La financiación de los partidos
La deuda con los bancos de PP y PSOE aumentó en los dos últimos años fiscalizados por el Tribunal de Cuentas
La deuda que los dos principales partidos españoles, PP y PSOE, acumulan con las entidades financieras no hizo sino aumentar durante los años 2014 y 2015, los últimos fiscalizados por el Tribunal de Cuentas. Los de Pedro Sánchez debían a los bancos hace tres años 75,1 millones de euros y los de Mariano Rajoy, 48,07 millones. Ciudadanos se sumó a la lista en 2015 con una deuda de 8,1 millones euros. Podemos sigue siendo el único de los cuatro grandes partidos que no se financia a través de las entidades financieras.
De la importancia de la deuda de PP, PSOE y Cs con los bancos da idea una comparación con sus ingresos. La deuda del PSOE representaba a finales de 2015 el 88,4% de su ingresos anuales; la del PP el 44,6%, y la del partido de Albert Rivera el 46,3%.
Las deudas del PP con entidades de crédito al cierre del ejercicio 2014 ascendían a 32,6 millones de euros, la mayor parte de ellas con vencimiento a largo plazo (el 87% del total). Ese año el partido de Mariano Rajoy sólo formalizó un crédito nuevo, destinado a financiar su participación en las elecciones al Parlamento Europeo y que, a 31 de diciembre de 2014, tenía un saldo pendiente de 1,9 millones.
Avales que no estaban en la memoria
Según la información que el Banco de España remitió al Tribunal de Cuentas, el PP tenía en 2014 avales concedidos por entidades financieras por importe conjunto de 996.859 euros que no figuraban en la memoria correspondiente a las cuentas anuales de ese año.
Un año después, las deudas del PP con los bancos habían aumentado un 47,4% hasta sumar 48,07 millones de euros. El porcentaje de la deuda a largo plazo había disminuido hasta un 54%.
En el ejercicio de 2015, el PP formalizó créditos para la financiación de las elecciones locales, autonómicas y generales, con un saldo pendiente a 31 de diciembre de 2014 de 18,1 millones de euros. La formación tenía además ese año avales concedidos por entidades financieras por importe conjunto de 1,8 millones, que el partido tampoco mencionó en la memoria correspondiente a las cuentas anuales, según consta en el último informe del Tribunal de Cuentas.
En el caso del PSOE, la deuda consolidada con entidades de crédito al final de 2014 ascendía a 67,3 millones de euros, de los cuales 34,4 correspondían a la deuda de la Comisión Ejecutiva Federal (CEF) —la estructura estatal— y 32,8 a la deuda de las diferentes federaciones.
Las subvenciones futuras como garantía
Respecto al endeudamiento de la CEF, destacan dos operaciones que dan idea de la debilidad financiera de los socialistas porque les ha obligado a constituir garantías poniendo sobre mesa las subvenciones que prevé percibir en el futuro y las cuotas de sus afiliados.
La primera es un préstamo sindicado que los socialistas suscribieron con cuatro entidades de crédito para la financiación del expediente de regulación de empleo que llevaron a cabo en el ejercicio 2012, justo después de la derrota electoral que dio paso a la mayoría absoluta de Mariano Rajoy, por un importe inicial de 14,7 millones de euros. Este préstamo fue renovado en octubre de 2013 para ampliar el periodo de amortización y el capital hasta 18,9 millones euros y su saldo, al cierre de 2014, se elevaba a 17,6 millones euros. En mayo de 2015 fue renovado otra vez con una rebaja en el tipo de interés y una ampliación del importe en 1,5 millones de euros. El saldo a cierre del ejercicio 2015 se elevaba a 17,7 millones euros.
Para esta operación de endeudamiento el PSOE constituyó una garantía sobre los derechos reales de los que el partido es titular frente a la Administración General del Estado, derivados de las subvenciones presentes y futuras concedidas para atender a sus gastos de funcionamiento y de seguridad y otorgadas como consecuencia de los resultados obtenidos en las elecciones y los que espera obtener hasta la fecha de vencimiento final del préstamo en el año 2025.
La segunda operación es un préstamo mercantil suscrito en 2014 por importe de 2,5 millones euros y con un saldo a 31 de diciembre de 2014 de 1,6. El importe se incrementó en 2015 en 248.300 euros, de manera que el saldo a 31 de diciembre de 2015 ascendía a 2,3 millones euros.
Las estipulaciones adicionales de la póliza obligan al PSOE a remitir cada seis meses, a la entidad financiera con la que firmó el contrato, recibos correspondientes al pago de cuotas de sus afiliados en cuantía suficiente para atender el pago del calendario de amortizaciones de capital y pago de intereses.
La deuda consolidada del PSOE con entidades de crédito a cierre de 2015 había aumentado un 11,7% hasta sumar 75,1 millones euros, de los cuales 41,6 millones euros correspondían a la deuda de la CEF y 33,6 millones de euros a la deuda de las federaciones territoriales, lo que significa que la mayor parte del incremento es achacable a la dirección federal del partido. El 76% de esa deuda es largo plazo.
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Ciudadanos suscribió en 2014 dos préstamos para financiar la campaña para las elecciones al Parlamento Europeo, uno de los cuales fue cancelado anticipadamente el 23 de diciembre de 2014. En la contabilidad de ese año que presentó al Tribunal de Cuentas figuran deudas a corto plazo con entidades de crédito y otros pasivos financieros por un total de 5.789 euros.
La situación cambió notablemente al año siguiente, coincidiendo con la expansión nacional del partido. Al término del ejercicio había contabilizadas deudas a largo plazo con entidades de crédito y otros pasivos financieros por valor de 8,19 millones de euros.
Muy diferente es el caso de Podemos. La contabilidad que presentó al Tribunal de Cuentas correspondiente a los años 2014 y 2015 refleja que no solicitó ningún crédito a los bancos para financiar su actividad.