Comunidad de Madrid
Ayuso advierte de "semanas complicadas" pero retrasa el cierre de bares y evita medidas por el puente
La Comunidad de Madrid presentó en la mañana de este viernes su estrategia en la lucha contra el coronavirus una vez que decaiga el estado de alarma activado por el Ejecutivo regional. En concreto, el plan del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso se mantiene sobre dos órdenes. La primera, afecta a todo el territorio en su conjunto. La segunda, sólo a determinadas zonas básicas de salud en las que la incidencia se encuentra en niveles preocupantes a ojo de los técnicos. En conjunto, el plan diseñado por la Consejería de Sanidad retrasa una hora el cierre de los bares y la restauración en aquellas zonas más castigadas por la pandemia y establece confinamientos perimetrales exclusivamente en un 11,2% de todas estas áreas sanitarias, por lo que la gran mayoría de madrileños no tendrá problemas para abandonar la región durante el próximo puente de Todos los Santos.
Hasta la fecha, no todos los bares tenían la orden de cerrar a la misma hora. Dependía, fundamentalmente, de la situación epidemiológica de la zona concreta bajo la lupa. En aquellas áreas que habían conseguido escaparse por ahora del confinamiento, estos locales podían permanecer abiertos hasta las 01.00 horas. Sin embargo, tanto en los nueve municipios de más de 100.000 habitantes con cierres perimetrales sostenidos sobre el estado de alarma como en todas aquellas zonas básicas de salud que ha ido confinando la Comunidad de Madrid durante las últimas semanas la hora máxima para bajar la persiana eran las 23.00, pudiendo admitir clientes sólo hasta las 22.00. A partir de mañana, sin embargo, se establece para los bares de toda la región el límite de las 00.00 para el cierre, lo que supone una hora extra para aquellas áreas donde la movilidad esté restringida.
Las medidas que afectan a la hostelería contrastan con las que se han ido adoptando en otros territorios a medida que empeoraba la situación epidemiológica. A mediados de octubre, y ante el incremento de contagios, Cataluña decidió directamente cerrar todos estos locales durante un periodo de quince días, a la par que anunciaba medidas de ayuda directa a estos establecimientos arrancando con una primera dotación de 40 millones de euros. Cinco días después era Navarra la que anunciaba la obligación de bajar la persiana de bares y restaurantes tras comprobar que su decisión de limitar el horario hasta las 22.00 horas y reducir el aforo al 30% no estaba dando los frutos deseados. En el caso de Andalucía, también gobernada un gobierno de coalición PP-Ciudadanos, la hora máxima de cierre que se ha establecido en las últimas horas para los bares de Granada y treinta municipios de su área metropolitana se ha fijado a las 22.00 horas.
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Por otro lado, el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso ha decidido volver a trabajar, una vez desvanecido el estado de alarma, sobre zonas básicas de salud. El uso de esta unidad territorial, defendida a capa y espada por las autoridades madrileñas a fin de evitar cualquier cierre perimetral de sus grandes urbes, fue uno de los motivos del enfrentamiento con el Gobierno central a finales de septiembre. El otro, la tasa de incidencia acumulada a tener en cuenta para proceder a los cierres perimetrales. "Se precisa conocer la base científica y técnica que avala el nuevo criterio de los 500 contagios por cada 100.000 habitantes que propone el Ministerio de Sanidad", rezaba el comunicado que lanzó el Gobierno madrileño justo antes de votar en contra del acuerdo del Consejo Interterritorial de Sanidad a finales de septiembre.
Ahora, sin embargo, es justamente la tasa que ha decidido utilizar la Comunidad de Madrid para decidir qué áreas se cierran y cuáles siguen con una libertad total de movimientos. En total, sólo se impondrán por el momento cierres perimetrales en 32 áreas concretas, lo que deja vía libre al resto de ciudadanos madrileños para abandonar el territorio si lo consideran de cara al puente de Todos los Santos. Tampoco el Ejecutivo central ha tomado medidas en esta dirección. Otros países, como Portugal, sí que han decidido tomar cartas en el asunto para frenar los movimientos de cara a la festividad. En suelo luso, donde el récord de contagios se sitúa ahora mismo en 3.270 diarios –en España está en 20.986–, el Gobierno de António Costa ha decidido prohibir la circulación entre municipios durante el fin de semana del 1 de noviembre para frenar la propagación del virus.
En cada intervención pública, las autoridades sanitarias madrileñas celebran que la tendencia en la región es positiva. Eso sí, siempre con la máxima prudencia. En la rueda de prensa de este viernes, el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, volvió a dar cifras e insistió en que la inflamación se está rebajando. Sin embargo, deslizó una frase que hasta ahora no había pronunciado: "[Los profesionales de Salud Pública y del Servicio Madrileño de Salud] nos aseguran que las próximas semanas serán complicadas".