XIX Congreso Nacional del PP
Los candidatos a presidir el PP se 'inventan' 900 compromisarios en la recta final hacia el congreso
A la espera de la prueba definitiva, la de las urnas, la guerra de cifras entre los dos candidatos a presidir el Partido Popular es total.Partido Popular Desde ambos equipos se esfuerzan en trasladar la idea de que se ven ganadores hasta el punto de que, si nos atenemos a los cálculos que hacen hay que incrementar el número de compromisarios con derecho a voto el próximo sábado: 3.082. Para que encajen los números facilitados por los entornos de Soraya Sáenz de Santamaría y Pablo Casado, el número total de delegados tendría que crecer en 900.
Esta es la cifra que resulta de sumar los 2.100 apoyos con los que dice contar el equipo del exvicesecretario y los 1.850 –los colaboradores de Santamaría hablan de que tienen ya el apoyo de más del 60%– que contabilizan de su parte en el lado de la exvicepresidenta y compararla con el número real de compromisarios.
Los cálculos del equipo de Santamaría ubican a Casado a más de 15 puntos de distancia. Y los del diputado por Ávila ven a Santamaría a mayor distancia aún: "Sigue estancada en poco más de 800 compromisarios", destacan.
A tras días del arranque del congreso, nadie quiere dar una imagen de debilidad, de ahí los esfuerzos en venderse como la lista más respaldada. Los candidatos, que se volcarán en lo que resta de semana en Madrid, aprovechan para culpar al rival de exagerar los datos, de no saber sumar o de echar "la cuenta de la vieja". La propia Santamaría, en un acto en Leganés (Madrid), se declaraba sorprendida de que Casado mantuviese la misma cifra, los 2.100 compromisarios, desde el inicio de la campaña de esta segunda vuelta.
Reunión Santamaría-Casado
La posibilidad de una lista de integración entre ambos es prácticamente imposible. Esta es la idea en la que coincidieron ambos entornos después de que Santamaría y Casado se reunieran en la sede nacional del PP, en un encuentro que no llegó a la hora de duración.
El exvicesecretario, siempre según su equipo, trasladó a su rival su intención de completar el proceso en cumplimiento de los estatutos del PP, que hablan de una segunda ronda de votación. También puso en valor su labor de integración al haber sumado a su proyecto a todos los candidatos que cayeron derrotados el pasado 5 de julio. La más relevante de estas incorporaciones es la de la secretaria general, María Dolores de Cospedal.
Mientras, Santamaría habría destacado su disposición a una candidatura única hasta "el último minuto". Es decir, hasta la mañana del sábado, cuando ambos candidatos deben hacer sus discursos ante el plenario de un congreso que estará presidido por Ana Pastor.
Los votos de Cospedal
Un día después de que María Dolores de Cospedal diera su respaldo de forma oficial a Casado, la estrategia de la candidatura rival sigue siendo la de minimizar el impacto. ¿Ha habido un trasvase de votos importante? ¿Se espera un trasvase en los próximos días? No. "Hay quien ha querido sumar. Y esa suma ya tenemos más que comprobado que no está siendo así", señalan desde la candidatura de Santamaría.
Para esto también tienen un cálculo: ha habido el 50% de trasvase de votos de las provincias en las que ganó Cospedal hacia ellos.
Además, de sus contactos con los afiliados destacan que mayoritariamente se declaran contrarios a "un pacto antinatura" o un "pacto de perdedores", en alusión a la alianza de 'todos contra Santamaría' que explotan desde la candidatura de Casado. El PP, defienden, es el partido que hace bandera de que debe gobernar la lista más votada y lo contrario no sería entendido por la militancia, que apostó por la exvicepresidenta en la primera de las votaciones. La diferencia, eso sí, fue escasa respecto a Casado: unos 1.500 votos.
La "campaña belicosa" de Casado
Tampoco pasa inadvertida para el bloque que apoya a Santamaría "la campaña belicosa", el enfrentamiento entre Cospeldal y Casado en la primera parte del proceso. "Esto cala en la gente", destacan.
"Si les molesta que contrastemos ideas...", responden desde la otra candidatura cuestionados por esa "campaña belicosa". Y se muestran convencidos del triunfo y seguros de los datos sobre los que están trabajando: "Vimos claramente que Pablo [Casado] ganaba si pasaba la primera vuelta", subrayan.
En esta candidatura trabajan sobre un documento en formato Excel integrado por los 3.082 compromisarios. Por colores, y tras haber contactado con ellos, se les sitúa del lado de Casado o de Santamaría. Aseguran ir ya por "el segundo barrido" y que están siendo excesivamente prudentes a la hora de hacer los cálculos.
El factor mujer
También cuentan con un documento que intenta derribar una de las ideas fuerza de Santamaría, la de que ha llegado la hora de que el PP esté presidido por una mujer.
Mientras la exvicepresidenta, sumando sus apoyos y los de Cospedal, defiende que el 63% de los afiliados dejó claro que apostaba por un liderazgo femenino, en el otro frente destacan que no es precisamente eso lo que dicen sus hojas de cálculo. El 48% de las compromisarias estarían del lado de Casado y el 30% apostaría por su rival, mientras que no sitúan en ningún lado al 22% de mujeres con derecho a voto en el congreso.
Este martes, la candidatura de Santamaría difundió un vídeo, surgido de forma "espontánea", por petición de dirigentes del partido, en el que mujeres del PP le dan su apoyo. Entre los nombres destaca la exministra Fátima Báñez, la diputada Celia Villalobos, la exministra de Aznar Isabel Tocino, la exalcaldesa de Cádiz Téofila Martínez, la diputada y hermana de la víctima de ETA Miguel Ángel Blanco, Mari Mar Blanco, o la número dos del PP de la Comunitat Valenciana, Eva Ortiz.
En Andalucía, siempre según sus datos, también se declaran optimistas. En una región que fue clave para la victoria de Santamaría, Casado se haría con el 48% de los compromisarios "siendo extremadamente conservadores".
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Equipos
Los candidatos tienen que proponer al congreso del partido, para su votación, 30 vocales para la Junta Directiva Nacional y 35 para el Comité Ejecutivo Nacional, según marcan los estatutos. No existe obligación de que se precise, pero el secretario general del partido es nombrado por un Comité Ejecutivo, a propuesta del líder del partido, de entre los miembros elegidos para este órgano por el cónclave. Es decir, que esa integración de la que tanto hablan los candidatos es muy complicada. Dicho de otra forma, es complicado que se pueda deducir de los nombres que planteen en ambas listas.
El exvicesecretario no tiene en mente, a día de hoy, concretar todos integrantes de su Comité de Dirección en su discurso del sábado. Pero el equipo de Santamaría no descarta hacerlo. "La integración puede ser permanente. Es más difícil integrar a posteriori", subrayan. Y añaden: "No es obligatorio [dar los nombres del Comité de Dirección], pero sería lógico".