Memoria histórica
"¡Esto es una dictadura!": la 'denuncia' de los Franco tras ser retenidos por la Policía por grabar la inhumación en Mingorrubio
La soberbia de la familia Franco hizo que los términos pactados con Ejecutivo en el proceso de exhumación e inhumación de los restos del dictado saltaran este jueves en algunos momentos por los aires. Por la mañana, la familia trató de entrar en la basílica del Valle de los Caídos con la bandera del aguilucho para desplegarla sobre el féretro, pero los agentes de la autoridad lo impidieron y se la llevaron a uno de los coches que trasladaba a la comitiva.
Al salir de la basílica, se pudo observar que el ataúd había sido cubierto con el estandarte de la supuesta Casa de los Franco, un manto con la Laureada de San Fernando. En el momento de introducir el féretro en el coche funerario, la familia presente estalló en gritos de “¡Viva España!” y “¡Viva Franco!”, pese a que la Ley de Memoria Histórica prohíbe cualquier acto de exaltación de la figura del dictador.
Ya en el cementerio de Mingorrubio, durante la misa, la familia cubrió el ataúd con la bandera del régimen franquista. La Policía, ante las sospechas de que un miembro de la familia hubiese grabado el transcurso de la reinhumación, pese a estar expresamente prohibido, retuvo a los familiares dentro del panteón y quiso registrar a Francis Franco, que podría haber grabado la ceremonia con algún tipo de dispositivo móvil.
Un vídeo colgado en las redes sociales muestra los tensos momentos en que los familiares se encuentran encerrados en el interior de la capilla. En las imágenes se aprecia a los familiares reclamando que se les deje salir y profiriendo quejas entre las que se distingue “¡Esto es una dictadura!” o “¡Después de lo que habéis hecho!”.
En los últimos segundos, se produce un forcejeo entre la Policía y los familiares, que fuerzan su salida del panteón tras empujar las puertas. “¡Ya está bien!”, se escucha antes de que la grabación termine.
La familia Franco, descontenta con el trato recibido
Los familiares de Francisco Franco han denunciado que los policías les "retuvieron" en el Cementerio de Mingorrubio e "intentaron registrar" a uno de ellos. Así lo denunció el abogado de la familia, Luis Felipe Utrera Molina, a su salida del camposanto, quien también se quejó de que no se les permitiera poner sobre el féretro "la bandera nacional". "No hay precedentes de esto por parte de un Gobierno", ha protestado.
Por su parte, uno de los bisnietos del dictador se acercó a los medios de comunicación extranjeros para hacer declaraciones sólo en inglés, limitándose a utilizar el castellano únicamente para agradecer su trabajo a las Fuerzas de Seguridad.
De su lado, el nieto del dictador Francis Franco, que acompañó sus restos mortales durante el vuelo en helicóptero entre el Valle de los Caídos y el Cementerio de Mingorrubio, hizo constar su desacuerdo con cómo ha organizado el Gobierno la operación de exhumación y reinhumación de su abuelo.
La Iglesia, cómplice de la profanación
Además, repartió entre la prensa un comunicado en el que acusa al Gobierno de Pedro Sánchez de haber "consumado la profanación" del sepulcro de su abuelo "con el aval de los demás poderes del Estado y la jerarquía eclesiástica", causando así un "gran atropello" a los derechos fundamentales de la familia.
"Lo que el Gobierno presenta como una victoria de la democracia no es más que un impúdico circo mediático que sólo busca propaganda y rédito electoral", reza el comunicado, recogido por Europa Press.
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"Pero aquí estamos por encima de miserias y mezquindades, porque ha primado nuestra firme decisión de no abandonar jamás a nuestro familiar cuya dignidad y memoria hemos defendido siempre y ahora más unidos que nunca", abunda la familia.
Los familiares han aprovechado también para agradecer las muestras de apoyo que, aseguran, les han brindado "miles de españoles" mostrando "lealtad" a la memoria del dictador, muy especialmente a la Comunidad Benedictina que le ha custodiado "digna y heroicamente" durante casi 44 años en el Valle de los Caídos.
La familia hace extensivo su agradecimiento a los medios de comunicación que, a su juicio, les han tratado con "respeto y consideración" en todo este proceso, que, recalcan han tenido que afrontar recibiendo "graves insultos y calumnias" por el mero hecho de defender sus derechos.
