Jornada laboral
Ayuso lidera la oposición del PP a la reducción de la jornada laboral y marca el camino a Feijóo
La vicepresidenta Yolanda Díaz quiere hacer realidad su gran promesa de la legislatura: la reducción de la jornada laboral para alcanzar las 38,5 horas este año y las 37,5 en 2025. Las conversaciones con el diálogo social —patronal y sindicatos— llevan en marcha desde el pasado mes de enero pero las organizaciones empresariales siguen rechazando la propuesta sin poner otra encima de la mesa, según el Ejecutivo. La ministra de Trabajo ha tratado de atraer a la patronal a la negociación, pero sus reiteradas negativas dan cuenta de su oposición a esa reducción, bajo el argumento del coste que supondría para las empresas.
Desde el Gobierno lamentan que en estos meses la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) no hayan aportado ninguna propuesta por escrito que al ministerio de Díaz, aunque el líder de la patronal, Antonio Garamendi, lo niega e insiste en que ellos han propuesto de "todo" y es el ministerio el no les escucha “en nada". A su juicio, lo que está practicando el departamento de Trabajo es un "monólogo social" y exigió a Díaz que no "se agreda" a empresarios y autónomos. Más duro fue el presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, que acusó al Gobierno de querer "interlocutores sumisos para ejecutar su asalto a la empresa" y aseguró que el Gobierno de Pedro Sánchez quiere "adopta tesis comunistas".
En esa estrategia las organizaciones empresariales han encontrado a una aliada, la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso, siempre dispuesta a criticar al Gobierno. El miércoles inauguró la Asamblea General de Cepyme y desde allí acusó al Ejecutivo de Sánchez de "amenazar" e "ignorar" a las empresas para promover una "medida de ingeniería social que no responde a ningún interés general, sino a un plan para acabar con nuestra economía social de mercado".
La baronesa del PP aseguró que Trabajo hace esa propuesta "sin estudiar las consecuencias" , ni "preguntar y negociar" con los empresarios y "de espaldas a las economías pujantes, cuyas reglas del juego son hoy cada vez más competitivas en un mundo cada vez más globalizado, lo que deja en indefensión a nuestras empresas", prosiguió, ignorando el hecho de que Trabajo ha alcanzado decenas de acuerdos con el diálogo social desde que Yolanda Díaz llegó al cargo.
Ayuso también aseguró que a la "clase política" —de la que ella forma parte— "no le importa si las empresas que todavía no han podido reducir la jornada es porque no pueden hacerlo" y presentó a los empresarios como los héroes. "Unas activistas de salón quieren machacar a los héroes de nuestra economía", dijo, tras criticar "la burocracia, los impuestos y el intervencionismo" del Gobierno y las "decisiones políticas frívolas por parte de unos políticos que ni ellos ni sus familias saben lo que cuesta crear empleos y sacar adelante proyectos".
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La oposición de la presidenta madrileña a la medida, tanto en el fondo como en las formas, contrasta con la posición de su propio partido. El PP, a través de distintos portavoces, ha criticado a Díaz por impulsar la negociación sin la patronal, pero ha evitado cuestionar la medida. Es más, el portavoz parlamentario de la formación, Miguel Tellado, reconoció este jueves en Antena 3 que la reducción de la jornada laboral persigue "un objetivo encomiable", si bien precisó que "alguien tendrá que sufragarlo" para que no suponga "una reducción de salario".
Hasta la fecha en Génova siempre han sostenido que la reducción de la jornada laboral tiene que ser acordada por el diálogo social y nunca impuesta por el Ejecutivo, pero no ha esbozado ninguna propuesta alternativa más allá de prometer que, si gobierna, potenciará "la flexibilidad del horario laboral" y lo que llama "un banco de horas" para que "las empresas ofrezcan más flexibilidad a los trabajadores sin afectar ni a las horas trabajadas ni al salario".
Es decir, la dirección de Alberto Núñez Feijóo apuesta por acumular horas un día para acabar antes en otra jornada, pero no reducir la jornada laboral como lo plantea Yolanda Díaz. Sin embargo, en Génova son conscientes de que se trata de una medida popular y no van a manifestar su oposición como sí ha hecho Díaz Ayuso, que una vez más busca marcar el camino al líder del PP.