Fernández Díaz acusa a Sánchez de cometer un “fraude constitucional”

El ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, ha afirmado este martes que las negociaciones de investidura promovidas por el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, "tienen algo de fraude constitucional" por "no sentarse a negociar con Podemos", que en su opinión es el único partido cuyo apoyo le puede convertir en presidente del Gobierno.

"Suena duro, pero es lo que pienso", ha dicho Fernández Díaz ha defendido en una entrevista en la cadena de televisión 13TV y recogida por Europa Press donde ha citado el artículo 99 de la Constitución para criticar que Sánchez no cumpla, en su opinión, el mandato del rey para lograr los apoyos necesarios que le permitan someterse a un debate de investidura en el Congreso.

Según el razonamiento del ministro en funciones, "el candidato propuesto no tiene que hacer una nueva ronda de consultas, lo que tiene que negociar son los apoyos parlamentarios para formar Gobierno, y cuando el único socio que le puede dar el Gobierno es Podemos, y todavía a día de hoy no se han sentado a negociar y están con esta teatralización, en fin, no me parece serio".

Sin embargo, el titular de Interior ha vuelto a calificar un posible pacto del PSOE y Podemos como el Gobierno que desean los presos de la banda terrorista ETA: "No rectifico, me reafirmo, esperan como agua de mayo un Gobierno de esas características".

Fernández Díaz ha argumentado que "es humano" que los presos esperen el pacto porque esperan "su excarcelación", y ha señalado que Podemos, Izquierda Unida y el PNV, posibles socios de un Gobierno de Sánchez, defienden un cambio "radical de la política penitenciaria para acercar presos" al País Vasco "y una progresiva excarcelación", según el político catalán del Partido Popular. Además, Fernández Díaz no ha querido desmentir que ETA pidiera a los presos de la organización que optasen por Podemos en las pasadas elecciones generales.

"Puedo confirmar que no es una información que yo vaya a desmentir", ha declarado, subrayando los resultados electorales del partido de Pablo Iglesias en Euskadi, donde fue la formación más votada en los comicios del 20 de diciembre. "Y Bildu ha sacado solo dos diputados. Ha habido una transferencia evidente de votos de la izquierda abertzale a Podemos", ha asegurado Fernández Díaz.

Un poema "repugnante"

Fernández Díaz ha afirmado además que el poema Mare Nostre recitado por Dolors Miquel en la gala de entrega de los premios Ciutat de Barcelona celebrada el lunes puede constituir un delito por ofensa a una confesión religiosa. "En mi opinión se vulneró clarísimamente la legalidad, pero yo no tengo que decir a la Fiscalía lo que tiene que hacer", ha dicho el titular de Interior.

Fernández Díaz cree que Carmena “se ha vuelto loca” por llamar movimiento político a ETA y al yihadismo

Ver más

En la misma entrevista Fernández Díaz ha calificado el poema recitado –que emula al 'padrenuestro' con fragmentos como 'sea santificado vuestro coño'– como "repugnante", "obsceno", "lamentable", "execrable" e "incalificable", y ha aludido al artículo 525 del Código Penal para considerar delito los versos que se escucharon durante la gala de los premios del Ayuntamiento de Barcelona.

El artículo mencionado por Fernández Díaz hace referencia a "los delitos contra la libertad de conciencia, los sentimientos religiosos y el respeto a los difuntos", y recoge que "incurrirán en la pena de multa de ocho a doce meses los delitos que, para ofender los sentimientos de los miembros de una confesión religiosa, hagan públicamente, de palabra, por escrito o mediante cualquier tipo de documento, escarnio de sus dogmas, creencias, ritos o ceremonias, o vejen, también públicamente, a quienes los profesan o practican".

Según el ministro en funciones, el poema "fue un atentado clarísimo contra una creencia religiosa" y una ofensa "en lo más íntimo del sentimiento que compartimos millones de personas". Su hermano Alberto Fernández, líder del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, abandonó ayer la gala presidida por la alcaldesa de la Ciudad Condal, Ada Colau, tras el recital del poema en señal de protesta.