día anterior el inspector jefe de la Brigada de Información de la Policía Nacional le llamó para advertirle de que la marcha del Campamento Dignidad tenía pensado dirigirse a su domicilio particular para realizar una protesta y, ante estos hechos, él decidió abandonar su casa a primera hora de la mañana del domingo ya que, según relató, ese día tenía que hacerse cargo de sus hijas, que en aquel momento tenían 10 y 7 años de edad, porque su mujer debía acudir a un funeral.
Según dijo en la vista oral, no regresó al domicilio familiar hasta última hora de la tarde puesto que decidieron cambiar de planes y comer en casa de unos amigos, por lo que, debido a la protesta, tuvo que alterar su actividad normal de un domingo.
Por su parte, todos los acusados reconocieron haber participado en la concentración, siempre de forma "pacífica" y justificaron su presencia ante el domicilio de Floriano como un "ejercicio de democracia social" y una forma de protestar por la situación de "miseria" que viven muchas personas en el país debido a la crisis económica.