21D | Elecciones en Cataluña
Los 'comuns' se aferran al antecedente de 2015 para quitar hierro al mal resultado del 21D en Barcelona
La del 21D fue una jornada aciaga para Catalunya en Comú Podem, que perdió tres escaños con respecto al mal resultado que ya obtuvo en las elecciones autonómicas de 2015 Catalunya Sí que es Pot y se quedó únicamente con ocho diputados en el nuevo Parlament. La formación no mejoró sus resultados en ninguna provincia, y tampoco la ciudad de Barcelona le trajo buenas noticias, pese a ser la joya de la corona de su poder municipal: en la capital, que gobierna Ada Colau, los comuns obtuvieron un 9,33% de los votoscomuns frente al 9,79% de 2015 y fueron quinta fuerza política. Pero los dirigentes de Catalunya en Comú confían en que Colau no tendrá excesivos problemas para mantener la estabilidad de su consistorio y recuerdan, de cara a las próximas elecciones locales, que ganaron los comicios de 2015 apenas cuatro meses antes de su batacazo en las autonómicas.
No es que Catalunya en Comú Podem haya tenido buenos resultados en ningún gran municipio en las elecciones del 21D, pero el varapalo en Barcelona trasciende las fronteras locales por la proyección tanto de la ciudad como de la propia Colau, que ejerce como líder de facto de su formación. El resultado de los comicios es un contratiempo más en unos últimos meses complicados para la alcaldesa, que rompió el pasado noviembre su acuerdo de estabilidad con el PSC y desde entonces gobierna con una minoría bastante inestable, ya que cuenta sólo con 11 de los 41 concejales del consistorio.
La debilidad de los comuns en Barcelona quedó patente el pasado 21D, donde sólo consiguieron ser quinta fuerza. Pero sus dirigentes no creen que el resultado de los comicios vaya a dificultar especialmente a Colau el año y medio que le queda de legislatura –tiene que sacar adelante aún los presupuestos de 2018 y 2019–, y tampoco piensan que pueda afectarle de cara a las elecciones de 2019. "Lo que ha quedado claro en estas elecciones es que en Cataluña hay un voto dual, si no trial", sostiene un dirigente de Catalunya en Comú Podem, mientras otro apunta que "el marco en el que se vota es muy distinto en municipales y autonómicas" y recuerda que "en 2015 el resultado ya fue muy malo en las catalanas pero ganamos las municipales".
Ambos recuerdan la montaña rusa que fueron los resultados de los comuns en las elecciones que se celebraron en 2015. En mayo de ese año, Barcelona en Comú consiguió ser primera fuerza en las elecciones municipales en la Ciudad Condal con el 25,21% de los votos. Apenas cuatro meses después, en septiembre, Catalunya Sí que es Pot –que no contó con el apoyo explícito de Colau, pero que estaba compuesto por ICV, EUiA y Podemos, los mismos partidos que componen Barcelona en Comú– recibía un fuerte varapalo en las elecciones autonómicas. Y el 20 de diciembre, en las generales, En Comú Podem dio la sorpresa consiguiendo la victoria en los comicios, que posteriormente repetiría el 26J.
Acuerdos a varias bandas
No obstante, dada su debilidad en número de escaños en el ayuntamiento, el Gobierno de Colau va a necesitar apoyos para sacar adelante sus medidas. La vía para gobernar durante el próximo año y medio parece clara: la geometría variable. "Ada [Colau] puede pactar a partir de ahora con independentistas y con no independentistas", señala un dirigente de los comuns. Y, además, siempre está abierta la posibilidad de pactar con el PSC pese a que los socialistas ya no estén en el Gobierno de la ciudad.
"El PSC sabe que la ruptura no se debió a una estrategia de Barcelona en Comú para acercarse a los independentistas", afirman estas fuentes, que aseguran que Colau no era partidaria de romper con los socialistas pero se vio obligada a hacerlo tras la decisión de sus bases, por lo que la vía de diálogo sigue abierta. Además, interpreta un dirigente, si ERC o la CUP tratan de torpedear la acción del ayuntamiento "lo van a pagar en las siguientes elecciones". "No están para alianzas con el PDeCAT", confía.
Pero, ¿por qué los comuns sufren semejante bajón de votos entre las elecciones municipales y generales y las autonómicas? Las fuentes consultadas lo achacan a la polarización de los comicios en torno a la independencia, un escenario que ya perjudicó enormemente a Catalunya Sí que es Pot en 2015 y que lo ha vuelto a hacer con Catalunya en Comú Podem en 2017. "El resultado no ha sido bueno, pero ni en Barcelona ni en el conjunto territorial de Cataluña", recuerda un dirigente, mientras otro explica que la candidatura ha bajado en todos los municipios donde existe un grupo amplio de "emigrantes o hijos de emigrantes, castellanoparlantes" y con una identidad no únicamente catalana. Es decir, fundamentalmente en Barcelona y las ciudades de su cinturón, que han sido sólidamente conquistadas por Ciudadanos el 21D.
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El próximo paso, unir Podemos y Catalunya en Comú
No obstante, el batacazo electoral no va a variar el calendario que tienen fijado los comuns para los próximos meses, que pasa por certificar la adhesión de Podemos a Catalunya en Comú toda vez que Albano Dante Fachin –el principal opositor a esta unificación– no está ya al frente de la rama catalana del partido morado. Así lo aseguran las fuentes consultadas, que apuntan que "en enero o febrero" se iniciarán las conversaciones formales para que Podemos se integre en la confluencia, si no hay repetición de las elecciones.
De la misma forma, las fuentes consultadas confían en que no se repitan los problemas que hubo en el grupo parlamentario de Catalunya Sí que es Pot, donde los parlamentarios de ICV –liderados por Joan Coscubiela y el independiente Lluís Rabell– se enfrentaron en reiteradas ocasiones con el grupo de Fachin y también disintieron, aunque con mucha menor frecuencia, con el líder de EUiA, Joan Josep Nuet. "El liderazgo de Xavi Domènech es muy mayoritario, y hemos dado un paso al frente que no tiene marcha atrás", zanja un dirigente con respecto a la confluencia.