LA NUEVA LEGISLATURA
Díaz allana con Puigdemont la investidura con la que Sánchez promete dejar atrás la "fractura" en Cataluña
El bloque progresista sigue dando pasos hacia adelante para formar Gobierno una vez fracase Alberto Núñez Feijóo en su intento de investidura. El factor más determinante es lograr el apoyo de Junts. Y para ello, en el arranque del curso político, se han movido dos piezas fundamentales: la visita de Yolanda Díaz a Carles Puigdemont en Bruselas y la promesa de Pedro Sánchez de medidas audaces para pasar página definitivamente a la “fractura” en Cataluña.
En el PSOE y en Sumar se ha instalado la idea de que no se pueden perder estos días mientras Núñez Feijóo intenta la investidura (el debate será el 26 y el 27 de septiembre). En los dos partidos comentan que la negociación es compleja y difícil, pero el ánimo es compartido de que terminará habiendo acuerdo.
Las miradas están puestas principalmente en Carles Puigdemont, cuya estrategia política ha virado y ahora se abre a negociar con el bloque progresista, obviando la presión de las organizaciones independentistas de bloquear las instituciones españolas. Pero para el expresident catalán es muy importante ese reconocimiento como interlocutor para seguir avanzando en un hipotético acuerdo.
La vicepresidenta segunda del Gobierno en funciones, Yolanda Díaz, es muy consciente de esta arista de la negociación y este lunes se reunió con Puigdemont en la sala Spinelli del Parlamento Europeo, en su sede en Bruselas. Más de dos horas cara a cara, con posado previo ante los fotógrafos, en un encuentro en el que estuvieron presentes también el exconseller y eurodiputado Toni Comín y el exdiputado Jaume Asens, que tiene hilo directo con el expresident.
Normalizar la relación con Junts
Y aunque no trascendieron posibles acuerdos concretos, el encuentro sirvió para avanzar en esa intención de llegar a un pacto. Según un comunicado conjunto, el encuentro discurrió “con normalidad y en un tono cordial”. “La reunión ha sido fructífera y permite establecer una relación normalizada y estable entre ambas formaciones políticas”, informaron los partidos. Y se lanzó este principal mensaje: “Estamos de acuerdo en explorar todas las soluciones democráticas para desbloquear del conflicto político”.
La idea del viaje, según fuentes de Sumar, pasaba precisamente por entablar esos cauces de diálogo y por reconocer a Puigdemont como interlocutor, ya que es el que orienta el voto principalmente de Junts. Pero es que no sólo se piensa en la investidura, sino en una colaboración con la intención de que un Ejecutivo progresista pueda durar toda una legislatura de cuatro años.
Esa idea de legislatura completa es la hoja de ruta con la que trabajan el PSOE, como señaló el propio Pedro Sánchez este lunes, y Sumar. Los socialistas se desvincularon del viaje de Díaz, el primer miembro del Gobierno que va a ver a Puigdemont a Bruselas. Desde La Moncloa se subrayó que la vicepresidenta fue en nombre de Sumar y no representa a Ferraz. Según el equipo de Sánchez, les informaron a última hora del domingo “a hechos consumados”. “No hay nada acordado”, enfatizaron fuentes gubernamentales, que especificaron que ellos siguen su propia vía de negociación.
Sánchez promete audacia para "pasar página"
Sánchez pronunció este lunes su discurso de arranque del curso político inaugurando Los Desayunos del Ateneo, un nuevo espacio de diálogo de personalidades políticas, sociales y culturales. Con la plana mayor del Gobierno en primera fila escuchando la hoja de ruta para estas semanas dada la importancia otorgada por La Moncloa a este momento.
Aunque no se pronunció directamente sobre el viaje de Díaz a Bruselas, Sánchez sí explicó la filosofía para alcanzar un acuerdo con el gran objetivo de que esta legislatura sea la que sirva para “pasar página” y dejar atrás “la fractura” de Cataluña de manera definitiva. Para ello prometió medidas audaces y coherentes con las que se pusieron en activo en los últimos años (como los indultos y las reformas de los delitos de sedición y malversación).
El plan de Sánchez pasa por una legislatura de cuatro años, por lo que tachó de “excentricidad” la idea de Feijóo de una legislatura de dos solamente. Sin hacer alusiones directas a un posible ley de amnistía, sí apeló al diálogo y la convivencia y a culminar el trabajo en Cataluña, que está “infinitamente” mejor que en 2017. En el PSOE siguen llamando a la discreción en la negociación.
"Se puede, se debe y se va a alcanzar un acuerdo"
Pero Sánchez dejó claro que no quiere dilaciones en la investidura una vez se lleve a cabo el intento “estéril” de Núñez Feijóo. Por lo que no tiene la intención de una investidura agónica apurando los plazos (hay dos meses para intentarlo después de que falle el PP). El presidente en funciones insistió en ese marco constitucional (que prohíbe un referéndum de independencia), pero con ese reconocimiento de la pluralidad lingüística y territorial. Y está convencido de que habrá un pacto entre todas las fuerzas. “Se puede, se debe y se va a alcanzar”, vaticinó. Hizo otro guiño al hablar de la “altura de Estado” de todos los partidos que están dispuestos a negociar.
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Además, en Ferraz y en La Moncloa están convencidos de que es la vía a seguir para la investidura. Una idea que vieron respaldada en la encuesta de 40dB publicada por El País y la Cadena Ser este lunes, que refleja que la opción de gobernabilidad preferida por los ciudadanos (un 33%) es la de un Ejecutivo del PSOE y de Sumar apoyado por nacionalistas e independentistas, por encima de las opciones de gran coalición o un Gobierno de PP y Vox. Asimismo, es mayor el número de apoyos a “desjudicializar el conflicto catalán”, con un 44%, frente a los contrarios, que no llegan al 40%. En cambio, ganan los que se oponen al uso de las lenguas cooficiales en el Congreso a quienes lo respaldan.
Estos movimientos llegan apenas unas horas antes de que Carles Puigdemont haga públicas sus condiciones para la investidura durante este martes. Unos días, además, que están marcados, por el ambiente previo a la Diada, donde las organizaciones independentistas, como la ANC, están subiendo el tono frente a las posibles alianzas que se puedan alcanzar. ERC, a través de Oriol Junqueras, también puso alto el listón en una entrevista en La Vanguardia: “La amnistía no es suficiente, es imprescindible plantear la autodeterminación”.
En el PSOE y en Sumar son conscientes de que la competencia entre ERC y Junts en el escenario catalán puede provocar tensiones y dificultades para el acuerdo final de investidura. Y será una negociación a varias pistas, pues el independentismo no va en bloque. Pero también creen que el mensaje del 23J de las urnas catalanas evidencia que no tienen otro camino que un pacto con el bloque progresista frente a un hipotético Gobierno del PP con Vox. Además, la intención del PP de reunirse con Junts da más aval al PSOE y a Sumar, entienden en estas formaciones, para negociar con Puigdemont.