El futuro de Cataluña
Los consellers toman posesión y prometen "lealtad" a Quim Torra
Los consellers de la Generalitat tomaron posesión este sábado en un acto solemne en el Saló Sant Jordi en el que prometieron "lealtad" al president Quim Torra, según ha informado Europa Press.
Ante la pregunta de si prometían "cumplir fielmente, de acuerdo con la ley, las obligaciones del cargo que asume al servicio de Cataluña y con lealtad al president de la Generalitat", todos ellos usaron la misma fórmula para asumir el cargo, respondiendo con un 'Sí, lo prometo'. Al igual que Carles Puigdemont y Artur Mas, Torra ha utilizado una fórmula concreta para referirse a sus consellers: sin alusiones al Estatut, la Constitución ni el rey.
Así, los nuevos consellers son Pere Aragonès (Vicepresidencia y Economía); Elsa Artadi (Presidencia y portavoz); Àngels Chacón (Empresa y Conocimiento); Ernest Maragall (Acción Exterior); Miquel Buch (Interior); Josep Bargalló (Enseñanza) y Alba Vergés (Salud). La lista la completan Damià Calvet (Territorio y Sostenibilidad); Laura Borràs (Cultura); Ester Capella (Justicia); Chakir El Homrani (Trabajo, Asuntos Sociales y Familias); Jordi Puigneró (Políticas Digitales y Administración Pública) y Teresa Jordà (Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación).
Maragall, Vergès, Buch, Calvet, Chacón, Borràs, Artadi y El Homrani asumieron el cargo e inmediatamente después han abrazado a los familiares de los exconsellers presos o en el extranjero, que les han antecedido en el cargo. Capella también ha abrazado a su antecesor, Carles Mundó, presente en el acto junto a la también exconsellera Meritxell Borràs, a quien ha ido a abrazar Puigneró.
Los exconsellers renuncian simbólicamente
Familiares de los exconsellers Josep Rull, Lluís Puig, Jordi Turull y Toni Comín han participado este sábado en el acto de toma de posesión de los consellers del nuevo Govern, leyendo cartas en las que expresaban su "renuncia" –simbólica, ya que fueron cesados por el 155– a ser restituidos en el cargo.
Desde el Saló Sant Jordi del Palau de la Generalitat, los cuatro han expresado su renuncia a volver a ser consellers, por ahora, "ante la situación de bloqueo por parte de los poderes del Estado", según ha leído Meritxell Lluís, esposa de Rull, quien agradeció la confianza depositado en ellos por el president Quim Torra.
La hija del exconseller Puig, Alba Puig, leyó una carta de su padre desde Bélgica en la que celebra que, pese a al veto del Estado a los cuatro nombramientos, "el espíritu de la restitución" de los consellers cesados por el artículo 155 ha triunfado. Por su parte, la hermana de Comín, Betona Comín, lamentó que el Estado no haya sido "capaz de asumir que el derecho de autodeterminación es un derecho de todos los pueblos", destacando las soluciones dialogadas que se pactaron en Reino Unido y Canadá con Escocia y Quebec, respectivamente.
La esposa de Turull, Blanca Bragulat, expresó el pesar de su marido ante la posición "injusta" del juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, que mantienen desde hace meses a varios líderes soberanistas en prisión preventiva.
Comín, Turull, Rull y Puig son los cuatros únicos exconsellers cesados con el 155 que pidieron ser restituidos en el cargo: Torra lo aceptó y los nombró en primera instancia, pero unos días más tarde rectificó porque el Gobierno central vetó estos nombramientos.
Asimismo, la intervención de los familiares ha sido una sorpresa, ya que no había sido anunciada en la convocatoria del acto de iban a tomar la palabra, en la que solo figuraba el discurso de Torra y que prometerían el cargo los 13 nuevos consellers del Govern.
Fin a la intervención del 155
La toma de posesión de los consellers del Govern de Quim Torra este sábado supuso el levantamiento automático del artículo 155 de la Constitución y la recuperación del autogobierno por parte de la Generalitat tras 218 días de intervención.
El Gobierno activó el 155 el 27 de octubre tras la proclamación de independencia en el Parlament, especificando en su acuerdo que la operación estaría vigente "hasta la toma de posesión del nuevo Gobierno de la Generalitat".
Los más de 7 meses transcurridos desde entonces se vivieron de maneras antagónicas entre los grupos parlamentarios: los independentistas los califican como los más negros y tristes de la historia de la democracia, mientras que el Gobierno de Mariano Rajoy reivindicó que sirvieron para devolver la normalidad y la estabilidad a Catalunya.
En lo que sí coinciden el Gobierno de Rajoy y el soberanismo es en que el levantamiento del 155 se debería haber producido hace muchos meses y, más concretamente, tras las elecciones del 21 de diciembre. En este sentido, el objetivo del Ejecutivo central era que tras los comicios se invistiera rápidamente a un president y un Govern "legales y efectivos", un objetivo que no concordaba con las reivindicaciones independentistas a favor de la restitución de Carles Puigdemont y su Ejecutivo.
JxCat y ERC han intentado hasta cuatro investiduras antes de llegar a la de Quim Torra: Carles Puigdemont, Jordi Turull y Jordi Sànchez en dos ocasiones, todas ellas truncadas por los tribunales.
Aprobación de Puigdemont
El expresident de la Generalitat, Carles Puigdemont, celebró este sábado la toma de posesión del nuevo Govern y el fin de la aplicación del artículo 155: "El camino continúa, y en buenas manos. Un Govern de mujeres y hombres comprometidos con la libertad", aprobó.
Así lo señaló Puigdemont en un apunte en Twitter, donde aseguró que el nuevo Ejecutivo se caracteriza por el respeto a las ideologías, lenguas, culturas y creencias, y también por ser "fiel al mandato popular, base de la democracia".
Finalmente, pese a que era deseo expreso de Puigdemont, el nuevo Govern no incluirá a ninguno de los miembros del Ejecutivo que él presidió y que fue cesado por el 155, un artículo que se aplicó después de que el Parlament declarara la República el 27 de octubre de 2017.
Torra promete a los concentrados ante la Generalitat luchar para "liberar a presos y exiliados"
Ver más
Ausencia del Estado, PP, Ciudadanos y la CUP
A pesar de su carácter institucional de la toma de posesión, en esta ocasión no asistió ningún representante del Partido Popular, Ciudadanos ni de la CUP –formación que no suele participar en esta clase de actos–. La líder de la oposición y portavoz de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas, justificó su ausencia debido a que los independentistas utilizan el lazo amarillo como su símbolo: "No lo podemos aceptar, porque el Govern debe ser para todos los catalanes, no sólo para los que legítimamente llevan el lazo amarillo", señaló.
Por su parte, tampoco asistió ningún representante del Estado a la toma de posesión, que empezó media hora después de que Pedro Sánchez tomara posesión como presidente del Gobierno tras ganar la moción de censura contra Mariano Rajoy.