Podemos
Los anticapitalistas pierden poder interno en Podemos
La corriente anticapitalista pierde poder en Podemos. La decisión de no concurrir a las primarias para elegir a los candidatos del partido morado a la Asamblea de Madrid en 2019 provocará que, salvo sorpresa de última hora, ninguno de los dirigentes del sector estén presentes en el próximo parlamento de una de las comunidades donde cuentan con mayor implantación. Y esa es sólo la última mala noticia para una corriente que, en un año, ha perdido buena parte de su influencia interna en lugares como la Comunidad de Madrid, Cataluña o Aragón y que únicamente se mantiene como la principal familia en su feudo andaluz.
Los anticapitalistas nunca han dejado de ser la tercera corriente en importancia dentro de Podemos, tras el pablismo y el errejonismo, y así quedó demostrado en el congreso de Vistalegre II, donde obtuvieron los votos de poco más del 13% de los militantes. No obstante, hace apenas un año el sector –que siempre ha defendido una estructura asamblearia dentro de Podemos y la oposición frontal al PSOE– había conseguido alzarse a varios puestos clave del partido a nivel autonómico en varias comunidades, fruto en muchos casos de sus alianzas con un pablismopablismoque por entonces mantenía un enfrentamiento sin cuartel conlos dirigentes próximos a Íñigo Errejón.
Así, a finales de mayo de 2017, los anticapitalistas conseguían dar la sorpresa y ganar el congreso de Podemos en la Comunitat Valenciana en alianza con un grupo de diputados críticos procedentes de diferentes sectores liderados por el actual secretario general, Antonio Estañ. Meses antes, en noviembre de 2016, un acuerdo entre el pablista Ramón Espinar y la corriente anticapitalista conseguía una cómoda mayoría en los órganos de Podemos Comunidad de Madrid frente a la errejonista Rita Maestre. Y en julio de ese mismo año, fue el posteriormente defenestrado Albano-Dante Fachin quien se convertía en secretario general de Podemos Cataluña apoyado por los anticapitalistas, que consiguieron que su dirigente Joan Giner se convirtiera en secretario de Política y, por ende, número dos del partido en esa comunidad.
No obstante, en el último año la tercera familia de Podemos ha pasado de estar al alza a perder poder interno. La Comunidad de Madrid es el último ejemplo: los anticapitalistas se han negado a concurrir a las primarias por entender que el pacto entre Errejón y Espinar es un reparto de sillones y que el proceso está "predefinido" para evitar que cualquier lista que no sea la de Errejón obtenga representación, en palabras del diputado Raúl Camargo. A los anticapitalistas se les ofreció entrar en dicha plancha con dos puestos, oferta que rechazaron al no compartir ni el sistema electoral diseñado por la dirección de Espinar ni el hecho de que Errejón vaya a tener "manos libres" en la candidatura.
Como tampoco van a presentar lista propia, salvo sorpresa los anticapitalistas quedarán fuera de la próxima Asamblea de Madrid, un varapalo para una corriente que ahora mismo controla la portavocía del grupo de Podemos en el parlamento autonómico. Pero su pérdida de influencia en Podemos Comunidad de Madrid comenzó en diciembre del año pasado, cuando Espinar y los anticapitalistas rompieron un pacto que había sido determinante para que el actual secretario general regional venciera al errejonismo.
14 meses después de suscribir la alianza, los anticapitalistas perdieron por decisión de Espinar tres de las cuatro secretarías clave que controlaban en la ejecutiva autonómica del partido morado: la Secretaría Política –que ocupaba Raúl Camargo–, la de Comunicación –desempeñada por Isabel Serra– y la de Acción Institucional –Jacinto Morano–. Espinar ofreció a Serra y a la portavoz en la Asamblea, Lorena Ruiz-Huerta, seguir perteneciendo a la ejecutiva, pero ambas declinaron la oferta al entender que su presencia iba a ser meramente cosmética e iba a carecer de funciones.
Cataluña o Aragón
En Cataluña la pérdida de poder de los anticapitalistas también ha sido evidente. El acercamiento de Fachin hacia el independentismo terminó, después de meses de desencuentros entre las direcciones catalana y estatal de Podemos, con su dimisión y el abandono de la formación el pasado mes de noviembre. Entonces, el partido pasó a estar controlado por una gestora, y hace apenas unas semanas Xavier Domènech se convirtió en el nuevo secretario general de Podemos Cataluña con una lista en la que los pocos anticapitalistas que concurrieron lo hicieron en puestos discretos.
En la dirección de Fachin, la corriente contaba con varios puestos clave, y el principal era el de Joan Giner, secretario de Política y número dos de Podemos en Cataluña hasta que fue destituido en julio de 2017. También eran próximos a Revolta Global –la marca catalana de Anticapitalistas– el secretario de Organización de Fachin, Andreu Escobar, o el secretario de Formación, Enver Aznar. Ambos dirigentes han sido reelegidos y tienen un puesto en la nueva dirección autonómica de Podemos, pero Domènech no les ha dado ningún puesto en su ejecutiva, por lo que los anticapitalistas se han quedado fuera del órgano que toma las decisiones del día a día en Podemos Cataluña.
De igual forma, en el último año los anticapitalistas han perdido la influencia que tenían en la dirección aragonesa de Podemos. En octubre, el errejonista Nacho Escartín fue elegido secretario general del partido morado en esa comunidad para sustituir a Pablo Echenique, que pasó a dedicarse a tiempo completo a ser secretario de Organización de Podemos estatal. El cambio de liderazgo implicó la salida de la ejecutiva del que hasta entonces era el secretario de Organización de Echenique, el anticapitalista Román Sierra, que no obstante sigue presente en el Consejo Ciudadano de Podemos Aragón, su máximo órgano entre congresos.
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Otro de los puestos con más presencia mediática perdidos por los anticapitalistas en el último año es la portavocía de Podemos en el Parlamento de las Islas Baleares, un cargo que ocupaba hasta finales del año pasado la diputada Laura Camargo. El pasado octubre, las bases de la formación eligieron por un estrecho margen como nueva secretaria general a la oficialista Mae de la Concha frente a Camargo, que se vio degradada y pasó a ser portavoz adjunta del grupo. Su puesto como portavoz principal pasó a ocuparlo el ex secretario general Alberto Jarabo.
Así las cosas, prácticamente los únicos bastiones autonómicos de los anticapitalistas son La Rioja –donde el secretario general, Kiko Garrido, pertenece a esta corriente– y, especialmente, Andalucía, donde Podemos lo lidera Teresa Rodríguez, que junto al eurodiputado Miguel Urbán es la cara más visible del sector. No obstante, en los últimos meses Rodríguez también ha tenido algún roce con la dirección estatal del partido. Contra el criterio de Iglesias, la secretaria general andaluza pidió el mes pasado no imponer la marca Podemos en el nombre de las candidaturas para las elecciones municipales del año que viene, si bien tuvo que dar marcha atrás tras avalar las bases la decisión de Iglesias. Rodríguez registró hace unos meses la marca Marea Andaluza como partido a espaldas de la dirección estatal de Podemos, si bien posteriormente aseguró que lo había hecho "por precaución" y porque "es un nombre que no se puede perder".