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Abascal se disputa en Buenos Aires con la portavoz adjunta del PP el fervor por el ultra Javier Milei

Santiago Abascal y Javier Milei, este domingo.

Hace ya 12 años, un profesor de la Universidad de Buenos Aires, Marcelo Borrelli, publicó un trabajo sobre el papel de la prensa argentina durante la dictadura de Videla [pincha aquí para leerlo]. A mitad del texto, un párrafo narra cómo hacia finales de 1975 grandes medios confluyeron en una orientación editorial partidaria del golpe de Estado como única salida posible a la “crisis” nacional. Y aquí llega un entrecomillado demoledor: “Tal vez el caso paradigmático haya sido La Razón, que desde sus titulares en cuerpo catástrofe durante marzo de 1976 amplificó el clima golpista del momento (es recordado en ese sentido el titular de tapa del 23 de marzo de 1976: “Es inminente el final. Todo está dicho”)”. Al día siguiente de aquel titular de portada publicado por el diario que entonces pertenecía a la familia Peralta-Ramos, el militar Jorge Rafael Videla instauró una dictadura que machacó a Argentina a lo largo de siete años. Ahora, asumiendo como propio uno de los argumentos del dictador y aplaudido por la extrema derecha internacional, Milei sostiene que aquello fue "una guerra".  Las autoridades cometieron “excesos”, concepto muy distinto al de crímenes de guerra. Eso añadió públicamente el mismo que propugna un sistema privado donde cada cual se pague su salud.

De momento, Milei no ha pronunciado ningún “todo está dicho”. Pero su discurso, sus planes económicos y políticos, su condena de “esa aberración llamada la justicia social”, todo ello ha provocado el entusiasmo presencial de cuatro representantes de las dos piezas que conforman el biombo de la derecha española: el PP y Vox, su socio en cinco autonomías más los cabildos insulares de Baleares y múltiples municipios. El de mayor rango era Santiago Abascal, líder de la formación ultraderechista, que acudió en compañía del eurodiputado Hermann Tertsch y que el sábado se reunió con Milei. Líder de un partido que hasta ahora se ha librado de distintas acusaciones por supuestos delitos de odio, Abascal utilizó una entrevista para lanzar una bomba verbal contra el presidente del Gobierno español: “Habrá un momento en que el pueblo querrá colgar de los pies a Pedro Sánchez”.

Su amenaza -o bravata- la disparó en la misma entrevista donde respondió "Javier Milei" cuando le pidieron que citara a un líder. No fue esa la única flor que le dedicó. Una vez que la autora inquirió sobre qué hablaron en su encuentro del sábado, Abascal contestó así: "Fue una conversación amistosa, de amigos que se que se respetan, que se quieren, que se admiran. Yo más a él todavía, porque él ha triunfado".

Pero, flores y mieles aparte, es la amenaza al presidente del Gobierno de España lo que ha dejado en segundo plano a las dos figuras de fuste mediático y político que, presentes en la ceremonia de Milei, proceden del PP: la expresidenta de Madrid, Esperanza Aguirre; y la portavoz adjunta del partido en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo y Peralta Ramos, emparentada con quienes durante la dictadura de Videla y en la fase previa poseían el diario argentino La Razón.

Tanto Aguirre como Álvarez de Toledo se han arrojado sin vacilaciones a los brazos ideológicos del jefe de La Libertad Avanza, el político que prefiere la mafia –son sus palabras literales– al Estado. Por ahora, y pese al escándalo derivado de la declaración de Abascal, ni Álvarez de Toledo ni Aguirre han expresado ningún reproche al jefe de Vox, que inició su carrera política en Madrid cobijado por la expresidenta autonómica en una fundación opaca que él mismo terminó calificando de “chiringuito”.

El cuarto de la lista de políticos españoles que asistieron a la entronización presidencial de Milei, el eurodiputado de Vox Hermann Tertsch, parece haberse limitado a publicar un mensaje donde define a su “querida y admirada” Victoria Villarruel como una “incansable luchadora por la libertad”. Vicepresidenta de Milei, Villarruel anunció en la campaña electoral que revisaría la normativa que ha obligado al país a indemnizar a miles de víctimas de la dictadura.

"Verdad, libertad, responsabilidad"

Con triple nacionalidad -argentina, francesa, española- y descendiente por parte de madre de los Peralta-Ramos -su segundo apellido- que dominaban el rotativo La Razón, Álvarez de Toledo ha colocado en su cuenta de la red social X (Twitter) un arrebatado mensaje en favor de Milei: Argentina ha abierto una nueva era presidida por la verdad, la libertad y la responsabilidad”. Aquí, punto y aparte para cerrar el apotegma: “Y ha sido emocionante vivirlo en directo”. Entre las peculiaridades de Milei, el autor de una biografía no autorizada cuenta que el hoy presidente habla con su perro fallecido a través de una médium. No consta que el nuevo presidente de Argentina lo haya confirmado o desmentido.

En los posados durante la toma de posesión que Esperanza Aguirre ha difundido a través de la red social X se localiza a otro de los invitados de una clase política latinoamericana escorada a la derecha menos centrista y afín a la organización internacional ultracatólica Atlas Network: José Antonio Kast, candidato chileno a la Presidencia de su país –ha perdido dos veces–, adalid del dictador Augusto Pinochet y abierto defensor del golpe del 11 de septiembre de 1973. En una de las imágenes, Kast observa con admiración a la portavoz adjunta del PP en el Congreso. Fue él quien en una entrevista ya desaparecida de la red Youtube, afirmó lo siguiente:  “A Salvador Allende lo derrocó el pueblo, no es que los militares se hayan levantado un día y le dijeran ‘te vas’. No, fue el pueblo de Chile que se levantó y le solicitó a las Fuerzas Armadas que hicieran un pronunciamiento militar. Y yo eso lo valoro y le doy las gracias [a Pinochet] por haber dado la libertad a nuestra patria, si no estaríamos peor que Cuba y Venezuela”.

Que el jefe de Vox haya lanzado el hilo que en el laberinto imaginario conduce a Pedro Sánchez hasta el líder del fascismo italiano, Benito Mussolini, acribillado a balazos y luego colgado de los pies, le hace subir puestos en el hit parade de la extrema derecha. Igual que cuando en esa misma entrevista con el diario Clarín añade Abascal que no sabe si llamar a Pedro Sánchez y los suyos “zurdos de mierda” o “canalla” o "cómo calificarlos”. Sometido a la paradoja de gobernar para uno de cada cuatro españoles gracias al sistema autonómico, cuya disolución plantea en sus programas electorales, Vox enfatiza ahora su desmarque del PP nacional porque lo ha relegado en las comisiones del Congreso. Y se esfuerza en su intento para dar un bocado al electorado de Feijóo.

Es decir, un bocado a la tarta electoral de un partido cuya portavoz adjunta en la Cámara Baja, Cayetana Álvarez de Toledo, ha acudido alborozada a la toma de posesión de Milei junto con Esperanza Aguirre. Días antes de partir hacia Buenos Aires, la expresidenta de Madrid a quien el juez Manuel García Castellón –luego avalado por la Sala de lo Penal de la Audiencia– exoneró de toda responsabilidad en el caso sobre la supuesta financiación ilegal del PP madrileño a través de contratos públicos difundió un tuit donde se ve y se oye cómo el político argentino afirma lo siguiente: “Una sociedad que hace tanto hincapié en la igualdad, a la postre se vuelve una sociedad de saqueadores y se hunde”.

En un escenario donde la idea de una amnistía para los independentistas solivianta a parte de la población, Abascal busca conectar con nuevos nichos electorales. Su estilo, furibundo y cuasi belicista, ha obligado al PP a emitir una condena que fue tímida al inicio –“la vida es ondulante”, dice en francés el tuit fijado por Álvarez de Toledo- y con peros. La noche del domingo, el partido ya difundió su rechazo a lo dicho por Abascal al tiempo que acusaba al PSOE de "tapar" sus pactos con Junts y ERC con "polémicas artificialmente ampliadas" en la que se intenta implicar al PP de "una manera burda". De hecho, y en declaraciones a la agencia Europa Press, fuentes del PP criticaron el "intento de victimización del PSOE por las declaraciones del presidente de Vox" que, según han recalcado, no las comparten. "El PP recuerda que se puede hacer oposición al PSOE sin darle aliento mediático a Pedro Sánchez", subrayaron tales fuentes. El lunes por la mañana, Alberto Núñez Feijóo endureció el tono y el contenido: “Estas palabras -dijo durante una entrevista en Telecinco- van en la misma línea que Sánchez de construir un muro de las dos Españas”. “Las hemos condenado –prosiguió– y aprovecho para volver a hacerlo (...) No solamente son condenables, sino que no tienen nada que ver con nosotros”.

Sobre la presencia de Aguirre y Álvarez de Toledo en el acto de asunción presidencial de Milei –ese es el término usado en Argentina–, el PP guarda silencio. Respecto a la exigencia de PSOE y Sumar para que rompa los acuerdos de gobierno con Vox en autonomías y municipios, también calla. Este lunes, infoLibre formuló al PP dos preguntas. La primera es esta: si Esperanza Aguirre y Cayetana Álvarez de Toledo han acudido a la toma de posesión de Milei a título particular o con el respaldo del partido. Y la segunda dice así: ¿Considera la dirección del PP que, tal como ha publicado Cayetana Álvarez de Toledo, con Milei comienza para Argentina "una nueva era presidida por la verdad, la libertad y la responsabilidad"? Los portavoces de la formación conservadora anunciaron que no responderían a ninguna de las dos cuestiones.

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