Sanidad
Las carencias en los sistemas de salud y los 'antivacunas' están detrás del crecimiento del sarampión en Europa
El brote de sarampión sin precedentes desde 2010 que asola Europa –con, sólo en el primer semestre de 2018, al menos 37 fallecidos y 41.000 casos, un número que excede los registrados en cualquiera de los años completos de la última década– ha encendido las alarmas entre las autoridades. En un comunicado hecho público este lunes, la Organización Mundial de la Salud (OMS) llamó a todos los países europeos a implementar "inmediatamente" medidas "amplias y apropiadas" para detener la propagación de esta enfermedad. "La buena salud para todos comienza con la inmunización", declaró la directora de OMS-Europa, Zsuzsanna Jakab.
El objetivo planteado por la OMS es alcanzar una cobertura con dos dosis de vacuna frente al sarampión superior al 95% en la región europea. Y es que aunque se ha constatado un incremento del 88% en 2016 al 90% en 2017, persisten grandes variaciones y en algunos países no sobrepasa el 70%. También el comisario europeo de Sanidad, Vytenis Andriukaitis, recordó este martes que cada persona poco inmunizada es vulnerable y "hace vulnerables" a otros. E hizo hincapié en la importancia de la vacunación.
Josefa Masa, investigadora del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III, apunta que la principal causa de este repunte es el mal cumplimiento de los calendarios de vacunación, dado que el sarampión es una afección muy exigente, que requiere que esté vacunada con dos dosis un porcentaje muy alto de la población. Y eso, según el pediatra David Moreno, coordinador del comité asesor de Vacunas de la Asociación Española de Peditaría, ha ocurrido por "motivos diversos".
La mayoría de las infecciones, con más de 23.000 casos, han tenido lugar en Ucrania, país que se encuentra en una situación económica muy difícil y que lleva años inmerso en un conflicto con Rusia. En Ucrania la cobertura de la vacuna es inferior al 50% y el número de infecciones en el último año es de 605,65 por cada millón de habitantes. En Grecia, donde la sanidad pública ha sufrido un gran declive en estos años de crisis severa, las infecciones por cada millón de habitantes alcanzan las 293,03. "Estos datos podrían achacarse a las deficiencias de sus sistemas sanitarios", señala Moreno, que trabaja en la unidad de Infectología Pediátrica del Hospital Materno-Infantil de Málaga.
Aunque a distancia, otros territorios con cierta incidencia son Italia (55,9) y Francia (42,21) donde, según Moreno, se ha producido un fenómeno de desconfianza hacia las vacunas "no justificado desde el punto de vista científico". "Se sabía de antes, y se ha podido comprobar ahora perfectamente, que si más de un 10% de población infantil no se vacuna con la triple vírica, vuelve el sarampión. Las tesis antivacunas han tenido mucho que ver, porque además no se aprecian otras causas para esa bajada de cobertura vacunal", subraya. Además, no hay que olvidar que las consecuencias de esos problemas de cobertura en algunos países se extienden al resto a causa de la mayor movilidad.
Respecto a España, la ministra de Sanidad, Carmen Montón, informó esta semana de que, en su último informe, la OMS había constatado que la transmisión endémica del virus del sarampión y de la rubéola en España ha permanecido interrumpida durante más de 36 meses, por lo que la considera eliminada. Según datos de esta organización, los 203 casos confirmados de sarampión registrados en España entre el 1 enero y el de 5 agosto de este año son importados, lo que evidencia que "no hay virus circulantes". La tasa de incidencia de esta enfermedad en los últimos doce meses en España es de 4,49 casos por cada millón de habitantes.
¿Posible repunte?
Especialmente en Europa occidental se ha vinculado el repunte del sarampión a las tesis contrarias a la vacunación infantil sustentadas en informes poco rigurosos sobre sus supuestos efectos adversos. A juicio de Masa, la oposición a los grupos antivacunas, que sí son "potentes" en países como Francia, debe hacerse fortaleciendo las instituciones de salud pública, lo que se realiza proveyéndolas de recursos económicos y profesionales. "En ocasiones se producen luchas de poder entre las administraciones y estos grupos. La salud pública tiene que estar en la agenda como una prioridad para los Estados", añade.
Precisamente en Francia, donde la tasa de cobertura de la vacuna del sarampión con dos dosis varía entre el 62% y el 88% en función del departamento, el Ejecutivo decidió imponer a partir de 2018 la vacunación obligatoria para once tipos de enfermedades, entre ellas el sarampión, como requisito de admisión en escuelas infantiles o colegios.
Lo cierto es que el escenario actual ha extendido en parte de la población el temor a que se produzca un repunte de enfermedades que, gracias a la vacunación sistemática, estaban erradicadas o en vías de desaparición y que son potencialmente mortíferas. El sarampión, por ejemplo, es una afección vírica "excepcionalmente contagiosa" y que se transmite con rapidez entre individuos susceptibles de adquirir la enfermedad y que cuando se complica o ataca a pacientes con el sistema inmune debilitado puede provocar enfermedades graves e incluso muertes, según explica Masa, del Centro Nacional de Epidemiología.
Masa insiste en que en España no existe un riesgo de que haya un repunte del sarampión o de otras enfermedades contagiosas evitables mediante la vacunación. "En absoluto existe ese riesgo", insiste. En todo caso, sí subraya que es importante aprovechar esta situación para recordar la importancia de completar los calendarios de las 14 enfermedades que se evitan con vacunas. "Tenemos un calendario de lujo y hay que animar a la población a cumplirlo", añade.
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El doctor Moreno, sin embargo, sí cree que ese temor tiene cierto fundamento. Y recuerda el caso del niño de seis años infectado de difteria que murió en 2015 y que no estaba vacunado contra esa enfermedad. "En España, el hecho de que más del 95% de los niños estén bien vacunados proporciona un gran seguro de vida, pero hay que entender que se deben tomar las decisiones correctas para mantener esta situación y que no debemos relajarnos", mantiene.
Además, Masa rechaza que la llegada de población migrante que no está inmunizada pueda favorecer el aumento de casos de estas dolencias. "Ni en España, ni fuera. De hecho, estas personas incluso están mejor vacunadas que la población autóctona, pues entran en programas especiales incluso en los centros de acogida", subraya.
Moreno sí cree que la población migrante no inmunizada pueda influir, pero también al revés. "En América, una zona del mundo prácticamente libre del sarampión, llaman la atención a sus ciudadanos a la hora de viajar a Europa, advirtiéndoles de que acuden a una zona del mundo que no tiene controlado el sarampión, y que extremen las precauciones al respecto, es decir, que revisen si están vacunados", sentencia.