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Podemos

Cantabria, La Rioja y Navarra: los otros incendios de Podemos

Pablo Iglesias, junto a la diputada navarra y portavoz adjunta en el Congreso, Ione Belarra.

Las primarias de Podemos de cara a las próximas elecciones municipales, autonómicas y europeas están suponiendo muchos más quebraderos de cabeza para el partido de los que la dirección preveía. En los últimos días, todas las miradas se han centrado en la crisis desatada en Madrid tras la negativa de los seis concejales de Podemos en el ayuntamiento a concurrir a las primarias moradas y la suspensión cautelar que les ha impuesto la cúpula del partido. Pero las madrileñas no son las únicas primarias en las que Podemos está experimentando problemas: en La Rioja y Cantabria, la justicia incluso las ha suspendido cautelarmente por supuestas irregularidades, mientras que la rama navarra del partido arrastra desde hace meses un cisma que tiene partido en dos su grupo parlamentario.

Hace unas semanas que Podemos comenzó el proceso para escoger a sus candidatos para las elecciones de 2019. Hace unos días se confirmaron las listas definitivas, y las votaciones tendrán lugar del 20 al 25 de noviembre. Las listas que salgan de las primarias moradas no serán definitivas, ya que la relación exacta de nombres que estarán en las papeletas electorales se negociarán posteriormente con IU y Equo para reunir a los candidatos de estas fuerzas con los de Podemos. De las 13 comunidades en las que se celebrarán el año que viene elecciones autonómicas, solo en cuatro los que fueron candidatos de Podemos en 2015 aspiran a repetir al frente de las listas.

Según el calendario previsto, el próximo 27 de noviembre debería conocerse quién liderará las candidaturas de Unidos Podemos en las comunidades el año que viene. Pero eso solo será así en 11 de los 13 casos, ya que la justicia ha suspendido cautelarmente las primarias de Podemos en Cantabria y La Rioja después de la denuncia de varios dirigentes a los que el partido impidió presentarse por su supuesto papel en las crisis que azotan a la formación morada en esas comunidades desde hace meses.

  La Rioja

La comunidad riojana fue la primera en verse sacudida por este escándalo. El pasado 7 de noviembre, un juzgado de primera instancia de Logroño decidió suspender cautelarmente el proceso de elección interno de Podemos para el Parlamento de La Rioja tras la denuncia del actual portavoz parlamentario, Germán Cantabrana, a quien la dirección autonómica del partido había impedido presentarse a las primarias junto a su número dos, Ana Sainz. La comisión de garantías autonómica del partido acusaba a ambos dirigentes de haber incumplido la carta financiera de Podemos y no haber donado parte de su sueldo a la formación.

La crisis se desató a mediados de octubre, cuando el equipo técnico que organiza las primarias comunicó a Cantabrana y Sainz que no estaban al corriente de pago con Podemos y que, por tanto, quedaban excluidos de las primarias del partido. El 22 de octubre, cinco días después de recibir la comunicación, ambos dirigentes depositaron las cantidades que les reclamaba el partido –660 euros a Cantabrana y 407 a Sainz– asegurando, además, que habían cumplido con todas sus obligaciones y que lo hacían para poder participar en las primarias. "Nos reservamos la posibilidad a reclamar la devolución de las cantidades que se abonasen sin corresponder", señalaron.

No obstante, al día siguiente, el 23 de octubre, se hicieron públicas las candidaturas finales para las listas de las próximas autonómicas y ni Cantabrana ni Sainz estaban en ellas. El secretario general de Podemos La Rioja, Kiko Garrido, negó tener ninguna responsabilidad en la decisión y aseguró que había sido "el equipo de Finanzas" estatal de Podemos quien había confirmado las "irregularidades" en las donaciones de ambos dirigentes. Pero Cantabrana no se quedó con los brazos cruzados y, el 5 de noviembre, denunció a su propio partido ante los tribunales argumentando que estaba vulnerando su derecho a la participación política.

Según explicó el propio dirigente, dicha demanda incluía "ejemplos" de expedientes similares al suyo en los que la comisión de garantías tomó una decisión opuesta al castigo que le afectó a él. Y la justicia decidió estimar su demanda y adoptó medidas cautelares suspendiendo las primarias de Podemos La Rioja desde el momento de la presentación de candidaturas. No obstante, el problema aún no está resuelto: aunque Cantabrana celebró poder "volver" al proceso de elección interno, la candidatura opuesta del secretario general Kiko Garrido se limitó a afirmar que "ahora los jueces tendrán que dirimir" la cuestión.

La crisis riojana de Podemos, no obstante, viene de lejos. El partido cuenta desde 2015 con cuatro diputados en el Parlamento de La Rioja, de los que tres se han negado a reconocer a la dirección orgánica liderada por Kiko Garrido tras varios choques. El pasado junio, Garrido exigió formalmente a estos tres parlamentarios –entre los que se encuentran Cantabrana y Sainz– que entreguen el acta y los acusó de "tránsfugas", además de suspenderlos de militancia por un supuesto caso de acoso. En agosto, la comisión de garantías estatal de Podemos desestimó esta acusación y levantó la suspensión cautelar de los tres diputados.

  Cantabria

La paralización de las primarias en Podemos Cantabria tiene muchas similitudes con la crisis riojana. También ha sido un juez el encargado de determinarla, en este caso de un juzgado de primera instancia de Santander, y lo ha hecho a raíz de las acciones judiciales de la secretaria general autonómica del partido, Rosana Alonso, y otros dos dirigentes de una dirección que fue elegida el pasado abril superando a la pablista Verónica Ordóñez, que, como Alonso, es diputada en el Parlamento de Cantabria.

La crisis, al igual que ocurre en La Rioja, viene de tiempo atrás, pero el episodio que acabó con la suspensión de las primarias tuvo su origen a principios del pasado mes de octubre, cuando el diputado autonómico y ex secretario general de Podemos Cantabria, José Ramón Blanco, fue denunciado por supuesto acoso laboral por Verónica Ordóñez y otras dos integrantes del partido morado, a quienes habría dedicado insultos como "hija de puta" y deseos como "ojalá te mueras". Tras conocerse estas denuncias, Blanco anunció su dimisión, pero más de un mes después ésta aún no se ha producido.

Podemos abrió un expediente a Blanco por estos episodios, pero no fue el único sancionado por los mismos. A principios de noviembre, Podemos también decidía expedientar a la secretaria general Rosana Alonso y dos miembros de su ejecutiva por, supuestamente, haber mirado hacia otro lado aun teniendo conocimiento de las denuncias de acoso contra Blanco, que forma parte de su misma familia a nivel interno. Dicho expediente, una vez resuelto por la comisión de garantías estatal y desestimados los recursos, suponía que Alonso quedaba vetada para presentarse a las primarias para las elecciones de 2019.

Pero, lejos de aceptar la suspensión, la secretaria general autonómica decidió convocar una consulta entre las bases de Podemos Cantabria para intentar que éstas apoyasen la continuidad de su candidatura, una consulta que la dirección estatal del partido morado prohibió. Tras ello, Alonso y los otros dos dirigentes expedientados recurrieron a los tribunales alegando "violación de derechos fundamentales e indefensión", y el juez estimó su demanda paralizando cautelarmente el proceso de primarias. Ahora, el juzgado tendrá que tomar una decisión definitiva, aunque si confirmase la exclusión de Alonso, Verónica Ordóñez sería confirmada como candidata en 2019, ya que sería la única dirigente que concurriría al proceso de primarias.

Los candidatos oficialistas ganan las primarias de Podemos para las autonómicas en todas las comunidades

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  Navarra

En Navarra, por el contrario, los problemas no tienen que ver con las primarias, donde Mikel Buil no tendrá rival para ser el candidato en las próximas elecciones autonómicas después de haber logrado reunir una lista con varias sensibilidades. La crisis de la formación morada, no obstante, es tan profunda que ha provocado que cuatro de los siete diputados de Podemos en el Parlamento de Navarra no reconozcan a su dirección autonómica y hayan forzado el cambio de nombre del grupo. En este grupo de críticos se encuentra Laura Pérez, la ex secretaria general de Podemos Navarra, en cuya expulsión definitiva el pasado mayo tras ser expedientada en enero está el origen de los problemas.

La división es patente desde hace años en el seno de la dirección, y prueba de ello fue el escaso margen –de apenas 28 votos– por el que se impuso a Pérez el actual secretario general, Eduardo Santos, en el congreso autonómico que se celebró en mayo de 2017. La tensión fue palpable durante meses hasta que, en enero, se anunció por sorpresa la suspensión cautelar de Pérez por once acusaciones, entre las que se contaban las de incumplir decisiones del partido o haber votado en beneficio propio una moción en el Parlamento. Tres de los siete diputados en la cámara autonómica se pusieron del lado de la ex secretaria general, por lo que desde entonces los cuatro parlamentarios controlan el grupo contra el criterio de su propia dirección autonómica. 

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