El futuro del PSOE

Los barones del PSOE dan la espalda a las primarias autonómicas abiertas

Alfredo Pérez Rubalcaba, durante su intervención ante el Comité Federal del PSOE, el pasado 18 de enero.

A finales de noviembre, las primarias abiertas serán aún una experiencia casi virgen en España y en el PSOE. Será entonces cuando los ciudadanos elijan al candidato socialista a la Moncloa. Teóricamente, habría más posibilidades de procesos abiertos a pequeña escala, en las autonomías, pero en la práctica, según vaticinan Ferraz y las federaciones de peso, esta mecánica será bastante excepcional. En la Comunitat Valenciana sí habrá, y está claro porque está en marcha, pero tras ella los casos serán, a día de hoy, aislados. Tal vez Extremadura, tal vez Navarra... pero poco más. Los territorios mirarán de reojo la experiencia valenciana. Si sale bien, puede que más se animen y secunden sus pasos. Si se tuerce, añadirá más recelos a los que ya existen. En el fondo, subyace un cierto temor a perder el control del proceso, porque en la esencia de las primarias abiertas se halla la pretensión de trasladar una de las decisiones más trascendentes de un partido, la nominación de su cabeza de cartel, a los ciudadanos, lo que aporta más dosis de incertidumbre. Más aún si se recuerda que el procedimiento es inédito en España y nadie sabe si funcionará como en Francia o Italia, los paradigmas más cercanos. 

Tales resistencias se evidenciaron el pasado sábado en el Comité Federal. El máximo órgano de dirección entre congresos del PSOE, que componen 261 miembros, aprobó el calendario y el reglamento de las primarias abiertas por casi completa unanimidad, con sólo dos abstenciones –la del expresidente manchego José María Barreda, afín a Carme Chacón, y la del portavoz de Izquierda Socialista, Juan Antonio Barrio de Penagos–. Durante el debate, no había dudas, porque el consenso ya procedía del congreso de Sevilla de 2012, sobre las primarias abiertas nacionales y sobre la fecha anunciada por Alfredo Pérez Rubalcaba (finales de noviembre), un mero formalismo porque ya había sido acordada con los jefes regionales.

Pero sí afloraron las diferencias respecto a las autonómicas, cuya fecha de celebración ordinaria será septiembre, ocho meses antes de las elecciones, que tendrán lugar el último domingo de mayo de 2015. La mayoría de los barones se mostraron partidarios de elecciones internas cerradas, entre militantes –el formato ya existente desde hace años– y los menos (caso de Valencia) apostaron por el procedimiento abierto. Otros defendieron un mismo criterio para todos los territorios, homogéneo. El madrileño Tomás Gómez ya había abierto la veda días antes de la reunión defendiendo primarias abiertas para todos o cerradas para todos y, si se decidía abiertas, que se celebraran el mismo día que las nacionales –posición esta última, la de la acumulación de procesos, que no se había puesto encima de la mesa y que decayó–.

Posición difusa en Extremadura y Navarra

Finalmente, el sábado se revalidó la posición de la Conferencia Política de principios de noviembre: el procedimiento de primarias abiertas se aplicará a la elección del candidato a la Moncloa y a la designación de los aspirantes a las presidencias de las comunidades autónomas cuando así lo apruebe el Comité Federal, "previa solicitud de la comisión ejecutiva autonómica correspondiente". Dicho a la inversa: las primarias autonómicas serán por norma cerradas, entre afiliados, salvo si la cúpula regional acuerda lo contrario y Ferraz lo autoriza. En los municipios de más de 20.000 habitantes, por cierto, no hay alternativa: siempre serán entre militantes. 

El Comité Federal dio el visto bueno a las abiertas adelantadas de los socialistas valencianos, que arrancaron su proceso el domingo. Ayer lunes, Ximo Puig, el secretario general, y Toni Gaspar, el alcalde de Faura (Valencia), registraron su candidatura en la sede del PSPV. El número dos, Francesc Romeu, decidió no competir. Los dos tendrán hasta el 3 de febrero para recoger los avales (un mínimo de un 10% del censo, 1.643 firmas, y un máximo del 20%). Si ambos pasan el filtro, del 7 de febrero al 1 de marzo permanecerá abierto el plazo para que los ciudadanos puedan inscribirse. El 9 de marzo, la votación. 

Hasta ese momento, es difícil que otras federaciones den el paso. Porque, a día de hoy, ni siquiera las que habían apostado por el formato abierto lo tienen decidido. El extremeño Guillermo Fernández Vara sigue creyendo en esta fórmula, y la pretende defender en el Comité Regional de finales de febrero, pero tampoco es una posición rígida. "El partido dirá, y en la federación hay de todo. Hay mucho aparatero a los que no le gustan las primarias abiertas, otros que creen que no generarían mucha movilización... También es lógico que no se quiera contaminar las primarias nacionales con experiencias autonómicas en las que es más difícil generar mucha participación. Desde luego, hay disparidad de criterios", reflexionan fuentes próximas al secretario general. El PSPV maneja unas cifras de participación prudentes: "Unos 30.000-40.000 votantes", por los 16.000 militantes, según el entorno de Puig. La cuestión de la afluencia a las urnas fue objeto de polémica, por cierto, el sábado pasado. Chacón acusó a Rubalcaba de "resignarse" a una participación baja. A su juicio, el obstáculo se halla en el censo previo: los ciudadanos deben inscribirse en el censo "al menos seis días antes" de la votación (caso de las elecciones nacionales, siete en las del PSPV).

En Navarra, su jefe de filas, Roberto Jiménez, también abogó hace meses por abrir la elección del candidato a la Presidencia del Gobierno foral a los ciudadanos. "Pero esa es su opción personal, la ejecutiva no lo ha decidido y mucha gente no lo ve, y en las agrupaciones locales tampoco. Además, la última palabra la tiene el federal", asegura un alto responsable de la dirección. Navarra es uno de los territorios sobre los que pesaba la amenaza directa de exclusión del procedimiento abierto, al ser una comunidad pequeña (600.000 habitantes) y con un corto número de afiliados (unos 1.900), amenaza que se diluyó. Por eso la cúpula mira a Ferraz y considera que sería deseable, como Extremadura, que "se consensuara una posición común" entre todos los barones. 

Alternativa "lejana" en Castilla y León

Francina Armengol, la secretaria general de Baleares, también era proclive a primarias abiertas –las propugnó incluso para instituciones infrautonómicas, como los Consells, en la Conferencia Política, y lo perdió–, pero aún debe fijar una posición definitiva. Murcia, que aún da vueltas a la posibilidad de designar a su candidato antes de septiembre –el presidente regional, Ramón Luis Valcárcel, dejará su cargo en abril, razón por la que los socialistas barajan anticipar la elección–, ya preguntó a sus 6.500 militantes qué hacer, y el 51% votó el pasado 19 de octubre que quería primarias cerradas. La dirección deberá determinar si obedece ese criterio, pero todo indica que así será. En Aragón, el secretario general, Javier Lambán, avanzó ayer que pone en marcha una ronda de contactos con los dirigentes del partido para estudiar si conviene, como él mismo defendía, celebrar las primarias autonómicas en primavera. El aparato trabaja con la hipótesis de unas elecciones internas entre militantes. 

El barón castellanoleonés, Julio Villarrubia, ya dejó claro ayer que podría llegar a analizarse la posibilidad de unas primarias abiertas, pero es una opción "lejana", porque estas están previstas cuando se da una circunstancia "excepcional" para casos "extraordinarios", como sucede en la Comunitat Valenciana. "La norma recoge la excepción para razones de peso", alegó, informa Europa Press. 

Castilla-La Mancha coquetea más con la alternativa de primarias entre militantes. Pero está lejos de decidir, básicamente porque el secretario general y alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, presionó a la ejecutiva federal para que permitiese que las federaciones que quisieran pudieran celebrar sus comicios internos después de la fecha ordinaria (septiembre), incluso más hacia 2015, atendiendo igualmente a razones políticas. Y ganó esa batalla, porque el Comité Federal aprobó un calendario a la carta. "En nuestro caso, aparte de lo que ocurra en Valencia, influirá que haya más de un candidato, y hoy por hoy sólo se cuenta con Emiliano. Si no lo hay, discutir sobre una hipótesis es poco probable", explican fuentes de la dirección regional. 

En Madrid, la secretaria de Organización, Maru Menéndez, ya hizo ver que la cúpula entiende que no habrá primarias abiertas porque el liderazgo de Gómez está "consolidado", unas declaraciones que el propio líder del PSM matizó después, al proponer un criterio homogéneo para todos los territorios. El ala crítica, que está alineada con Rubalcaba, puso el grito en el cielo y demandó elecciones abiertas a la ciudadanía. Sin embargo, fuentes de este sector indicaron a este diario que, por ahora, se inclinan por no "forzar una votación" el próximo domingo, en el Comité Regional, a favor de este mecanismo. Una votación que, previsiblemente, la oposición a Gómez perdería, porque este cuenta con un sólido respaldo interno en su federación. Los críticos, además, no disponen de un cabeza de cartel claro para enfrentarlo al secretario general. 

La federación 'cobaya'

Casos distintos son los de Asturias o Canarias, donde el PSOE está en el Gobierno (en el Principado, lo preside). Convocar en ambas primarias abiertas, hipótesis bastante improbable, requeriría del acuerdo del comité regional respectivo o de la mayoría de sus miembros. Aparte quedan las comunidades en las que no habrá elecciones autonómicas en 2015: Cataluña, País Vasco, Andalucía y Galicia. 

Ferraz prevé que pocas federaciones se apuntarán al carro de las primarias abiertas, más allá de Valencia, porque han oído las reservas de muchos barones, que prefieren esperar a ver qué pasa en las nacionales y qué tirón tienen. Andalucía, que ha colaborado estrechamente en la elaboración del calendario y del reglamento con el equipo de Rubalcaba dado el evidente influjo de Susana Díaz, hace los mismos cálculos y recuerdan que el mecanismo abierto "está pensado, sobre todo, para elegir al candidato presidencial", pero pide aguardar hasta el siguiente Comité Federal, previsto para marzo. Para entonces ya se tendrán en la mano los resultados de la experiencia valenciana. 

La dirección del PSPV es consciente de la responsabilidad que tiene sobre sus hombros. Que todo el partido mira la federación y la ve "como una cobaya", como bromea un dirigente territorial. Y porque es un territorio clave, donde los socialistas tienen más a tiro de piedra su vuelta al poder después de casi 20 años en el exilio. La cúpula, que defendió las primarias abiertas desde un principio, entiende, conseguido su objetivo, las reticencias de sus compañeros en el resto de España. "Hay gente que piensa que las nacionales animarán mucho a los ciudadanos y las autonómicas, no tanto. Preparar unas abiertas requiere muchos esfuerzos de organización, y hay miedo a que esos esfuerzos no se vean correspondidos. Claro que con primarias cerradas hay más control del aparato, no digo que no", señala un responsable de la confianza de Puig. 

Y mientras, en Barcelona, ayer se inscribieron los seis contendientes del PSC a las primarias por la alcaldía de la capital catalana: el presidente del grupo socialista en el Consistorio, Jordi Martí; la concejala Carmen Andrés; los diputados del Parlament Rocío Martínez-Sampere y Jaume Collboni; la exdiputada del Parlament Laia Bonet y el médico Manuel Fernández. Primarias abiertas, estas sí. 

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