¿Debería apostar el rey por la sanidad pública?

Las asociaciones de médicos confirman las explicaciones y cifras ofrecidas por el médico que operará al rey, Miguel Cabanela: entre el 1% y el 2% de las operaciones de cadera derivan en complicaciones como la que sufre el monarca, una infección alrededor de la prótesis que le obligará a pasar nuevamente por el quirófano para sustituir esa pieza por una nueva.

Las fuentes consultadas por este medio confirman que la complicación, aunque poco habitual, ocurre. Es, simplemente, una cuestión de "mala suerte", comenta Mari Carmen Medrande, secretaria general de Sanidad del sindicato UGT en Madrid. Un caso "excepcional", en palabras de Manuel Martín, presidente de la Federación de Asociaciones en Defensa de la Sanidad Pública (FADSP).

Lara afirma que la actitud del rey respalda a los que quieren privatizar la sanidad

Ver más

Lo que sí ha suscitado alguna crítica es la elección, hasta ahora, de centros privados por parte de la Casa del Rey: "El rey es el representante máximo de todos los españoles y es casi una provocación que recurra a la privada mientras los ciudadanos asisten a la descapitalización del sistema público", censura Martín, quien habría preferido que el monarca "diera ejemplo" asistiendo a la pública en lugar de contribuir a la "promoción" de la privada.

Otras asociaciones, como Afem, que ha encabezado buena parte de las protestas de la marea blanca en defensa de la sanidad pública, subrayan que la medicina es, en todo caso, un trabajo de equipo. En referencia al viaje del doctor Cabanela, que se ha desplazado desde Estados Unidos para intervenir a Juan Carlos I, la portavoz de la asociación, Fátima Braña, señala: "Al rey no lo curará un único médico: lo curará un gran anestesista, un buen geriatra, un equipo de enfermería, un excelente fisioterapeuta, un rehabilitador... es un error buscar un único héroe".

Finalmente, tanto Afem como la FADSP destacan el buen nivel del sistema público en España: "En España hay grandes traumatólogos", explica Braña. "En la pública hay magníficos profesionales", insiste Martín, quien además ha considerado que, si finalmente se opta otra vez por un centro privado, ese gesto podría ser considerado como "un desprecio" hacia los profesionales de la sanidad pública.