La hoja de ruta de Sumar, el proyecto que encabeza Yolanda Díaz, se va desgranando poco a poco. Este viernes, Díaz ha presentado en Madrid a los coordinadores de los 35 grupos de trabajo, nombres ajenos a la política activa, que se encargarán de elaborar las conclusiones del proceso de escucha que inició el pasado mes de julio. Un proceso que, según ha explicado la propia vicepresidenta, se alargará hasta febrero, pese a que la gallega quería tenerlo listo ya a finales de diciembre.
Desde su entorno explican que quieren dar margen a estos grupos para trabajar sin presiones ni fechas límite. En base a las conclusiones de ese proceso, sigue asegurando la vicepresidenta actualmente, oficializará o no su candidatura a las generales. Tal y como apuntan a infoLibre diversas fuentes de su equipo, la decisión se hará pública antes de las elecciones municipales y autonómicas, a las que Díaz no se presentará.
En realidad, nadie de su equipo duda en que esa decisión ya está tomada y que todo este proceso tiene más que ver “con su forma de hacer las cosas” y con un intento de volver a acercar la acción política a la ciudadanía al margen de los aparatos de los partidos. Ese es, precisamente, uno de los puntos de fricción con Podemos, la principal formación dentro del espacio confederal de Unidas Podemos.
La heterogeneidad del espacio político que aspira a liderar Yolanda Díaz no hace fácil la conformación de un proyecto que pretende tener poco que ver con las maquinarias y las siglas de las distintas formaciones que componen ese espacio, tal y como volvió a dejar claro este viernes. Lo que pide la gallega es una "refundación integral" para salir de la "esquinita" del espectro electoral a la izquierda del PSOE.
Díaz: "Sumar no va de urnas ni de listas electorales"
Díaz ha insistido en que Sumar “no va de urnas ni de listas electorales”. Sin embargo, algunas voces de su equipo reconocen las dificultades de cara a las generales de 2023, donde Podemos pero también Izquierda Unida, los comunes e, incluso, Más País y Compromís, quieren tener un papel destacado. La decisión de Díaz de no presentar Sumar a los comicios autonómicos y municipales dificulta las pretensiones de unidad de todas esas formaciones en torno a su candidatura.
La vicepresidenta segunda es consciente de que el resultado de esos comicios será decisivo para su futuro electoral. Hay dos plazas clave para la izquierda, según fuentes de su entorno, la Comunidad Valenciana y la Comunidad de Madrid. En el primer caso, dicen, es vital conservar el pacto del Botànic. En el segundo, creen que es imprescindible que se forje una alianza entre Más Madrid y Podemos, un escenario que no contemplan los de Mónica García.
Hay quien opina que un eventual fracaso de la izquierda no beneficiaría a su futura candidatura por el clima de “pesimismo” que se instalaría. Otros mantienen que un mal resultado podría facilitar, en cambio, que Díaz tomara las riendas sin muchas resistencias a nivel interno. En lo que coinciden unos y otros es en que “un mapa teñido de azul”, en referencia al Partido Popular, sería un desastre. Esto, además, implicaría que la extrema derecha gobernase en algunas autonomías y “tuviéramos un escenario como el de Italia”.
Con todo, tanto Díaz como el resto de su equipo aseguran que todavía es demasiado pronto para hacer cálculos electorales y confían en el empuje que pueda tener gracias al proceso de escucha, que continuará con actos por toda España, pese a que los grupos ya están constituidos y funcionarán de manera autónoma.
Díaz escoge perfiles alejados de la política activa
Estos grupos están coordinados por 19 mujeres y 16 hombres con perfiles especializados en diversas áreas y vinculados a los movimientos sociales. Áreas que van desde la justicia, la economía y la vivienda hasta feminismo, la cultura y los derechos LGTBI y que trabajarán, según ha explicado la propia vicepresidenta, para conformar un “proyecto de país” de cara a los próximos diez años. “Queremos tejer un movimiento ciudadano, progresista, europeo y verde”, ha explicado la líder de Unidas Podemos en el Ejecutivo.
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Según ha asegurado Díaz, en España solo ha habido cuatro presidentes con un claro proyecto de país y, a su juicio, esto no incluye a Pedro Sánchez. La gallega cree que solo Adolfo Suárez, Felipe González, José María Aznar y José Luis Zapatero lideraron proyectos que contribuyeron al cambio de nuestro país (aunque, según ha precisado, en el caso de Aznar fue a peor). En el caso de Sánchez y Rajoy, según han precisado en su entorno, cree que ambos Ejecutivos se han dedicado más a “apagar fuegos” que a pensar en un proyecto de futuro.
Entre los nombres de su equipo destacan el exvicepresidente del Consejo General del Poder Judicial Fernando Salinas, el politólogo y analista Ignacio Sánchez-Cuenca, la activista medioambiental Yayo Herrero, el filósofo César Rendueles y la profesora experta en feminismo e igualdad Arantxa Elizondo. Perfiles alejados de la política activa, a excepción de Agustín Moreno, diputado de Unidas Podemos en la Asamblea de Madrid, que se encargará de supervisar el área de educación.
La vicepresidente segunda también ha desgranado cuales son, a su juicio, las tareas pendientes de cara a los próximos diez años: la democratización de las empresas, una reforma impositiva, la modernización de la administración pública y el acceso igualitario a la energía, entre otras cuestiones.
La hoja de ruta de Sumar, el proyecto que encabeza Yolanda Díaz, se va desgranando poco a poco. Este viernes, Díaz ha presentado en Madrid a los coordinadores de los 35 grupos de trabajo, nombres ajenos a la política activa, que se encargarán de elaborar las conclusiones del proceso de escucha que inició el pasado mes de julio. Un proceso que, según ha explicado la propia vicepresidenta, se alargará hasta febrero, pese a que la gallega quería tenerlo listo ya a finales de diciembre.